Organizaciones de derechos humanos de Mar del
Plata realizaron el sábado 8 de octubre un acto de repudio frente a la casa del
imputado por delitos de lesa humanidad cometidos contra más de 300 víctimas,
que cumple prisión domiciliaria otorgada desde comienzos de año.
El objetivo de la actividad fue concientizar a
la población de la ciudad balnearia sobre el privilegio recibido por Juan
Miguel Wolk, uno de los jefes del centro clandestino de detención, tortura y
exterminio Pozo de Banfield durante la última dictadura cívico militar.
El acto fue organizado por Abuelas de Plaza de
Mayo-Mar del Plata, el Espacio de la Memoria El Faro, H.I.J.O.S. Regional,
entre otros, quienes llevaron pancartas y volantes con las consignas “¿Dónde
están los nietos del pozo de Banfield?”, “Cerca de su casa vive un asesino”, “A
40 años del golpe genocida, hay lápices que no se borran”.
Cabe señalar que mientras se efectuaba la
concentración, más de 15 agentes de seguridad (integrantes de las policías
bonaerense y local y de Gendarmería) bloquearon el acceso a la vivienda de
Wolk.
El jefe del Pozo de Banfield durante la última
dictadura está imputado por apropiación de bebés, privación ilegal de la
libertad y tormentos contra más de 300 víctimas. Fue condenado a 25 años de
prisión, pero luego liberado por las leyes de impunidad. Al ser citado al
Juicio por la Verdad, se presentó un acta falsa de defunción, gracias a la que
evadió la justicia durante 20 años.
Sin embargo, Marta Úngaro, hermana de uno de los
adolescentes desaparecidos en "La Noche de los Lápices", denunció que
el represor vivía en una casa cerca de la playa y cobraba su jubilación de
comisario retirado.
A comienzos de este año, el Juzgado Criminal y
Correccional Federal 3 de La Plata volvió a otorgarle la prisión domiciliaria
en virtud de sus 82 años y porque padece “delicadas enfermedades” que resultan
“inconveniente” para su permanencia en el Complejo Penitenciario Federal 1 de
Ezeiza, donde estaba detenido.
Fuente: Agencia Andar
Imagen: La Izquierda Diario