Pacto secreto para condonar la deuda y ceder
hangares a empresas ligadas a Macri
Polémica asignación de espacios en Aeroparque a
favor de dos firmas aéreas vinculadas con la familia Macri. El pacto secreto
incluye una condonación de deuda de las empresas y un grave perjuicio para
Aerolíneas Argentinas. Cómo se trató y quiénes lo negociaron.
Por Raúl Dellatorre
A la cuestionada distribución de rutas aéreas a
favor de empresas vinculadas al presidente de la Nación, Mauricio Macri, y a su
vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, ahora se suma una arbitraria asignación
de espacios en los hangares del Aeroparque Jorge Newbery en la que Avian Líneas
Aéreas aparece nuevamente beneficiada. Y otra vez, como en el caso de la explotación
de rutas, en perjuicio de
Aerolíneas Argentinas. PáginaI12 tuvo acceso a un documento redactado por el
actual titular de Avian Líneas Aéreas, Sergio Mastropietro, en el que da cuenta
de los participantes en la negociación y del acuerdo alcanzado en beneficio de
su empresa. Avian es la heredera y continuadora de MacAir, la empresa aérea de
la familia Macri que le fue transferida a mediados del año pasado, pero que
sigue teniendo en sus cargos clave a los mismos ejecutivos que manejaban la
firma antes de la supuesta transferencia de sus acciones. Carlos Colunga, ex
CEO de MacAir, es hoy vicepresidente de Avian Líneas Aéreas.
Nota relacionada
En el
acuerdo por la redistribución de los hangares de Aeroparque intervino, además,
como representante del gobierno nacional, otra figura vinculada a los negocios
privados del grupo Macri. Carlos Martín Cobas participó en las negociaciones,
según la versión que surge del propio Mastropietro, en su carácter de director
de Logística de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación. El
detalle peculiar es que Cobas fue, hasta hace pocos meses, gerente de MacAir, y
en los registros de aportes a la seguridad social hoy figura como empleado de
Avian Líneas Aéreas.
Otro
detalle llamativo de la negociación fue la forma en que se acordó la
cancelación de la deuda que MacAir mantenía por el canon (alquiler) del hangar
que ocupaba como lugar de guarda y taller de reparación de sus aeronaves y que,
a partir de ahora, retendría Avian. Según el documento reservado al que accedió
este diario, las partes acuerdan “la conclusión del conflicto y Avian no hará
reclamo alguno por el lucro cesante ni Aeropuertos Argentina 2000 por cánones
incobrados”. Lo curioso es que la demanda de lucro cesante a favor de la
empresa de la familia Macri resultaría abstracto, ya que pese al conflicto
MacAir nunca perdió la tenencia y uso del hangar, y en cambio sí dejó de pagar
el alquiler. Como en el caso del Correo Argentino, la propuesta de cancelación
es el “no pago” y la solución ofrecida es volver “a fojas cero”.
La
adjudicación de las rutas aéreas de cabotaje y conexiones internacionales
licitadas en diciembre aún no fue formalizada, pero la principal beneficiada por
la evaluación de la Junta Asesora del Transporte Aéreo, Avian (le aprobó la
adjudicación de todas las rutas que solicitó), ya empieza a ocupar espacios en
el aeroparque porteño.
Desde
hace ya algunos años, en el Aeropuerto Jorge Newbery está programada una
reconfiguración de espacios que, entre otras reformas, supondrá el traslado de
la Base Aérea Militar Aeroparque (BAMA) –desde donde parten los vuelos
presidenciales– para la ampliación de las pistas para vuelos comerciales. Del
lado contrario a la avenida Costanera, en los terrenos del Aeroparque pegados a
la avenida Cantilo, se encuentran los hangares (del 1 al 15) para
estacionamiento y reparación de aeronaves. El lugar previsto para la
reubicación de la base aérea de uso presidencial eran, hasta ahora, el amplio
hangar 1, denominado Tango (cercano a la intersección de las avenidas Sarmiento
y Cantilo, cabecera Sur), y los hangares 2 y 3, asignados a la Fuerza Aérea.
Es, por su proximidad a ambas avenidas, el lugar más privilegiado.
La
programada reconfiguración y redistribución de espacios dio lugar a diversos
conflictos en años recientes. Uno de ellos fue entre Aerolíneas y LAN, cuando
la empresa de bandera le exigió a la firma chilena la devolución de espacios
que ésta se había apropiado. Otros tuvieron como protagonistas a Aeropuertos
Argentina 2000 y firmas privadas de taxi aéreo, porque la primera exigía la
rescisión de los contratos de alquiler y devolución de los espacios para
avanzar en la reconfiguración prevista y supervisada por el Orsna, organismo
regulador de servicios aeronáuticos. Dos de estos conflictos tuvieron como
co-protagonistas a las firmas MacAir y Baires Fly, vinculadas entre sí y
perteneciente la primera, como fue dicho, a la familia Macri. Incluso, el
actual presidente de la Nación ocupó en algún momento la presidencia de la
firma de transporte aéreo. Mastropietro, actual presidente de Avian, es
señalado como accionista de Baires Fly.
