Los abogados Jorge Molano y Élmer Montaña denunciaron hoy al ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y a algunos de los miembros de sus partido por un presunto fraude en el plebiscito del domingo pasado, en el cual fue rechazado el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC.
Estos juristas invocaron como prueba ante la
Corte Suprema de Justicia unas polémicas revelaciones del ex senador Juan
Carlos Vélez sobre la forma en que se hizo la campaña para promover el “no” en
el plebiscito.
Vélez, que fue gerente de la campaña del Centro
Democrático, el partido de derecha radical que lidera Uribe, admitió en una
entrevista que la estrategia de los defensores del rechazo del pacto con las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se basó en tergiversaciones
y en fomentar la indignación.
“Las afirmaciones hechas por el gerente de la
campaña del Centro Democrático de que hubo mentiras hacia el elector evidencia
que existió un fraude”, aseguró Molano.
El jurista agregó que Uribe estaría involucrado
en el fraude a juzgar por un mensaje que escribió en Twitter tras las
declaraciones de su copartidario.
“El Twitter que remitió el senador Álvaro Uribe
donde llama a la prudencia y a ocultar las comunicaciones al interior del
partido permite concluir que conocía de estas maniobras fraudulentas”, dijo el
abogado.
Según Molano, el Centro Democrático hizo “una
campaña sistemática de mentiras, de engaños, tendientes a generar miedo,
zozobra e incertidumbre a los colombianos, que lograron que finalmente se
llevara al fraude que se cometió”.
Por su parte, el abogado Montaña elevó la
denuncia penal no solo contra Uribe, sino también contra otros dirigentes del
Centro Democrático como Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, José Obdulio
Gaviria y Alfredo Rangel, quienes participaron en la campaña a favor del “no”.
En declaraciones al diario “La República”, Vélez
dijo que la campaña contra el acuerdo de paz “fue la más barata y efectiva de
la historia”, reveló los nombres de las empresas que la financiaron y admitió
que ni los propios promotores del “no” esperaban la victoria.
Según Vélez, la estrategia incluyó un fuerte uso
de las redes sociales para no explicar el real contenido de los acuerdos y en
lugar de ello fomentar la indignación.
“Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron
que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en
la indignación”, dijo Vélez.
Interrogado sobre cuál fue el mensaje que
difundió la campaña por el “no”, Vélez respondió: “La indignación. Estábamos
buscando que la gente saliera a votar ‘verraca’ (enojada)”.
Asimismo, el político admitió que la campaña que
dirigió incurrió en tergiversaciones del acuerdo de paz.
“La República” le preguntó: “¿Por qué
tergiversaron mensajes para hacer campaña?”, a lo que Vélez contestó: “Fue lo
mismo que hicieron los del ‘sí’”.
Vélez dijo que los promotores del “no” usaron al
máximo las redes sociales, lo cual facilitó la propagación de mensajes en
contra del acuerdo, que buscaba poner punto final a 52 años de confrontación
armada y ahora está suspendido por el resultado del plebiscito.
El político, que puso su retiro a consideración
de las directivos del Centro Democrático por sus declaraciones, relató que la
campaña en la radio se realizó en función de los estratos socioeconómicos. En
el caso de las clases más deprimidas, la campaña apuntaba a que el Gobierno
tenía planes de eliminar los subsidios para financiar el posconflicto.
Las revelaciones de Vélez no cayeron bien en las
directivas del Centro Democrático, que aseguran que desde un comienzo se
opusieron al acuerdo de paz “exponiendo argumentos”.
Uribe escribió un mensaje en Twitter en el cual
señaló: “Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones”.
El acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC,
negociado durante casi cuatro años en Cuba, fue rechazado en el plebiscito con
el 50,21 por ciento de los votos, frente a un 49,78 que se pronunció a favor de
su implementación.
La campaña a favor de la refrendación del
acuerdo con las FARC ha señalado que los opositores difundieron “mentiras”.
Algunas de esas afirmaciones indicaban que los
guerrilleros recibirían grandes sumas de dinero, mientras que en las clases
populares circulaba el rumor de que si se votaba por el “sí” lo que en realidad
ocurriría era que las FARC llegarían al poder con su máximo líder, Rodrigo
Londoño, como presidente.
Miembros de iglesias cristianas han señalado que
el día anterior al plebiscito varios pastores pidieron en sus oficios que se
votara por el “no”, porque el acuerdo promovía las relaciones homosexuales,
pues en un punto del pacto se decía que se debe respetar la diversidad sexual y
que no deben ser tolerados los ataques contra la comunidad LGTBI.
Fuente: Cuba Debate