Tanto éxito en una sola familia no puede sino
tener una contracara
Mauricio Macri, Jorge Macri y Néstor Grindetti, intendente de Lanús, que es como de la familia.
Ernesto Tenembaum
Hace poco más de un siglo, el latifundista
calabrés Giorgio Macri se casó con Lea Gardini, heredera de una familia romana
dueña de una poderosa empresa de transporte. Si una adivina les hubiera leído
las cartas, difícilmente habría augurado que sus herederos tendrían, en lejanas
y desconocidas latitudes, destinos tan fulgurantes. Tres de sus siete hijos se
llamaron Franco, María Pía y Antonio. El presidente de la Argentina, Mauricio
Macri, es descendiente del primero. Angelo, hijo de la segunda y de Antonio
Calcaterra, es uno de los principales constructores de obra pública del país. Y
Jorge, otro de los nietos de Giorgio y Lea, hijo de su hijo Antonio, es el
alcalde de unos de los distritos más ricos del país, el director de las
empresas asociadas al segundo banco estatal, y uno de los alfiles políticos de
mayor confianza del primer mandatario. Tanto éxito en una sola familia no puede
sino tener una contracara.
Por ejemplo, la semana pasada, el presidente
Macri anunció que se ponía en marcha una de las obras de infraestructura más
importantes que realizará su Gobierno, el soterramiento de uno de los trenes
urbanos con mayor cantidad de pasajeros. Para eso, el Gobierno destinará algo
así como 3.000 millones de dólares. Quien recibirá esa fortuna será el primo
Angelo, dueño de la constructora Iecsa. Ante las naturales sospechas de
nepotismo, el Gobierno explicó que la obra fue otorgada al primo presidencial
por Cristina Kirchner. El argumento, sin embargo, abre otro debate porque el
presidente Macri ha sostenido que toda la obra pública del kirchnerismo estaba
manchada por sobornos y corrupción. En el soterramiento del tren, Calcaterra
está asociado a Ode brecht, una mega empresa cuyo dueño está detenido por los
hechos de corrupción que terminaron con el gobierno de Dilma Rousseff.
El otro primo, Jorge, ha sido electo y reelecto
en el bello municipio de Vicente López, que está pegado a la Capital, por el
riquísimo corredor Norte, y es un armador político de extrema confianza
presidencial. El año que viene, se realizarán elecciones muy trascendentes,
donde los Macri juegan su futuro a todo o nada, y el Presidente quiere a su
primo como cabeza de lista. El problema de Jorge es que la Justicia lo
investiga por una causa caratulada como lavado de dinero.
El 11 de abril de 2011, la empresa Icon Unit
1704 Llc adquirió en la localidad de Miami, sobre la coqueta calle Brickell, un
departamento valuado en cerca de 400.000 dólares. Para realizar la operación,
Icon recibió dos préstamos, uno de ellos otorgado por una sociedad anónima
uruguaya llamada Fawsley, que se había constituido apenas unas semanas antes y
que contaba con un capital mínimo. La entidad recaudadora de impuestos
descubrió que Icon Unit estaba a nombre de Jorge Macri. A través de su vocero, este
aseveró que ese departamento está declarado. Sin embargo, la propiedad no
aparece en sus declaraciones de impuestos presentadas hasta 2015.
Durante los 10 meses que lleva de Gobierno,
Mauricio Macri ha debido enfrentar una delicada situación por la aparición de
su nombre en el directorio de una de las empresas que figuran en los Panamá
papers. El presidente argentino sostuvo que solo aparecía en el directorio y
que las preguntas debían dirigírselas a su padre, el titular del holding que
abrió las off shore. Pero, además de él, también figuraron su secretario de
Legal y Técnica, el secretario general de la Presidencia, su exministro de
Hacienda cuando gobernaba la ciudad de Buenos Aires. En la lista de macristas
que aparecieron en los Panamá Papers también está Jorge Macri, el primo, como
director y secretario de la empresa Latium Investments Inc. Sus allegados
sostuvieron que la empresa abrió cuando todavía no estaba en la función pública
y que la compañía no tuvo movimientos de dinero.
El primo Angelo ha dejado trascender que está dispuesto a
vender su empresa para no ser afectado por los conflictos políticos. Jorge, en
cambio, aspira a emular a su primo presidente y llegar tan alto como pueda.
Sería interesante saber que dicen las cartas sobre el futuro de todos ellos y
de sus descendientes. Son, definitivamente, personas con mucha suerte.
Fuente: El País