¿Ves Hugo? La consulta hubiera sido más sencilla
que con Arribas. Sin emisarios. Sin cuatro versiones diferentes. Sin pedido de
plazos para publicar la nota.
Por Cristina Fernandez de Kirchner
Una pena que Hugo Antonio María Alconada Mon no
me haya llamado o consultado antes de publicarla, como hizo en el caso Arribas.
Yo no le habría enviado distintos “emisarios”. Al contrario, lo hubiera puesto
en contacto con el contador público nacional que presenta todos los años
nuestras declaraciones juradas ante la AFIP y la Oficina Anticorrupción desde
1995, en que resulte electa Senadora Nacional. Declaraciones en las cuales
están todos los inmuebles, que es de público y notorio desde hace años son propiedad
de nuestra familia.
Hugo Antonio María Alconada Mon escribe en La
Nación. Es quien dio a conocer, en enero pasado, las vinculaciones entre
Gustavo Arribas y el “Lava Jato”, el escándalo de corrupción en Brasil
relacionado a la empresa Odebrecht.
Arribas es el actual titular de la ex SIDE,
hombre de máxima confianza de Macri, le alquila su casa y se hizo famoso por
los “negocios” de pases de jugadores de fútbol durante la presidencia de Macri
en Boca Juniors.
En enero de este año, Alconada Mon escribió
sobre la existencia de transferencias de dinero por USD 594.518 a cuentas en
Suiza que pertenecían a Gustavo Arribas, y que provenían de una cuenta en Hong
Kong controlada por un operador financiero condenado por el “Lava Jato”, quien
reconoció ante la justicia haber hecho cientos de pagos ordenados por la
empresa Odebrecht.
A partir de allí estalló el escándalo en la
Argentina y Macri lo defendió ante las cámaras de televisión. Quiso justificar
las transferencias de dinero y se las atribuyó a la compra de un inmueble.
Arribas, que estaba en Brasil, volvió de sus vacaciones y no sólo no pudo
explicar nada sobre las transferencias de dinero, sino algo mucho peor: dio por
lo menos 3 versiones diferentes -una de ellas escrita, firmada y luego
desmentida-. La última fue en el Congreso de la Nación, donde el inmueble, como
una cenicienta, se transformó en muebles y cuadros.
Sin embargo, más escandaloso –aunque mucho menos
divulgado- resultó el caso Arribas, y sus distintas versiones, cuando se
conoció la declaración como testigo de Hugo Antonio María Alconada Mon en la
causa judicial que investiga al titular de la ex Side. En su declaración,
además de aportar documentación, explicó…
http://www.infobae.com/politica/2017/02/16/el-periodista-hugo-alconada-mon-declaro-en-la-causa-en-la-que-se-investiga-a-gustavo-arribas/
“como fueron las consultas que hizo con Arribas,
a través de ‘emisarios’, antes de publicar la nota el miércoles 11 de enero”.
Contó que “el viernes anterior a la publicación hizo el primer llamado al jefe
de la ex Side para explicarle que información tenía y para que diera su
versión. Luego de ese llamado se comunicó con él un emisario de Arribas, quien
dijo que “sabía quién era Meirelles, pero que Arribas sostenía que ninguna de
esas operaciones era verdadera”. Luego de esa afirmación, el emisario le pidió
al periodista si era posible que le facilitara copias de las transferencias
para buscar mejor y que le diera 24 horas. Al día siguiente, el emisario de
Arribas –siempre según la declaración de Alconada Mon a la que accedió Infobae–
“cambió la versión y dijo que todas las operaciones correspondían a la venta de
un inmueble en San Pablo, en el año 2013. Me pidió 24 horas más para terminar
de buscar los datos y me pidió que aclarara en la nota que el señor Arribas no
era contribuyente fiscal en ese momento en la Argentina”.
“Pocos minutos después –agregó Alconada Mon- me
llamó un segundo interlocutor de Arribas para decirme que toda la operación era
en negro y que iba a tomar tiempo para poder demostrarlo pero que Arribas
estaba allí (en la AFI) por el bien de la patria”.
