Según el último informe del Observatorio de
Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, los productos de
la canasta de alimentos aumentaron hasta un 123,7% en un año.
En los últimos doce meses entre los productos
que más aumentaron están la harina (123,7%), los fideos (64,9%), el arroz
(54,6%), los huevos (53,4%), el aceite (48,9%) y el pan francés (46,6%).
“Los productos alimenticios verifican aumentos
superiores al promedio de los demás bienes y servicios de la economía. Este es
uno de los resultados más evidentes del proceso de transferencia de recursos
que implica toda devaluación”, remarca la infografía vinculada a la Carrera de
Economía de la UNDAV, que dirige Santiago Fraschina.
Los números surgen del relevamiento de una
“canasta de alimentación esencial” de elaboración propia, confeccionada bajo
parámetros kilocalóricos básicos para mantener una alimentación saludable, y
consolidan un valor de $1.028 para la canasta “económica”, de $1.282 para la
canasta media y de $1.936 en la canasta premium.
Estos datos arrojan que la canasta de
alimentación esencial sufrió aumentos de hasta 42,5% en el último año, con un
notorio agravante en las marcas del segmento “económico”, que fueron las que
mayores aumentos verificaron.
Asimismo, los segmentos medios y premium
mostraron sendos aumentos anuales del 39,2% y 28,2%, respectivamente.
En este marco, si analizamos los incrementos de
los últimos tres años, la canasta alimentaria tuvo un aumento acumulado del
120%.
La evolución temporal, marca que la canasta
promedio costaba tan sólo $583 en agosto de 2015; después de la primera ronda
devaluatoria de fines de ese año, el monto trepó hasta los $779 y, con el
fuerte proceso inflacionario, en 2017 alcanzó los $921, mientras que en la
actualidad subió a los mencionados $1.282.
En un análisis de poder de compra, la situación
también se presenta acuciante: ocurre que el peso de la canasta de alimentación
esencial se incrementó fuertemente sobre los presupuestos familiares.
Por caso, el porcentaje medio de costo de una
canasta en relación a una AUH subió 7,4 puntos porcentuales. En relación a una
jubilación mínima aumentó 1,4 puntos y en función al salario medio subió en 0,7
puntos.
“La suba acelerada de precios afecta de manera
diferencial a los primeros deciles en la distribución del ingreso. Sin mayor
posibilidad de cubrirse en entornos de alta volatilidad, los sectores populares
destinan buena parte de sus ingresos a la adquisición de productos alimenticios
y derivados”, analiza el informe universitario.