Redacción de Utophia: Estuvimos presente en las dos primeras
audiencias del Juicio Abo III (3ra. Etapa) y pudimos conversar con el Dr. Pablo
Llonto, que forma parte de la querella y con la arqueóloga Laura Duguine,
responsable del Proyecto de Recuperación de la memoria del Centro Clandestino
de Tortura y Exterminio "Club Atlético".
Asistimos a la exposición que hizo la fiscal Gabriela Sosti destrozando el pedido de la defensa respecto a que se permitiera a los imputados permanecer en sus domicilios durante el juicio, dado el sacrificio que representaba estar presentes en el juzgado. La idoneidad y compromiso de la Dra. Sosti se ve reflejada en el reportaje que le realizaron en La Retaguardia.
Con motivo del comienzo del tercer tramo de la
causa del circuito ABO que comprendió tres centros clandestinos de detención
durante la última dictadura, en el programa radial Oral y Público sobre los
juicios a los genocidas, Fernando Tebele y María Eugenia Otero dialogaron con
la fiscal Gabriela Sosti a cerca de las particularidades de este nuevo proceso.
(Por La Retaguardia)
Foto: El Atlético (Foto:
memoriaexatletico.blogspot.com)
"Este nuevo tramo implica que seguimos
juzgando genocidas que no es poco. Con la insistencia en que las conductas más
atroces que implican delitos imprescriptibles no se sigan investigando más allá
de las coyunturas políticas e históricas. Es un desafío enorme pero habla de
una enorme sutileza cultural y jurídica enfrentarse a todas las formas de
oposición que se están planteando en este momento para que los juicios no
salgan adelante. Estos juicios son los juicios a la historia y creo que la
manera más noble que tenemos los pueblos de defendernos de la ignominia es a
través del ejercicio de la memoria y en estos juicios se perfecciona este
ejercicio", consideró Sosti.
Además, para la fiscal, "los juicios son
del pueblo, son de la gente, son de la sociedad, no tienen que hacerse puertas
adentro, no son de los jueces, no son de los funcionarios públicos, ni siquiera
son de las personas que padecieron este exterminio. Es la sociedad toda la que
está involucrada. Que se sigan desarrollando estos juicios nos interpela a sostenerlo".
Qué se trata en este tramo
"La dictadura operó bajo previsión de
impunidad y esto significa que los empleados de ese Estado asesino que operaron
adentro de los centros clandestinos no operaban con nombre y apellido sino con
seudónimos. Las personas secuestrados estaban tabicadas y vedadas de conocer la
identidad de los represores. Esta es una de las razones por las cuales no se
puede juzgar todo en un mismo tramo porque a los imputados se los va
encontrando de a poco a medida que van apareciendo datos o porque en algunos
casos están prófugos. Los tramos tienen que ver con etapas que se van
perfeccionando a medida que haya una determinada cantidad de información,
respecto de los represores o de las víctimas", definió Sosti sobre la
particularidad de esta etapa. "Después de 40 años todavía hay gente que
recién está reconociendo que estuvo adentro de un centro clandestino y a partir
de la virtuosidad de este proceso de memoria, verdad y justicia se anima a
decir 'yo quiero que el Estado me reconozca como víctima'. Los distintos tramos
tienen que ver fundamentalmente con esta circunstancia. No es que se
investiguen cosas distintas a las anteriores. Son privaciones ilegales de la
libertad, tormentos y homicidios. En este juicio se da la característica que se
investigan más homicidios que en los otros tramos, se investigan 19 homicidios.
Varían los imputados que en este caso son 8 y otras víctimas", informó.
Sosti, además, aclaró que la fiscalía acusa en
este caso por genocidio, "o sea que considero a los imputados, obviamente
en la etapa procesal en la que estamos, genocidas. Creo que estos delitos
perfeccionaron un genocidio. De los que vamos a juzgar ahora hay uno solo que
estuvo en el segundo tramo, había quedado pendiente del juicio anterior la condena
por homicidio. Es el único en este caso que se repite, que estuvo en un juicio
anterior, los otros no fueron nunca juzgados. Están con prisión domiciliaria,
que es un tema bastante particular que viene sucediendo con demasiada
frecuencia en este último tiempo". Para Sosti, la sentencia estará a
mediados del año que viene.
