martes, 21 de mayo de 2019

Alertan que, en caso de una derrota electoral de Cambiemos, varios funcionarios pueden escapar del país para no ir presos


Por Alejandro Palladino
El diputado del bloque FpV-PJ, Rodolfo Tailhade, quien interviene como denunciante en distintas causas por corrupción que involucran al presidente Mauricio Macri y a varias personas de su entorno que lo han acompañado en la administración Cambiemos, señaló taxativamente que “si desde el gobierno ven que no van a poder ganar para reelegirse, se van a rajar, teniendo en cuenta que la mitad de ellos, sobre todo del área económica, del Banco Central y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, vivían en Estados Unidos hasta diciembre de 2015, en Wall Street. Termina el gobierno de Macri y se retiran”.

En la oposición prima la cautela pero consideran que la delicada situación socioeconómica del país ha erosionado el caudal político de Cambiemos y que la decisión del Presidente de apostar a la continuidad en el Ejecutivo es esencialmente un acto de supervivencia. Una derrota electoral no sólo marginaría a la alianza del Gobierno sino que también podría obligar a varios de sus miembros a rendir cuentas frente a la Justicia por distintos delitos económicos que hicieron amparados en la suma del poder público y la cobertura de los grandes medios de comunicación.

Desde que inició su gobierno,  Macri puso en marcha un programa económico basado en el endeudamiento, la especulación financiera, la reducción del ingreso real de los trabajadores, que sumado a la apertura irrestricta de las importaciones y las altas tasas de interés está asfixiando el entramado productivo local. A los reclamos de la oposición, los sindicatos y los movimientos sociales por más trabajo, recomposición de los salarios y en contra los abusos tarifarios, se le suma la postura de sectores empresarios que poco tiempo atrás acompañaban a Cambiemos y ahora también advierten su disconformidad con la política económica oficial.

Esas distancias quedaron marcadas por la Unión Industrial Argentina (UIA), que expresó su preocupación por la fuerte caída del nivel de actividad industrial. Incluso el propio Grupo Techint, cuyo titular Paolo Rocca ha estado enemistado con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ha tomado distancia del Macrismo por la decisión oficial de recorar los incentivos fiscales a la producción del megayacimiento de Vaca Muerta por las presiones del FMI.

Todo ello, ha generado una tensión político-social sin precedentes desde la crisis del 2001-02.

En 2018 hubo 69.696 despidos y suspensiones, un 91% más que en 2017, según un informe del CEPA. En tanto la inflación del 47,6% -récord desde 1991- y la devaluación del 100% afectaron el poder adquisitivo, que cayó en enero 11% interanual para los trabajadores registrados.

Los síntomas de debilitamiento político de Cambiemos resultan compensados, en parte, por el apoyo externo del gobierno estadounidense y el Fondo Monetario, cuyos burócratas llegaron al país con el fin de supervisar las metas fiscales de ajuste como condición para desembolsar en marzo u$s10.700 millones, que forman parte del acuerdo total por u$s 56.700 millones, firmado en octubre, decisión que se analizará recién el 26 de marzo  próximo.

Así y todo, el desgaste que atraviesa el oficialismo es producto de una economía que no cesa de destruir empleos, licuar salarios y aumentar la pobreza y la indigencia.

En 2018 hubo 69.696 despidos y suspensiones, un 91% más que en 2017, según reza un informe del CEPA. En tanto la inflación del 47,6% -récord desde 1991- y la devaluación del 100% vienen licuando el poder adquisitivo, que sólo en enero último mostró una caída del 11% interanual para los trabajadores registrados.

Todo parece indicar que este año el declive continuará: la inflación del INDEC para enero fue del 2,9%, mayor a la prevista por el gobierno, mientras que el propio FMI prevé en 2019 una caída de la actividad del 1,62%. En el Ejecutivo ya nadie oculta que este año la desocupación retornará, después de muchos años a los dos dígitos, y que la pobreza sigue creciendo notoriamente.

El malestar de la población con el Gobierno se multiplica día a día. De acuerdo a un sondeo de opinión de Circuitos en la provincia de Buenos Aires, entre el 15 y el 19 de febrero último, el 68,9% de los consultados calificó como mala o muy mala la gestión de Macri, el 13,4% la consideró «regular» y tan solo el 17,5% piensa que es buena o muy buena. Además, el 64,5% de los consultados opinó que las políticas de Cambiemos los perjudican, el 22,4% se mantuvo neutro y tan sólo el 13,1% estimó que las medidas gubernamentales los benefician. Hay un dato de la encuesta aún más preocupante. Sólo el 15,6% observa un futuro mejor en el corto plazo, el 65,2% prevé que las cosas seguirán empeorando y un 15,5% que continuarán igual de mal. 8 de cada 10 argentinos han perdido las esperanzas en Macri.