“Luego -amplió Alconada Mon- volvió a llamarme
el primer emisario de Arribas y dijo que el segundo emisario de Arribas era un
boludo y no estaba autorizado a decirme que la operación era en negro. Al día
siguiente el primer emisario de Arribas cambió por tercera vez la versión y
dijo que solo una transferencia, por 70 mil dólares correspondía a la venta de
un inmueble en San Pablo en 2013 y que desconocía las restantes cuatro y me
pidió 24 horas más para entregarme la documentación. Al día siguiente, ya
lunes, volvieron a cambiar la versión, dijeron que no me iban a dar
documentación, sino copia de un e-mail que el banco de Suiza le había dado a
Arribas para finalmente, cuando nos reunimos en el bar Puros, del microcentro
porteño, sólo me mostraron un supuesto mail, sin membrete del Banco Credit
Suisse, se negaron a entregarme copia para que yo la verificara, como habían
prometido y procedieron a evaluar que mi proceder era malicioso. Momento en que
di por terminada la reunión y tras cinco días de esperar y recibir versiones
contradictorias entre sí, avanzamos hacia la publicación, al día siguiente
miércoles 11 de enero”.
De todo esto que leíste, Hugo Antonio Maria
Alconada Mon, no escribió nada en La Nación ni le contó a sus lectores. Es más,
jamás volvió a escribir sobre Arribas, las cuentas en Suiza y el “Lava Jato”.
Nunca se supo cual fue la razón, aunque la
imaginamos. Entiendo que lo único que volvió a firmar sobre el tema fue la
declaración testimonial que acabas de leer. Lástima, creo que sus lectores se
merecían mayor fidelidad y honestidad periodística.
Sin embargo, Hugo Antonio María Alconada Mon
volvió a firmar una nota en La Nación, pero no sobre Arribas. ¿Adivina con
quién se despachó? ¿Con Macri y el Correo? No. ¿Con Macri y Avian, la línea
aérea de su familia? No. ¿Con Macri y los peajes? Menos. ¿Con los increíbles
cuentos de Arribas y el “Lava Jato”? Tampoco. ¿Con CFK tal vez? Acertaste. Mirá
el título: “Detectaron más inmuebles que los Kirchner ocultaron”.
Una pena que Hugo Antonio María Alconada Mon no
me haya llamado o consultado antes de
publicarla, como hizo en el caso Arribas. Yo no le habría enviado distintos
“emisarios”. Al contrario, lo hubiera puesto en contacto con el contador
público nacional que presenta todos los años nuestras declaraciones juradas
ante la AFIP y la Oficina Anticorrupción desde 1995, en que resulte electa
Senadora Nacional. Declaraciones en las cuales están todos los inmuebles, que
es de público y notorio desde hace años son propiedad de nuestra familia.
Hablando con el contador y con documentación y
títulos de propiedad en mano, se podría haber enterado que Néstor Carlos
Kirchner tenía más de 20 propiedades antes de asumir como Intendente de la
Ciudad de Río Gallegos. Que los departamentos que presenta como no denunciados
ante la AFIP son complejos habitacionales y están declarados como tales. Pero
lo que es aún más importante, se habría enterado que nosotros sí somos
contribuyentes -no como el Sr. Arribas-, que pagamos impuesto a las ganancias y
bienes personales a la AFIP, Ingresos Brutos en Santa Cruz e impuesto
inmobiliario en las municipalidades correspondientes. Y que todos los inmuebles
que pertenecen a la familia siempre estuvieron declarados y que inclusive,
alguno de los que menciona en el artículo como no declarados, fueron adquiridos
con anterioridad a que Néstor Kirchner fuera Gobernador de Santa Cruz, en la
época que la AFIP no existía y los impuestos se pagaban a la DGI. Desde esa
época los Kirchner pagan impuestos en la República Argentina.
¿Ves Hugo? La consulta hubiera sido más sencilla
que con Arribas. Sin emisarios. Sin cuatro versiones diferentes. Sin pedido de
plazos para publicar la nota.
¿O será que necesitabas un título como éste para que
te perdonen y te dejen volver a escribir en La Nación? ¿O tal vez te lo
pidieron para la campaña sucia de la ANTMA (“Agencia Nacional de Trolls
Macrista”), tan de moda en los tiempos que corren para hostigar científicos,
maestros y otros compatriotas, tan extravagantes, que reclaman trabajo y
salarios dignos?
Fuente: Nac&Pop