N.R. de Utophia.- Cuando Rousselot intentó llevar a cabo la estafa, los vecinos de Morón se resistieron de todas formas. El presidente de la Federación de Sociedades de Fomento de esa ciudad, Ricardo Apaloaza, solicitó el apoyo de las demás Federaciones.
La de Lanús, la cual yo presidía en ese momento, y las de Avellaneda, Lomas, Quilmes, nos hicimos presentes en Morón sumándonos al repudio a la estafa que se estaba consumando con la obra cloacal . Así es como conocimos a Macri en su caracter de empresario.
Ahora su gerente, el intendente de Lanús, socio de sus tropelias con las offshore y su deudor (no olvidamos que tiene una deuda por un préstamo que le hizo el presidente Macri de unos 440 mil dólares) nos promete un Plan de Cloacas en Lanús a concluir en 2019, y el corazón al igual que a Esteban Bullrich nos hace "tu, tun, tu, tun,tu, tun, tu tun....¡Booooom!
Juan Carlos Rousselot se hizo conocido en los
años ’60 como conductor del noticiero del canal 11. Cuando el peronismo retornó
al poder en 1973 pasó a la dirección de Canal 7 y luego se convirtió en el
vocero de José López Rega, jefe de la banda paramilitar Triple A, de quien
Franco Macri era asiduo visitante.
Con el golpe cívico militar del ’76 se debió
refugiar en Mar del Plata donde Emilio Massera le dio protección.
Mientras tanto el grupo Macri se transformó en
un verdadero holding: entre 1973 a 1983, los Macri pasaron de 7 firmas a un
conglomerado de 50 empresas.
En 1987 Rousselot reapareció en el municipio de
Morón como candidato a intendente, puesto que logra ese mismo año.
En 1988, Juan Carlos Rousselot anunció el
acuerdo con la empresa SIDECO Americana para la construcción de obras de
cloacas y aguas corrientes. El propio Macri fue a Morón a firmar el acuerdo. La
empresa, representada por Mauricio Macri invertiría unos 20 millones de dólares
y al cabo de 22 años de concesión, la empresa recuperaría 138 millones de
dólares, comprometiendo el patrimonio de casi un millón de vecinos de Morón,
que debían poner como garantía de la obra sus propias casas y pagar de sus
bolsillos las obras del tendido de red cloacal. Cada frentista de acuerdo al
contrato iba a verse obligado a pagar seis mil, siete mil, diez mil dólares por
la conexión.
En su libro “Robo para la corona” Horacio
Verbitsky denunciaba que “La Municipalidad debía entregar para la construcción
de la planta terrenos de la Base Aérea de El Palomar, sobre los que carecía de
derechos”.
Rousselot en su defensa descalificaba a sus
denunciantes y vinculaba a la concejal Margarita Stolbizer de la UCR con el MTP
(Movimiento Todos por la Patria) que en enero de ese año (1988) había querido
tomar el Regimiento de La Tablada. Gracias a Rousselot y Macri, Morón fue
conocida como la “Capital de la corrupción”.
El doctor Carlos Ben, presidente de AYSA en el año
2015, en ese entonces dirigente del Sindicato de Trabajadores de Obras
Sanitarias, señaló que el plan de cloacas de Rousselot estaba condenado al
fracaso, porque la inversión nunca se recupera con las tarifas, es
responsabilidad del Tesoro Nacional o las provincias. Y agregaba que recién con
el gobierno de Cristina, “que ha realizado en los últimos nueve años (cuando
Aguas Argentinas fue estatizada y se creo AYSA) la inversión en obras, plantas
y redes más importante de toda la historia argentina. Le aseguro que no hay
precedentes. Revertimos cincuenta años de atraso”.