La querella y la fiscalía presentaron sus
alegatos contra Alfredo Manuel Arrillaga. Durante el juicio se cayeron las
coartadas del Ejército. El veredicto se conocerá el 12 de abril.
Por Jesús Cabral
28 de Marzo de 2019
En los alegatos del juicio por la represión
militar en el cuartel de La Tablada, la querella y la fiscalía coincidieron en
pedir prisión para el ex general Alfredo Manuel Arrillaga, como "autor
mediato de homicidio con alevosía en perjuicio de José Alejandro Díaz". El
1 de abril será el alegato de la defensa y el 12 el Tribunal Oral Federal 4 de
San Martín dictará el veredicto final.
Todo comenzó cuando un grupo del Movimiento
Todos por la Patria (MTP) ingresó a La Tablada "con la convicción de
impedir nuevos alzamientos militares", como aseguró Ernesto 'Coco'
Lombardi, uno de los miembros de la querella. Entre esos militantes ingresó
Díaz, de entonces 29 años. La clave para identificarlo en fotos y videos de la
época fue una vincha que tenía en la cabeza para cubrir la herida de un
proyectil 7,62 milímetros, calibre del FAL, sin orificio de salida. Junto con
él, en la guardia, estaban otros 10 militantes del MTP, tres soldados y tres
desertores. Desde un primer momento las fuerzas de Arrillaga supieron que había
conscriptos y desertores allí. Sin embargo, su orden fue no dejar a ningún
militante del MTP con vida.
A lo largo del juicio se probaron todas las
denuncias que se vienen sosteniendo desde aquel 23 de enero de 1989: que hay
cuatro desaparecidos que estaban con vida al momento de la rendición y que
mediante una trama entre la Justicia y el Ejército se quiso ocultar. La
querella considera al ex general Arrillaga coautor del hecho, por eso pidió
cárcel común.
Las mentiras
Los militares armaron una coartada para ocultar
que Díaz e Iván Ruiz, del MPT, fueron detenidos y posteriormente fusilados y
desaparecidos. La versión oficial sostenía que mientras ambos estaban al
cuidado del sargento Ricardo Esquivel, lo mataron y se fugaron. Sin embargo,
durante el juicio se tuvo por acreditado que estuvo todo armado por el juzgado
de Morón. Hubo varios militares retirados que reconocieron que en los
testimonios de esa época mintieron por órdenes de sus superiores, para encubrir
estos crímenes de Estado.
Según se reconstruyó en el juicio, los soldados
y desertores que lograron escapar de la guardia se identificaron con Carlos
Naselli -primer militar con el que entraron en contacto- y señalaron como
atacantes a Ruiz y Díaz, quienes fueron sometidos a interrogatorio bajo tortura
en los fondos del cuartel por el teniente Jorge Varando, entre otros. Luego,
ambos fueron trasladados al puesto de comando de Arrillaga donde los volvieron
a torturar y los sacaron del cuartel en un Ford Falcon blanco.
"Esa fue la última vez que se los vio con
vida, fueron asesinados y sus cuerpos posteriormente desaparecidos",
detalló el abogado Lombardi.
En los alegatos de la querella quedó en claro
que el plan criminal estaba en marcha: las personas que se encontraban dentro
de la guardia no podían salir del lugar por las balas que caían sobre el
edificio, por lo que se encontraban condenadas a morir en su interior por el
fuego. Algunos, fortuitamente, lograron hacer ceder un barrote y escaparon. No
corrieron la misma suerte los heridos, quienes murieron allí calcinados.
“Los familiares y compañeros de los desaparecido
del MTP queremos que haya una condena ejemplar y dejar denuncias hechas para
poder hacer otros juicios donde se investigue la desaparición de Carlos
Samojedny y mi papá, Francisco Provenzano. Ambos se encuentran desaparecidos
desde la rendición. Fueron detenidos e interrogados y posteriormente
desaparecidos. Por ello queremos más juicios para poder tener justicia ante
estas terribles violaciones a los Derecho Humanos”, expresó Irene Provenzano,
hija de un militante desaparecido.
Después de 30 años de impunidad, se conocerá la
sentencia de la Justicia para el ex general Arrillaga, que estuvo a cargo del
operativo y que es el único militar sentado en el banquillo de los acusados. A
lo largo del juicio fueron apareciendo varios cómplices judiciales y militares.
Entre los testimonios también se pudo reconstruir la muerte del sargento
Ricardo Esquivel, ocurrida durante el combate: fue asesinado por una tropa del
ejército.
Fuente: Tiempo AR