El especialista en Medio Ambiente explica que,
además del negocio económico que persigue, la quema de basura genera partículas
cancerígenas. Denuncia la estrategia oficial para el "tratamiento
exprés" y el efecto sobre las cooperativas de cartoneros, únicos
responsables de recuperar los residuos.
Mariano
Martino
La incineración de basura volverá a ser una
realidad de la Ciudad. La discusión de las modificaciones de la ley de Basura
Cero sucedió en tiempo récord y el tema pasó desapercibido para los porteños.
Enrique Viale es abogado ambientalista y fuerte crítico de la
termovalorización, el proceso por el cual se obtiene energía a partir de la
quema de basura. "Además de los problemas ambientales, el sistema tiene
una consecuencia social impredecible que son los 6000 cartoneros que ven
peligrar su trabajo. Es gente que está desesperada. Son personas que habían
vuelto al sistema, que habían creado un lugar de contención, un círculo
virtuoso y ahora pueden volver atrás", explica. También descarta las
comparaciones con los países europeos. "Allá se recicla entre el 70% y 80%
y se quema el resto. En la Ciudad habría que quemar el 90%. Por eso es
necesario reciclar y generar la menor cantidad posible de deshechos",
apunta.
–¿Qué cambia con las modificaciones a la ley de
basura?
–Es un cambio de paradigma total. Veníamos con
una lógica que significaba un tratamiento integral de los residuos sólidos
urbanos e ir reduciendo la cantidad que termina en disposición final en el
relleno de la Ceamse. Para eso es necesario reciclar y lograr una menor
generación de basura. Ahora vamos hacia una lógica lineal en vez de circular.
La basura cero implica ventajas ambientales: si algo vuelve no necesitás
fabricarlo de nuevo. En el paradigma lineal, cuando produzco algo, lo tiro y se
quema y luego se vuelve a fabricar. Eso es lo que el gobierno quiere esconder.
–¿Qué significa la incineración de residuos?
–Es quemarlos en grandes hornos. No es como hace
50 años que cada edificio tenía sus hornos, sino que está unificado. La
combustión de distintos materiales que a veces son desconocidos emite dos
partículas cancerígenas que se llaman furanos y dioxinas.
–¿Si se usa en países desarrollados, por qué no
podría aplicarse en la Argentina?
–Hace 30 o 40 años algunas ciudades de Europa
adoptaron este sistema pero ahora están en retirada. El parlamento europeo
emitió una disposición para que sus miembros comiencen a abandonar el sistema.
El problema con la contaminación atmosférica es que los seres humanos terminan
absorbiéndola. En el mundo hay 6 millones de muertes por año por respirar aire
impuro, pero no es algo inmediato. Pasa siempre con lo ambiental: cuando se
produce un derrame los lobbistas desafían a los ambientalistas porque no hay
muertos en el momento, pero son cuestiones que se manifiestan con el tiempo. Y
eso ayuda a la impunidad.
–Se habla de la posibilidad de importar basura,
¿por qué?
–Estas plantas terminan siendo muy demandantes:
se convierten en grandes devoradores de basura para mantener el ritmo de quema.
El trabajo para concientizar a las personas para que reciclen no funcionó bien
por responsabilidad del gobierno. Buenos Aires recicla el 10% de la basura que
genera y Europa recicla entre el 70% y el 80%, es completamente distinto quemar
el 90% de la basura que quemar el 20% o 30 por ciento.
–Denunció una maniobra para
"convencer" periodistas para que escriban a favor del sistema. ¿De
qué se trató?
–Expusimos una serie de documentos del gobierno
donde mostraban cómo pretendían manipular a la opinión pública y presionar a
periodistas y medios a través de la pauta oficial y de viajes al exterior. Es
un delito coaccionar con la pauta oficial y usar fondos públicos. El documento demuestra
que gobierno vició el proceso de sanción de una ley, ocultó cuestiones básicas
sobre lo que significa la termovalorización. En un cambio de paradigma de
política pública la sociedad tiene que estar bien informada, de forma veraz y
oportuna. Es la democracia, no estamos vendiendo televisores.
–¿Qué rol cumplen los cartoneros en el reciclado
de la basura?, ¿pueden perder sus fuentes de trabajo?
–Los que más han hecho por el reciclaje son los
cartoneros, son los mayores ambientalistas del país. Ese 10% que se recicla es
gracias a ellos. Hay miles de toneladas que no terminan en los rellenos por
ellos. Y son los más perjudicados por este cambio de paradigma: peligran sus
puestos de trabajo, las cooperativas están en peligro. Van a competir con la incineración
por los residuos. El gobierno asegura que va a continuar con las políticas,
pero al cambiar la ley cambian las prioridades. Además hay una lógica de
concentración: lo que estaba disperso en miles de cooperativistas termina en
las manos de dos o tres empresas que se harán cargo de todo el reciclado.
–En el gobierno insisten por el lado de la
generación de energía, ¿lo ve como algo positivo?
Fuente: Tiempoar