En sintonía con el sondeo de Circuitos, la fragilidad política de Cambiemos puede agravarse en los próximos meses si las condiciones socioeconómicas continúan en caída libre, como parecen advertirlo las principales consultoras y especialistas económicos, que ofrecen un horizonte preelectoral, en el mejor de los casos, gris.

En ese sentido, el hecho de que la oposición venza al macrismo en las próximas elecciones se ha vuelto una posibilidad cierta. De confirmarse esta hipótesis, el capital político y la influencia del oficialismo sobre la Justicia se desvanecerán.

¿Qué escenario se le presenta a Macri en Tribunales? ¿Las causas penales que tiene el actual Presidente pueden perseguirlo si pierde el poder?

La consigna de “transparencia” ha sido desde sus inicios un punto crucial de la campaña política de la alianza gobernante. Sin embargo, ese valor contrasta con los negocios oscuros orquestados por empresas de la familia presidencial y con las denuncias de aportes truchos de Cambiemos en la campaña 2015.

La Justicia Federal avanzó con una causa que salpica al presidente Macri, a sus ex ministros de Energía, Juan José Aranguren y Javier Iguacel, y a su primo, el empresario Ángelo Calcaterra, quienes se encuentran acusados de querer vender dos centrales termoeléctricas a un precio U$S400 millones menor que su valor real. Los funcionarios habían sido denunciados penalmente en noviembre del año pasado por cuatro diputados del FpV-PJ.

La nueva causa se añade a otras tres que se encuentran en trámite contra Macri, y que podrían complicarle el año electoral: las investigaciones por la compra y reventa de parques eólicos por parte de la empresa familiar Sideco Americana; los presuntos aportantes truchos para la campaña 2015; y la condonación por parte de funcionarios de la deuda millonaria que mantiene el Estado contra Correo Argentino, otra empresa controlada por la familia Macri.

Compra y reventa de parques eólicos

Haciendo caso omiso a cualquier tipo de licitación, en sus primeros años de gestión el Grupo Macri compró a la española Isolux los parques eólicos en Chubut y Pinamar y luego los revendió al Grupo Macro y a la compañía china Goldwind, operación que le permitió hacerse con alrededor de U$S70 millones. La negociación se formalizó a través de su empresa Sideco Americana, según publicó en enero del 2018 el diario Perfil.

Los diputados del FpV-PJ Rodolfo Tailhade y Martín Doñate presentaron inmediatamente una denuncia que dio origen a la causa, con el propósito que se investigue por los posibles delitos de tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública. El caso está a cargo del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.

“Es una causa que tiene mucha información para comprobar el fraude al Estado. Se sigue investigando y la documentación que ha conseguido el juzgado y la que hemos aportado nosotros indica que claramente la familia presidencial se hizo de un negocio de manera ilegal, porque la concesión de parques eólicos se concretó sin ninguna licitación y de manera irregular con la venia de las máximas autoridades del Estado que era el encargado de entregar la concesión de esos predios”, señaló Tailhade en diálogo con Mucho Más que Dos.

“Y nosotros hemos descubierto y aportado documentación a la causa en la que se verifica que la compañía que está detrás de todo el negocio es Sideco, la empresa familiar de los Macri, que controló en todo momento el desarrollo de esta operación”, agregó.

A esa investigación del periodista Juan Amorín, el diputado la complementó con un documento, que parece confirmar que «una de las empresas que interviene en esta operación le hace un giro por U$S5 millones a Gianfranco Macri, que es un poco la forma en que empiezan a repartirse entre los Macri los U$s70 millones que ganaron con esto”.

Campaña 2015: investigan aportes en negro

En plena carrera presidencial, este año habrá novedades judiciales sobre el escándalo por los presuntos aportantes truchos de la campaña 2015 de Cambiemos. La fundación La Alameda, denunciante en la causa, llevó a cabo un cruce de datos en el que se desprende que empresarios que investigados por la obra pública en la causa de las fotocopias, pusieron dinero para la campaña de Macri.

En esta lista también figuran empresarios que hicieron aportes para solventar a fundaciones ligadas al PRO, lo cual también está prohibido por ley. Todo comenzó por una investigación periodística, que puso la lupa sobre aportes en efectivo que no se habían rendido o lo habían hecho con un monto inferior al real.

Correo: “Si el imputado no fuera el presidente, estaría procesado”

La Justicia investiga también las responsabilidades de funcionarios M a la hora de condonar la deuda de $70.000 millones de la empresa Correo Argentino, propiedad de la familia Macri, con el Estado.

La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) presentó informes en los que notificaba por sospechas  de que hubo funcionarios y abogados del Estado que negociaron la condonación con la empresa familiar fuera de tribunales, en reuniones en edificios gubernamentales.

La diputada Vallejos denunció penalmente al por entonces titular del Banco Central, Luis Caputo, y a su vicepresidente Gustavo Cañonero, por “la posible comisión del delito de administración fraudulenta en perjuicio del erario público”.

