Por Armando Luchina. Utophia.- Cuando publiqué la denuncia de Juan Grabois sobre la
aparición de un “Escuadrón negro” en Lanús, algunas voces se alzaron
justificando la represión policial y la mano dura para terminar con la vagancia y la delincuencia y creí
oportuno hacer las siguientes aclaraciones: pedir seguridad no significa
que se esté de acuerdo con que se atropellen las garantias constitucionales o
el estado de derecho. La discusión no pasa por si los policias están reatrevidos
o que los pibes no respeten la ley. Las fuerzas de seguridad están obligadas a
respetar la ley. La mano dura no educa: atropella, somete, asesina y hasta hace
desaparecer.
Con respecto al deseo que vuelva el servicio militar, cabe
aclarar que eso no asegura bajo ningún punto de vista que se acabe la vagancia
ni la delincuencia. Durante un siglo existió la colimba (que irónicamente
significa COrre, LIMpia, BArre) y las más grandes villas miserias del país, las
de Retiro por ejemplo, no sólo crecieron, sino que aparecieron durante su funcionamiento.
Además cientos de jóvenes con escasa preparación militar y
nula para enfrentar una guerra, fueron llevados a la muerte por una conducción
“ebria” de poder con la mentira patriótica de rescatar la soberanía de nuestras
islas Malvinas. Otros cientos se suicidaron por no soportar los horrores de la
guerra.
El 6 de marzo de 1994, cuando en el Grupo de Artillería de
Zapala dos conscriptos y un subteniente asesinaron al soldado Omar Carrasco,
culminó el servicio militar obligatorio adoptándose la modalidad del
voluntariado rentado. El cuerpo del joven fue hallado en medio del campo, donde
fue abandonado después de habérsele proporcionado en un hospital militar, donde
agonizó y falleció, una atención médica clandestina y de haber estado escondido
en el cuartel más de 20 días.
Los condenados fueron de la menor jerarquía y los
jefes máximos, responsables del batallón, bien gracias.
La Justicia Federal no investigó y con ello permitió que el
Ejército se adueñara de su investigación, casi un calco con lo que está
sucediendo con Santiago Maldonado.
Esto es simplemente un mero resumen de los puntos de vista que existen sobre las causas de la pobreza, la delincuencia, la inseguridad. Sería bueno que nos atrevamos a realizarlo, sin chicanas y bajezas, para
que podamos entre todos hallarles la solución, pues afecta a la sociedad en su
totalidad.