Todos
estos temas, la redistribución de los espacios de hangares y los conflictos pendientes,
se trataron en una misma reunión que tuvo lugar el 27 de enero, de la que
participaron:
Por
el gobierno nacional, Carlos Cobas, director general de Logística de la
Secretaría General de la Presidencia (que encabeza Fernando de Andreis);
Por Aeropuertos Argentina 2000, su gerente
comercial, Nicolás Mattioli;
Por
Avian Líneas Aéreas (continuadora de MacAir, anterior locataria del hangar),
Sergio Mastropietro, su presidente;
Por
Baires Fly, María Belén Grande, gerenta comercial.
Una
semana después de este encuentro, Mastropietro le hace llegar a los demás
participantes y a dos directivos del Orsna (“lamentablemente no pudo asistir a
la reunión por un inconveniente importante”, relata el titular de Avian a los
demás integrantes del pacto), un resumen del “acuerdo entre las partes
presentes”, requiriéndole a todos, “si están todos de acuerdo con lo hablado en
la reunión, firmemos a la brevedad este acuerdo así podemos comenzar a trabajar
seriamente todos, y el Estado nacional puede cobrar lo que le corresponde”. El
reclamo del presidente de la empresa privada, continuadora de MacAir (acrónimo
de Macri Airlines), está dirigido incluso al representante del Estado y a los
del órgano regulador, en un tono y lenguaje, por lo menos, llamativo.
El
acuerdo, como fue dicho, abarca tanto la distribución de los espacios como el
“arreglo de los conflictos pendientes”.
Base aérea presidencial
En su primer punto, el acuerdo desecha la
alternativa de asignar los hangares 1, 2 y 3 a la nueva base aérea
presidencial, “imposible por muchos motivos”, que no detalla. El punto 2
refiere que “Presidencia de la Nación acepta que se construya un hangar nuevo
para el Presidente en el espacio que comprende el ex hangar 10 Baires Fly más
la calle de acceso más el hangar 11 de Aerolíneas Argentinas”.
El hangar 10 es un pequeño espacio hoy
desocupado, ya que se demolió lo que antes era el hangar de Baires Fly. La
calle a la que hace referencia es un estrecho espacio que la separa del enorme
hangar 11 de tres cuerpos de Aerolíneas (ver foto), empresa que por obra del
acuerdo (sin su participación) perdería su principal espacio en el aeroparque
Jorge Newbery.
Deudas privadas
El punto 3 expresa: “Avian coordinará con AA2000
la conclusión del conflicto y no hará reclamo alguno con el lucro cesante ni
AA2000 por cánones incobrados, y comenzará con el pago mensual del canon”. Es
lo que se describió más arriba: se refiere a la deuda de MacAir por el canon no
pagado desde mediados de 2013, cuando AA2000 le reclamó el espacio dando por
concluido el contrato. MacAir recusó la resolución y logró congelarla, dejó de
pagar el canon pero siguió haciendo uso pleno del hangar, lo que convierte en
abstracto la supuesta demanda de un “lucro cesante”. La solución propuesta, y aparentemente
aceptado, equivale a condonarle una deuda que fuentes privadas estiman en seis
millones de pesos.
El punto 4 del acuerdo dice que “Baires Fly desiste de cualquier reclamo por el hangar 10 para agilizar la
construcción del hangar de Presidencia, y acepta como parte de pago el hangar
1, denominado Tango Sur, y compensación en cánones o tasas por la diferencia
del reclamo de espacio más lucro cesante y daños”.
Este último es la construcción perfecta de un
acuerdo leonino, en el que el Estado, si lo acepta, renuncia prácticamente a
todo sin uso de ningún arma de defensa. Baires Fly dice que “desiste de
cualquier reclamo por el hangar 10”, que hoy es un espacio vacío, pero una
línea más abajo se cobra “en cánones o tasas” que debería pagar en el futuro
“por la diferencia del reclamo de espacio más lucro cesante y daños”. Es decir,
desiste del reclamo y una línea más abajo pasa a cobrar. Además, se le asigna
nada menos que el hangar Tango Sur, el número 1 de acceso inmediato a avenidas
Sarmiento y Cantilo, que estaba reservado para Presidencia de la Nación.
La afortunada Baires Fly es una empresa de taxis
aéreos con dos dueños, aseguran en el ambiente privado: Luis Grande y Sergio
Mastropietro, el presidente de Avian, la misma empresa que es continuadora de
MacAir, de la familia Macri, y que tiene entre sus empleados a sueldo –según
registros oficiales– a Carlos Martín Cobas, quien representó al Estado en estas
negociaciones.