Sobre este caso, que tuvo fuerte repercusión mediática, Tailhade indicó que “esta causa está en pleno trámite, donde claramente, si el imputado no fuera el presidente de la Nación, estaría procesado porque hay demasiadas evidencias de que el gobierno nacional intentó favorecer a la familia presidencial”.

A fines de febrero, el ministro de Defensa Oscar Aguad -ex titular del Ministerio de Comunicaciones- y el entonces director de Asuntos Jurídicos de ese misma cartera, Juan Mocoroa, serán indagados por el juez Lijo por incumplimientos de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con la función pública.

Tailhade evaluó que las causas que más posibilidades tienen de proseguir su curso y generarle problemas a Macri, son las activas: parques eólicos y Correo. “Están en trámite porque tienen demasiada prueba contundente como para archivarlas. Cualquier juez que las cierre tendría un problema grave de denuncias por mal desempeño de sus funciones”, puntualizó.

La diputada Fernanda Vallejos denunció penalmente al ex titular del Banco Central, Luis Caputo, y a su vicepresidente Gustavo Cañonero, por “la posible comisión del delito de administración fraudulenta en perjuicio del erario público”.

Consultado sobre qué escenario se le plantea a Macri en caso de perder las elecciones y que sus causas avancen, Tailhade señaló: “Si desde el gobierno ven que no van a poder ganar para reelegirse, se van a rajar, teniendo en cuenta que la mitad del gobierno sobre todo del área económica, del Banco Central y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, vivían en Estados Unidos hasta diciembre de 2015. Vivían en Wall Street. Termina el gobierno de Macri y se retiran”, apuntó.
Otras causas que arrinconan a funcionarios

En un 2018, signado por la crisis cambiaria y financiera, el gobierno también recibió denuncias por irregularidades en la gestión de la corrida. Tailhade presentó dos denuncias más contra el presidente Macri y sus funcionarios, que la Justicia archivó con una celeridad inusitada.

Por su parte, la diputada de Unidad Ciudadana, Fernanda Vallejos denunció penalmente al por entonces titular del Banco Central, Luis Caputo, y a su vicepresidente Gustavo Cañonero, por “la posible comisión del delito de administración fraudulenta en perjuicio del erario público”.

La economista advirtió que el Banco Central de Macri sirvió como “garantía de un entramado de negocios que tiene como beneficiarios a un grupo de corporaciones financieras y económicas extranjeras”, entre estas la banca JP Morgan, el Deustche Bank y los fondos “Buitres” Templeton y BlackRock.

El viernes 8 de febrero, en medio del revuelo por el caso Stornelli, Tailhade pidió la reapertura de la causa contra Mauricio Macri, los ex funcionarios Luis Caputo y Federico Sturzenegger, y los responsables del JP Morgan en Argentina por la corrida de abril y mayo a partir de una serie de análisis periodísticos. “Todos hablaron que el JP Morgan manejó información confidencial y que con eso lideró la corrida”, dijo Tailhade.

“Se llevó U$S1200 millones a $20  y en dos o tres días el dólar subió a $25. Es decir, el inicio de la corrida se generó a partir del manejo de información confidencial por parte del JP Morgan, lo cual es lógico porque la mayoría de los funcionarios del área económica y del Banco Central del gobierno nacional han pasado por ese banco”, sostuvo.

En el pedido de reapertura de la investigación, el legislador hizo hincapié en una video conferencia que ofreció Luis Caputo en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, cuando todavía era ministro de Finanzas, donde compartió panel con el titular del JP Morgan local, Facundo Gómez Minujín. Allí, Minujín confiesa haberse reunido con Caputo durante los días de la corrida cambiaria. Sin embargo, el gobierno se ha negado a dar información sobre quiénes compraron dólares durante los meses de la devaluación. “Contaron con información confidencial y privilegiada y con eso atacaron la moneda argentina”, afirmó Tailhade.

La causa había sido cerrada con argumentos dogmáticos, en relación a que los hechos que rodearon la corrida cambiaria eran parte de la política económica del gobierno. “La Justicia Federal es refractaria, se sacó de encima las dos causas relacionadas a la corrida diciendo que son cuestiones de política económica que no son judiciables, cuando en realidad la deuda externa argentina debería estar criminalizada hace 40 años”, concluyó Tailhade.

En los próximos meses, marcados por el clima preelectoral, el macrismo intentará mantener candente un discurso basado en la batalla contra la corrupción y la seguridad, mientras tanto la economía y la situación social del país continuarán empeorando.

En este contexto, Macri y los funcionarios que hoy se encuentran o estuvieron hasta hace poco en la primera línea de fuego, intentarán por todos los medios a su alcance desactivar las causas por corrupción que los involucran, pues en caso de que Cambiemos pierda las próximas elecciones y resigne el poder político, deberán rendir cuentas frente a la Justicia.

Fuente: Proyecto Económico

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