La jueza federal María Romilda Servini de Cubria
le “regaló” hoy a Mauricio Maci una trementa herramienta electoral, interviniendo
el Partido Justicialista, principal agrupación opositora, y lo hizo poniendo al
frente del mismo al gastronómico Luis Barrionuevo. En su fallo se destacan
motivaciones insólitas, argumentando, por ejemplo, que “En los últimos comicios
nacionales y provinciales del año 2017, reconocidos dirigentes partidarios
apoyaron candidaturas de partidos o frentes políticos de los que el
Justicialismo no formó parte”, sin embargo la jueza no tuvo ningún impedimento
en poner al frente del partido a un adherente expreso del Gobierno Nacional,
como Barrionuevo.
“los adversos resultados electorales obtenidos
en los dos últimos procesos electorales (elecciones nacionales de los años 2015
y 2017), han profundizado la división interna que venía gestándose con antelación”,
afirma Servini en su resolución, como si cada derrota en una elección fuese
motivo para intervenir a todos los partidos que caen en la compulsa.
La jueza barú budú budía es lo más grande que hay
La anciana magistrada aseguró que “la derrota en
los comicios presidenciales como así también el fracaso en el acto electoral
para elegir gobernador en el distrito más grande del país, han provocado una
crisis en la conducción partidaria difícil de superar”. También argumenta que
la división interna “ha creado una situación crítica insostenible que de permanecer
en el tiempo, podría afectar la propia existencia del partido”.
La operada jueza muestra su tendenciocidad
contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmando que “En los
últimos comicios nacionales y provinciales del año 2017, reconocidos dirigentes
partidarios apoyaron candidaturas de partidos o frentes políticos de los que el
Justicialismo no formó parte o directamente se han postulado como candidatos de
esas agrupaciones que compitieron en el último proceso electoral contra el partido
fundado por el General Perón”.
En tal sentido remarca que “Se ha producido en
los hechos una traumática escisión por el accionar de quienes aun siendo
autoridades partidarias abandonaron la agrupación a su suerte, para formar
nuevas estructuras que compitieron contra el Partido Justicialista, con la sola
esperanza de obtener alguna ventaja electoral”.
Para Servini de Cubria la justicia ya había
advertido al PJ pero el partido desoyó esos avisos. Según la jueza la
intervención es necesaria porque “cuando la dirigencia política se aleja de las
personas y transita por senderos separados a los que recorre la ciudadanía, el
mandato otorgado por el pueblo se ve traicionado en su origen, al quebrantarse
la misión fundamental de la acción política”.
Sobre el final Servini de Cubria indica que “es necesario recordar lo
manifestado por el General Juan Domingo Perón, al expresar que ‘El peronismo
anhela la unidad nacional y no la lucha’. En consecuencia, resulta razonable
acoger la solicitud de Intervención Judicial, a fin de plasmar en la vida
partidaria, aquella máxima que nos impone “organizar republicanamente los
partidos para organizar republicanamente la Nación”.