N.R. de Utophia.- Los acusados son Carlos
Gallone, comisario inspector retirado de la Policía Federal, detenido, cumple
una condena a perpetua por la Masacre de Fátima: Fausto José Mingorance
comisario P.F.; Rafael Oscar Romero, comisario inspector retirado P.F, y Juan
Manuel Grosso, también integrantes de la P.F.
Además está siendo juzgado Raúl
Antonio Guglielminetti, ex agente civil del Inteligencia del Ejército, acusado
por el delito de homicidio.
Carlos Gallone fue conocido por una foto en la
que apareció simulando un abrazo con una madre de Plaza de Mayo octubre de 1982
y por haber sido jefe en Seguridad Federal de Jorge "Fino Palacios" (quien estuvo a
cargo de la investigación del atentado a la AMIA, causa en la que está
procesado por encubrimiento y por la que se lo llamó "el Astiz de la AMIA". Procesado en los hechos sangrientos del 20 y 21 de diciembre del 2001, "Este hombre estaba armado de civil en los
hechos de violencia" de acuerdo a la denuncia de la diputada Maffia, creador además de la Policía
Metropolitana de Macri).
Según la denuncia del periodista
Juan Salinas en un artículo: “Raúl Guglialminetti, quien estuvo brevemente
detenido como sospechoso de haber participado en el secuestro de Macri y
conocía personalmente a varios miembros de la llamada "Banda de los
comisarios". explicó que "la mano de obra desocupada", es decir
los ex miembros de los "grupos de tareas" estaban resentidos con
Franco Macri "porque en 1976 nos dejaba diez autos nuevos con las llaves
puestas en Campo de Mayo para que saliéramos a operar y cuando llegó Alfonsín
se trasvistió de demócrata y nos dejó en la estacada". Dicho de otro modo:
el gran despegue económico de Franco -y por ende del clan- se produjo durante
la noche más oscura de la historia argentina, y muchos sicarios de entonces,
quizá conociendo detalles incómodos para Macri de aquél súbito enriquecimiento,
le cobran peaje. Es decir, lo extorsionan”.
Lesa humanidad: ampliaron las acusaciones por
delitos sexuales en la causa Coordinación Federal
Fátima Cabrera: “Una siente que es parte de hacer justicia en un hecho tan terrible”. Piden ampliar por delitos sexuales las acusaciones en la causa Coordinación Federal
22 agosto , 2019
En Justamente hablamos con Fátima Cabrera,
sobreviviente, y con Ángeles Ramos, titular de la Procuraduría de Crímenes
contra la Humanidad, sobre el pedido de ampliación de las acusaciones en el
juicio en el que se tratan los casos de 67 víctimas de delitos de lesa
humanidad.
Genocida Carlos Gallone (jefe de "el fino" Palacio quien estuvo a cargo de la investigación del atentado a la AMIA y creador de la Policía Metropolitana de Macri)
Para Carlos Enrique Gallone (comisario inspector
retirado de la Policía Federal, detenido, cumple una condena a perpetua por la
Masacre de Fátima) se solicitó ampliar la acusación por delitos sexuales y que
se agregue el agravante en los tormentos por ser las víctimas perseguidas
políticas.
Para Fausto José Mingorance (integró la Policía
Federal, suelto), Rafael Oscar Romero (comisario inspector retirado de la
Policía Federal, suelto) y Juan Manuel Grosso (integró la Policía Federal,
suelto) se pidió que al delito de secuestro se le agregue el de tormentos
agravados, porque se cometieron contra un grupo específico de militantes
sociales y políticos.
Además está siendo juzgado Raúl Antonio
Guglielminetti (ex agente civil del Inteligencia del Ejército, detenido, cumple
varias condenas), acusado por el delito de homicidio.
“Para todas las que fuimos víctimas es sumamente
importante porque muchas de nosotras lo veníamos denunciando. Fue un proceso
muy largo y creo que una de las partes que más costó, incluso para nosotras
mismas, fue poder ponerlo en palabras, visibilizar esta situación. Siempre se
daba como por entendido que dentro de la tortura era una parte más, pero no se
podía visualizar todo lo que esto significaba, todo lo que fueron los abusos,
el acoso permanente. Era algo que me había marcado muchísimo”, sostuvo Fátima.
“Estamos siendo parte de esa historia que lleva
a los juicios y no dejamos de pedir Memoria, Verdad y Justicia; y, por otro
lado, marcando los nuevos avances que tenemos como mujeres, como sociedad, y
que se puedan visibilizar en esos juicios de lesa humanidad, realmente me
conmueve”, agregó la sobreviviente. “Una siente que es parte de hacer justicia
en un hecho tan terrible”, afirmó.
