En busca del PBI perdido
N.R. de Utophia.- Un lector de sitio Chequeado.com, Eduardo Galli, dio una explicación muy buena sobre la frase que tanto repiten los funcionarios del gobierno y sus seguidores: "El
primero que dijo que se habían robado un PBI fué el “arrepentido ” Fariña que
no tenía idea de lo que estaba diciendo y que quería demostrar que estaba MUY
arrepentido. Los periodistas que apoyan al gobierno de Macri hicieron circular
profusamente la grabación pero por supuesto sin confirmar la cifra, porque era
una burrada total y ellos lo sabían, pero se callaron la boca y dejaron correr.
Por eso ahora mucha gente tiene esa duda. Observen que ningún economista por
macrista que sea se atreve a afirmar semejante cosa. Si alguien hubiera podido
robar el PBI de un año la Argentina no existiría más. (Es de alrededor de 600
mil millones de dólares)"Por Sebastián Fernández | 14 de febrero de 2019
Quienes de manera periódica repiten que el
kirchnerismo se robó un PBI, no necesariamente retoman aquel cálculo que
hiciera el arrepentido Leonardo Fariña con Jorge Lanata para hacer la denuncia.
Es más, la cifra aumenta en función del ahínco del periodista de turno,
llegando incluso a dos o más PBI. Pero, ¿qué significa un PBI?
“Si no hay pan, que haya circo”.
Carlos Pagni | agosto 2018
Hace algunos años, el arrepentido Leonardo
Fariña denunció en una entrevista con el periodista Jorge Lanata que Néstor y
Cristina Kirchner “se robaron un PBI”. Aportaba de esa forma la piedra basal
del delirio antikirchnerista, el agujero negro que explica todos los males, incluyendo
aquellos padecidos durante el gobierno de Cambiemos. La cifra era el resultado
de un cálculo pormenorizado: “Si tomás todos los negocios que tenían, en doce
años, aunque sea un PBI de un año se robaron. 120.000 millones de dólares. Obra
pública, energía, petróleo, telecomunicaciones, todo. Sí, seguro. Más de 10.000
millones por año”.
Quienes de manera periódica repiten la denuncia,
no necesariamente retoman dicho cálculo. Es más, la cifra aumenta en función
del ahínco del periodista de turno, llegando incluso a dos o más PBI. En todo
caso, como ocurre con la Santa Trinidad que es uno y a la vez tres, el misterio
del PBI robado no impide que sus entusiastas lo tomen como una verdad revelada.
En una entrevista con Luis Novaresio, su colega
Pablo Sirvén argumentó que la corrupción kirchnerista no es comparable con la
del gobierno de Cambiemos: “No es lo mismo robarse un PBI que perder un
papelito de una offshore”, una afirmación categórica que no generó la menor
inquietud periodística en su entrevistador. Marcelo Longobardi, más mesurado,
afirmó en su programa de radio que un PBI “le parecía mucho”. Por su lado y
luego de citar la cifra robada con precisión helvética, Alfredo Leuco afirmó
que “no alcanzan las palabras ni los adjetivos para definir al aparato más
formidable que se haya gestado en la historia argentina al servicio del
enriquecimiento sideral e ilícito de un grupo de saqueadores”.
El rudimentario Waldo Wolff, diputado nacional
por Cambiemos, llegó a explicar el aumento de la tarifa del transporte público
e incluso el accidente de Once porque “se chorearon un PBI”.
Pero, ¿qué significa un PBI (Producto Bruto
Interno)? Según la economista Diane Coyle “es una abstracción que suma todo,
desde los clavos a los cepillos de dientes, tractores, zapatos, cortes de pelo,
consultoría estratégica, limpieza de las calles, clases de yoga, platos,
parches, libros y los millones de otros servicios y productos de la
economía”. Por supuesto, esa sumatoria
luego es ajustada por inflación y otros factores para poder ser comparable con
cifras de otros países.
Según el cálculo de Fariña, Néstor Kirchner y CFK se quedaron, año tras año, con el 10 por ciento de la abstracción que menciona Coyle. Para poder llevar esa enorme cantidad de recursos a sus bóvedas, debieron tomar antes la precaución de generarla, es decir que la Argentina tuvo que crecer durante 12 años a una tasa anual del 10 por ciento. Pero a ese crecimiento clandestino –ya que, por razones obvias, no figura en ningún registro-– debemos sumarle el crecimiento que sí estimó el INDEC para ese período, de 4,1 por ciento de promedio anual.
Para resumir, si sumamos el crecimiento
clandestino y el que señalan las estadísticas oficiales aceptadas por el
gobierno actual, durante los 12 años de gobierno kirchnerista, el PBI del país
(conformado como ya vimos tanto por la fabricación de tractores y zapatos como
por las clases de yoga) creció un promedio de 14,1 por ciento cada año. El
Nobel de Economía sería un reconocimiento insuficiente para los responsables de
una tasa de crecimiento nunca vista en la historia de la humanidad.
Fuente: Nuestas Voces