El accionar de la policía de la Ciudad de Buenos
Aires volvió a ser noticia luego de que un efectivo matara de una patada a
Jorge Gómez de 41 años. Pero no se trata de un hecho aislado sino que es parte
de un incremento represivo bajo la gestión del macrismo, según informa la
Coordinadora contra la represión policial e institucional (CORREPI).
Como refleja el último informe realizado por la
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) el año
pasado sobre la base de un archivo que recopila los casos de víctimas fatales
de la represión estatal, en tres años, Cambiemos se convirtió en el gobierno
con más muertes en manos del aparato represivo desde la vuelta de la democracia.
En promedio, una persona es muerta a manos de la
violencia estatal cada 21 horas superando “la barrera de un muerto por día a
manos de su aparato represivo” algo que no sucedía desde el fin de la
dictadura, detalla el informe.
Entre el mes de diciembre del 2015 y febrero del
2019, “un total de 1.303 personas” fueron víctimas de este tipo de violencia
institucional. Una cifra que “representa el 20% del total desde diciembre de
1983 en poco más de tres años”.
En lo que respecta a la Policía de la Ciudad,
creada en 2017, el documento registra 43 casos fatales en 26 meses de
existencia. Sin contar las 22 víctimas a manos de la Policía Metropolitana
entre 2011 y 2017, esto da un promedio de dos muertes por mes.
A su vez, explica que “más del 85% del total de
personas asesinadas por el aparato represivo estatal” estaban detenidas o
caminaban por un barrio tal como sucedió con Jorge Gómez, del cual resta
esperar los resultados de la autopsia para ver si el infarto que sufrió se
debió a la patada al plexo que recibió del policía motorizado o al golpe de la
cabeza contra el asfalto que sufrió al caer hacia atrás.
A la par del aval del gobierno a la llamada
“doctrina Chocobar” tras el respaldo de Mauricio Macri y la ministra de
Seguridad, Patricia Bullrich, al policía que mató a un ladrón por la espalda,
se “invisibilizan los homicidios de gatillo fácil contra jóvenes y pobres, que
sólo trascienden en circunstancias muy particulares, o cuando son seguidos de
una fuerte reacción popular que atraviesa el muro mediático”, concluye el
informe.
Al respecto, en estos días tendrá lugar la
resolución judicial del caso de Lucas Cabello. En noviembre del 2015, Ricardo
Luis Gabriel Ayala, agente de la Policía Metropolitana, dejó hemipléjico a
Lucas tras dispararle tres veces en un pasillo de un hotal familiar del barrio
de La Boca.
Fuente: Notas Periodismo Popular