“Para mí fue como reconstruir una parte de mi
historia durante el juicio, porque muchas veces escuché por primera vez hablar
a compañeros que estuvieron en esa situación, pero después nunca nos vimos,
nunca pudimos intercambiar nada, entonces eso también pasa a ser una
reconstrucción. Pero, por otro lado, poder escuchar en esos fundamentos para
ampliar, parte de los testimonios y también un listado con el que se iba
nombrando una a una a todas las víctimas, también a nuestras compañeras
desaparecidas, fue fuertísimo, porque es lo que nosotras siempre decimos, no es
una cuestión reivindicativa propia de cada víctima: estamos hablando como
testigos por nuestros compañeros y compañeras”, contó Fátima Cabrera.
Escuchá la entrevista a Fátima Cabrera acá:
“Ampliamos la acusación respecto de algunos
imputados porque identificamos que varios hechos que ocurrieron dentro de
Coordinación Federal eran situaciones específicas de abusos sexuales y en
concreto de violaciones que no estaban visibilizadas como tales ni en los
requerimientos de elevación a juicio ni en las indagatorias que se habían
tomado en la instrucción”, sostuvo la fiscal Ramos.
“A lo largo de las audiencias, cada una de las
víctimas y sobrevivientes nos han podido contar y relatar en primera persona lo
que vivieron y muchos otros, que también pasaron por allí, pudieron relatar lo
que presenciaron respecto de lo que a otras víctimas les ocurrió allí”, agregó
Ángeles.
“Se trató de prácticas muy concretas y definidas
de abusos sexuales y de violaciones, que en su totalidad eran generadas por los
guardias que estaban a cargo de la custodia de estas personas que estaban privadas
ilegalmente de la libertad, que estaban secuestradas, eran prácticas que
ocurrían en un ámbito muy pequeño dentro de este tercer piso de Coordinación
Federal, es decir que todos sabían lo que ocurría ahí, porque todo se
escuchaba, se sentía, se percibía por quienes además estaban la mando y
dirigían este centro clandestino de detención”, remarcó Ramos. “En todos los
casos fueron víctimas mujeres”, añadió la titular de la Procuraduría.
“Estamos tratando de generar conciencia de
género y que se visibilice lo que verdaderamente ocurrió y por eso es que
tenemos una política criminal orientada a ampliar la acusación en todos los
casos donde detectemos este tipo de prácticas, que son distintas de los
tormentos y que durante muchísimos años fueron asimiladas como tales”, planteó
la fiscal.
“En líneas generales, en todos los casos en los
que se ha podido avanzar en este sentido, es positivo para las víctimas”,
afirmó Ángeles Ramos.
Escuchá la entrevista a Ángeles Ramos acá
Escuchá la entrevista a Ángeles Ramos acá
CarlosGallone, Marcha de las Madres de Plaza de Mayo octubre de 1982, un genocida simulando un abrazo con un familiar de una
víctima del terrorismo de Estado.
Particularmente, Gallone tiene una historia
pública con una foto con la que intentó limpiar su imagen, en pleno genocidio.
El 5 de octubre de 1982, las Madres de Plaza de Mayo realizaban la Marcha por
la Vida: iban hacia la Casa Rosada a reclamar por los miles de detenidos-desaparecidos.
Sin contexto, la foto en la que Gallone abraza a Susana De Leguía, una madre de
Plaza de Mayo, parece ser la de un policía conmovido con esa mujer. Sin
embargo, se trata de un genocida simulando un abrazo con un familiar de una
víctima del terrorismo de Estado.
Clarín y la mentira en la tapa
El 6 de octubre de 1982, con la dictadura
cívico-militar todavía vigente, Clarín publicó en su tapa la foto. “En la foto,
un oficial de la Policía consuela a una de las asistentes”, decía el texto que
la acompañaba. Pero no era un abrazo: el genocida Gallone era increpado por las
Madres de Plaza de Mayo y simuló la escena para las cámaras. El fotógrafo fue
Marcelo Ranea. “Se produjo una escena de tensión entre Susana De Leguía, la
madre que es abrazada, y el oficial Gallone, cuyo nombre yo ignoraba en ese
momento”, dijo Ranea.
En la secuencia se puede ver a la mujer
reclamando ante el policía. Tiempo después, Gallone fue condenado a perpetua
por delitos de lesa humanidad cometidos en la Masacre de Fátima y ahora es
juzgado nuevamente por su participación como policía en el centro clandestino
Coordinación Federal.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral en lo
Criminal Federal Nº 6, integrado por los jueces Julio Panelo, José Martínez
Sobrino y Fernando Canero. Las audiencias se realizan los jueves desde las
10:00 en Av. Comodoro Py 2002, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El centro clandestino Coordinación Federal
funcionó en el edificio ubicado en Moreno 1414, en la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: La Imposible