El funcionario dijo que se tiene que defender
como si fuera un pirata del asfalto o un narcotraficante y alertó por la
"fragilidad institucionalidad" de la Justicia. "Si uno no hace
lo que quiere el poder, se transforma en un sospechoso", afirmó.
El fiscal Federico Delgado alertó por los jueces
que aceptan a privados ser querellantes en las causas. "Cualquier persona
que dice ser querellante, que por una triquiñuela lo dejan querellante y
reemplaza al Estado", sostuvo.
El fiscal federal Federico Delgado aseguró que
la causa en su contra iniciada por presuntas irregularidades en torno a la
investigación sobre el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI),
Gustavo Arribas, fue "inventada" por el juez Claudio Bonadio y
denunció que es víctima de una "persecución" judicial.
El viernes pasado, Sala II de la Cámara Federal,
integrada por los jueces Martín Irurzun (votó en disidencia), Leopoldo Bruglia
y Mariano Llorens, revirtieron la desestimación de la denuncia realizada por el
juez Daniel Rafecas, por considerar que había sido prematura y que resulta
necesario producir primero una serie de medidas de prueba, en el marco de la
pesquisa por el cobro sobornos de Odebrecht.
Se trata de un expediente en que el querellante
Arribas alega que los fiscales Delgado y Sergio Rodríguez, este último titular
de la Procuraduría de investigaciones Administrativas (PIA), cometieron el
delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" al
recibir declaración testimonial sin tomarle juramento a Leonardo Meierelles
(financista brasileño involucrado en el "Lava Jato") en la causa por
supuestos sobornos en el marco de contrataciones de Odebrecht en la Argentina,
que se sigue ante el Juzgado Federal 7.
El juez Bonadio tiene a su cargo una denuncia
presentada por Arribas por falso testimonio contra Meirelles, quien testificó
en su contra acusándolo de haber recibido sobornos de Odebrecht para acceder a
la obra pública en la Argentina. Semanas atrás, el juez dispuso la captura
internacional de Meirelles y denunció a los fiscales Delgado y Rodríguez por la
declaración al "arrepentido" sin tomarle juramento de decir la
verdad, tal cual prevé el Código Penal.
En su fallo, Bonadio dijo que no estaban
comprobadas las transferencia de las que habló Meirelles a favor de Arribas
sino sólo la que él reconoció por u$s 70.000 por la venta de material
mobiliario a un empresario brasilero en la que aquel intervino como
intermediario.
En este marco, Delgado denunció la gravedad de
la maniobra de la Cámara Federal, Arribas y Bonadio. "Esto es grave,
nosotros ponemos el cuerpo, nos inventan causas y nos persiguen de manera
deliberada. Uno siempre piensa que la AFI hace cosas a medida, pero esto es a
pedido directo del jefe, que es grave, pero es un mensaje brutal hacia adentro
del sistema judicial", sostuvo en diálogo con Radio 10.
"Está difícil a cosa para hacer nuestro
trabajo. La denuncia es literalmente un helado caliento, ni si quiera es un
invento. Pero además de la persecución contra mí y contra Rodríguez, tiene un
efecto horrible para adentro dela burocracia judicial desde ahora. La Cámara
Federal, con el fallo de Bruglia y Llorens, le dicen a Rafecas que tiene que
recrear a escena del crimen, que es una telefónica con Brasil. Ahora significa
que tiene que declarar y desfilar técnicos en computación, secretarios,
traductores públicos, asistentes nuestros, que nada tiene que ocultar. Pero
ahora, ¿con qué cara les pedimos después a nuestros equipos de trabajo que nos
ayuden si por tomar una simple declaración testimonial tiene que darle
explicaciones a un juez federal? Es terrible en términos de incentivo",
aseveró.
Según Delgado, el riesgo que se corre es que en
cualquier proceso judicial un asistente de fiscal se niegue a hacer sus tareas
por temor a ser imputado, procesado o detenido. "Nos van a decir yo no
tomo la declaración, tómala vos porque después un tipo me denuncia y la Cámara
Federal me obliga a que declare ante un juez federal. Es tremendo. El disciplinamiento
ya no es hacia un fiscal, sino hacia todos", advirtió.
"Ni Rodríguez ni yo tenemos la culpa de que
Meirellies haya dicho: 'mi plata la recibió Arribas'", dijo, y aseguró que
eta denuncia la "inventó" el magistrado federal Claudio Bonadío.
"Tengo dos denuncias inventadas, otra la inventó (Marcelo) Martínez de
Giorgi. Son dos denuncias inventadas. Desde hace mucho tiempo tengo un abogado
que me defiende como si yo fuera un pirata del asfalto o un narcotraficante. Me
preocupa más a allá de la cuestión personal, que uno se la tiene que bancar, la
demuestra la fragilidad institucionalidad. Hay un callejón que si uno no hace
lo que quiere el poder, automáticamente se transforma en un sospechoso".
"No recuerdo casos de persecución a
fiscales como los que estamos viviendo hoy. Sufrí persecuciones hace muchos
años por los sobornos del Senado, pero así no recuerdo", agregó.
El funcionario recordó que los fiscales
generalmente sufren muchas denuncias de acusados, pero que los jueces le ponen
un "coto" a esos procedimientos para protegerlos. "En mi caso
los fiscales y el juez dijeron que no hay que investigar, pero por una tergiversación
de la ley en la Argentina se privatizó la acción penal: cualquier persona que
dice ser querellante, que por una triquiñuela lo dejan querellante y reemplaza
al Estado. En Occidente el único que puede investigar es el ministerio Pública
Fiscal, que es el Estado, pero acá por una deformación de la ley cualquier
querellante puede impulsar una investigación. Es el máximo grado del
neoliberalismo, va a en contra de lo que se inventó en 1789, con la revolución
francesa. O sea, estamos en un verdadero proceso de pre-Revolución",
remarcó.
Fuente: Ambito