La repetición de los testimonios
"Hace unos años, una acordada de la Cámara
de Casación habilitó la posibilidad de que se tomaran en cuenta declaraciones
que hubieran sido prestadas en otro juicio o incluso declaraciones prestadas
por escrito. Procesalmente, el testimonio se tiene que oralizar. En principio,
en cualquier circunstancia, más allá de que la persona haya declarado en la
etapa de instrucción, tiene que volver a hacerlo en un juicio oral. En estos
casos, y como se da la eventualidad de la revictimización, se habilita que esos
testimonios sean usados. De todas maneras, yo tengo otra opinión", señaló
la fiscal y desarrolló: "Si es por una cuestión meramente provatoria,
considero absolutamente virtuoso usar declaraciones anteriores pero, por otro
lado, hay otra circunstancia y es que se trata de otros imputados, entonces las
declaraciones anteriores probablemente no hayan hablado de ellos. Entonces, el
testimonio eventualmente sería importante en ese sentido". Además,
consideró: "Un tema que no hay que soslayar es el derecho de la persona
que fue víctima o de su familiar de volver a contar su verdad tantas veces como
lo necesite, porque en muchos casos es dolorosísimo y yo jamás voy a citar como
testigo a una persona para que sienta que nuevamente entra al centro
clandestino pero en muchos otros casos, ese relato es catártico. Volver a
hablar de los compañeros, volver a ponerle nombre al compañero desaparecido es
una forma de mantener la memoria y seguir manteniendo la lucha. En ese punto,
yo no le voy a vedar la posibilidad a las personas que quieran seguir prestando
ese testimonio".
Cómo territorializaban los genocidas
"Los juicios deberían partir no
focalizándose en los centros clandestinos sino en cómo estaba diseñado el
sistema de inteligencia. Por áreas, por zonas, por subzonas. Si se hiciera así,
serían mucho más rápidos, se juzgaría otra perspectiva, otra dinámica y con
mucha más claridad y se entendería el nivel de intercomunicación que había
entre centros clandestinos, represores -que no operaban sólo sobre un centro
sino que podían llegar a hacerlo en varios-. Esto sólo se puede entender si se
piensa cómo era el sistema de inteligencia: El Atlético, El Banco, El Olimpo,
Vesubio, el circuito La Plata, pertenecían a lo que se consideraba el Primer
Cuerpo de Ejército y la subzona Capital y la subzona Once, eran el mismo
recorrido si se quiere", explicó. En este sentido, para Sosti, "no
llama la atención que haya habido dos centros clandestinos en la Capital y uno
en Puente Doce, o sea, provincia. La razón por la cual eso sucedió y por qué se
habla de circuito concentracional y no de tres centros clandestinos es porque
en realidad es un mismo centro. El Atlético, cuando se decide construir la
autopista lo tienen que demoler y hasta que construyen o adaptan el otro centro
que fue El Olimpo, momentáneamente durante seis meses se mudaron a El Banco que
era la locación disponible en el momento".
La palabra del sobreviviente
"Como funcionaria pública me hago cargo de
que el poder judicial hizo muy poco para poder develar qué fue todo lo que
pasó. A lo largo de 40 años fueron los sobrevivientes y los organismos los que
se encargaron de investigar todo lo que la justicia no investigó. Es una enorme
deuda que yo postergadamente asumo como representante del Estado pero esto es
así. El trabajo, el desafío, el esfuerzo y el riesgo que asumieron los
sobrevivientes después de lo que pasaron, el horror y las atrocidades que
vivieron siguieron encarnando el desafío de probar, de investigar, de ir a
prestar testimonio con el riesgo que eso implicó en el caso de Julio López y
hoy en día. Los sobrevivientes siguen yendo a prestar testimonio, siguen yendo
a identificar represores, siguen yendo a hablar de los compañeros
desaparecidos. Es el registro de un nivel de militancia loable", destacó
la fiscal. "Es para admirar, para reivindicar y para defender desde todo
punto de vista. Por nombrar a alguien que hizo algo alucinante, es un compañero
que fue secuestrado en El Atlético inicialmente, después pasado a El Banco,
después pasado a El Olimpo, después a Cuatrerismo de Quilmes y finalmente a
ESMA, es Mario Villani. Por nombrarlo, en realidad, nombro a muchos, pero Mario
es emblemático porque se dedicó como muchos, minuciosamente a intentar
acordarse de los compañeros de la UES que fueron secuestrados en El Atlético en
la primera etapa, donde no sobrevivió nadie", relató Sosti. De Villani
destacó: "No solamente hizo el esfuerzo de memoria para acordarse de los
compañeros sino para buscar e identificar a los represores y tenía una
libretita donde iba chequeando cada dato con una honestidad pasmosa. Una de las
cosas para destacar es que ningún sobreviviente va a vincular o sindicar a una
persona si no está seguro. Cada vez que señalan a alguien es porque esto fue
así. La reconstrucción ha sido de un nivel de honestidad increíble. Recuerdo a
Mario Villani pero hay muchos otros. Otra cosa que pasa es que se atormentan
ante la perspectiva de olvidarse del nombre de algún compañero. Parece un
desafío tremendo acordarse, porque nombrarlo es traerlo a la vida, a la
memoria". Muestra de esto es la imagen que retrata a Enrique 'Cachito'
Fukman cuando, en una recorrida judicial por La Isla del Silencio que La
Retaguardia pudo acompañár, cuenta con los dedos de sus manos los nombres de
cada compañero que estuvo allí, estirando con fuerza cada falange para darle
fuerza a su memoria.