Por Débora Mabaires
Algunos dicen que deja tierra arrasada, y es
cierto. Pero no menos cierto es que bajo esa tierra, plantaron minas
antipersonales.
Cada cosa que vas a analizar, está plagada de
trampas, desde las leyes derogadas por decretos, hasta las causas penales
truchas con las que dejan presos políticos: pasando por el desmantelamiento de
las áreas del Estado que son necesarias para la reconstrucción.
Dejan enquistados en el Estado a los operadores
de los victimarios y también, a los jueces "Whiskas" : gatos -en el
peor de los sentidos y que comen del sobrecito importado.
Dejan confusión y un sistema de lógica de agenda
podrida y nauseabunda. Mientras te ponen a hablar de lo que dijo tal o cual
operador mediático sobre los futuros ministros, invisibilizan que miembros del
directorio del Grupo Clarín actuaron como operadores judiciales no sólo armando
causas truchas, sino apersonándose en los penales para hablar con los presos
políticos y ofrecerles salir de la cárcel en 10 minutos si inculpaban a la ex
presidenta.
¿Vos entendés lo que esto significa? Olvidate
que es la ex presidenta. Estamos viendo en vivo y en directo, televisado desde
un tribunal, cómo un preso declara ante un tribunal que le armaron una causa
trucha y que Rendo y Aranda, del Grupo Clarín, iban a ofrecerles la libertad.
El silencio en torno a esto, me hizo recordar al
silencio del ex fiscal Strassera cuando Lidia Papaleo le contó, en su cama de
hospital, recién operada, todas y cada una de las torturas sufridas para
mantenerla presa con una causa trucha para que el diario Clarín, el diario La
Nación y La Razón, se quedaran con Papel Prensa. Y al silencio que hubo en
torno a su "blanqueo" cuando participó del juicio a las Juntas,
callando lo que él sabía.
Y qué casualidad! Gil Lavedra era juez. El mismo
que hoy, cobró 4 millones de pesos del Estado para actuar como
"asesor" en el armado de la causa trucha contra Cristóbal López.
Estamos otra vez ante la misma lógica:
empresarios usando a jueces y fiscales para apoderarse de empresas, y una
sociedad indiferente, más preocupada en participar del Mundial de España que de
la guerra en el Atlántico Sur que le robaría parte de su territorio marítimo e
insular.
Y serán estos personajes los que, reciclados,
volverán como victimarios en un futuro. (De hecho, tienen toda la estructura
armada para seguir siéndolo aunque no estén en el gobierno)
Si actuamos igual, los resultados serán los
mismos.
Nos dejan frente a un campo minado.
Entonces, recordé cómo se delimitaban las áreas
minadas en una guerra; se pone a caminar delante, a punta de pistola al soldado
enemigo. Si encuentra una mina plantada, la baja es del enemigo y te permite
seguir avanzando.
Tenemos que dar vuelta la página. Pero sólo
lograremos salir de este cuento de la buena pipa nefasto, si empezamos a usar
la experiencia histórica, no como remembranza, sino como estrategia de
supervivencia.
Hoy, más que nunca: Memoria, Verdad, y Justicia.
No como slogan político, sino como herramienta
fundamental de la reconstrucción.