Por: Enrique Amestoy
Sin duda alguna tanto los medios masivos de
comunicación tradicionales como los nuevos, basados en las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, son herramientas claves e imprescindibles en las
nuevas estrategias en la lucha por el control hegemónico y son la base de los
nuevos modelos de guerras, basadas en desgastes, difusión de información falsa
o generación de masa crítica tras la difusión de noticias falsas o tendenciosas
más los ataques cibernéticos concretos.
Las guerras de cuarta generación requieren de la
combinación de estrategias en las que el control de los medios de comunicación,
las redes informáticas tanto físicas: fibra óptica, cables, computadores y
dispositivos electrónicos para el tráfico y generación de información, como las
redes sociales como nueva herramienta de difusión, son objetivos claves. Vimos
surgir la llamada “Primavera Árabe” con la inmolación de Mohamed Bouazizi,
informático desocupado, vendedor de frutas, en Túnez en diciembre de 2010. Allí
se dispararon herramientas de información y contra información basadas casi en
su totalidad en las nuevas Tecnologías de la Información (TIC). Varios
gobiernos bloquearon el acceso a las redes debido al poder de convocatoria que
tuvieron las redes sociales, llevando a millones de personas a la calle a
manifestarse. También vimos a Microsoft apoyando el “lock-out” petrolero en
Venezuela en 2012, dando acceso a los computadores vía sus sistemas operativos
para bloquear la salida de hidrocarburos y poner al país al borde del Golpe de
Estado.
La propiedad y el control de las fibras ópticas
submarinas que comunican al mundo entero, está en manos de corporaciones que
responden a los diferentes ejes de poder político centrales. Entre ellas
Telefónica, Google, China Telecom, etc. Las mismas potencias centrales poseen,
por ejemplo, submarinos no tripulados capaces de realizar ataques físicos
(cortar los cables) en pocos minutos lo que incomunicaría parcial o totalmente
a la humanidad entera: el equipamiento industrial o médico, por ejemplo, depende
de computadores y conexión a internet, el sistema financiero va camino a
abandonar el papel moneda y manejarse exclusivamente con “dinero electrónico”
que no es otra cosa que millones de transacciones por redes informáticas, desde
dispositivos electrónicos, dependiendo en forma exclusiva de las redes
informáticas y software para ello.
El “no tengo nada que ocultar” que ha impuesto
el sistema y que oímos decir todos los días tanto a amigos como a altos
dirigentes políticos, ha llevado a que toda la información financiera, militar
y civil esté almacenada en computadores centrales alojados ¿donde? en su
mayoría, ¡oh casualidad! en EEUU, Alemania o China. Y todo está diseñado para
que sea mas simple, de lindos colores, de tocar un botón y subir a “la nube” el
documento de síntesis del Congreso del Partido, la contabilidad de todos y cada
uno de nosotros o la foto del gato sentado al sol. Todo guardado en grandes
computadoras sin NINGÚN CONTROL por parte de nosotros, los usuarios o los
Estados!
El estado de bienestar basado en ese cúmulo de
servicios “gratis” es aplaudido por la mayoría de los ciudadanos del mundo
entero. Un par de clicks y todo parecería estar resuelto! ¿Acaso alguien se
pregunta quién paga los millones de dólares que requiere Google, por ejemplo,
para mantener sus mega centros de datos donde almacena en forma “gratuita”
nuestra información? ¿Por qué nos aparecen “mágicamente” publicidad en redes y
servicios de correo de las cosas sobre las que hemos estado buscando en la
internet o incluso chateando o “whatsapeando”? ¿Por qué el WiFi gratis ofrecido
en espacios públicos de Montevideo por la firma “UNO WiFi”, sugiere publicidad
sensible al contexto y los intereses del usuario? ¿Quién hace esas magias?
¿Quien paga y quien gana, en tanto vivimos en capitalismo puro y duro? Los
“filántropos” como George Soros o Mark Suckerberg se sacan fotos con Pepe
Mujica y Dilma Rouseff y pocos se preguntan ¿para qué?
El sistema ha logrado centralizar la información
de la población mundial. Y con la capacidad de cortar la conexión en muy pocas
horas, lo que llevaría al caos mundial, o tal vez a cosas imprevisibles como
que misiles se dispararan solos o si un ataque a sus propias computadoras lo
haría. También hay información semi pública que da cuenta de los países
centrales “juegan” a sacarse de órbita satélites de comunicación o espías o a
controlar su equipamiento militar exclusivamente desde las redes. La Soberanía
ha pasado a ser un concepto cada día mas abstracto: en lo particular el término
recientemente acuñado: Soberanía Tecnológica.
El único país que venía “salvándose”,
irónicamente gracias al bloqueo, era Cuba: no podía conectarse con los cables
de fibra submarina que en su mayoría TODOS pasan a pocos kilómetros de la costa
de la mayor de las Antillas. Sus computadoras, redes, software y demás estaban
todos dentro y con una única salida “al mundo” vía satélite mas un cable de
fibra que tendiera Venezuela gobernada por Chávez. En el pasado año se ha
sabido de convenios Google-Cuba lo que no deja de preocupar y habla claramente
de la intención, para nada velada, del gigante imperialista de conquistar ese
gran mercado cuasi virgen pero fundamentalmente de entrar para poder agregar
control a uno de los pocos puntos del mundo en donde aún no lo han logrado
hacer.
Pero el mercado y el estado de bienestar nos
hacen ver a cada instante de que somos dueños de nuestros dispositivos
informáticos, al igual que el Estado lo es; que somos dueños de la tecnología y
que la manejamos y utilizamos a nuestro total libre albedrío. La cruda realidad
es que no somos mas que tristes dueños de un montón de fierritos, cables y
chips, que por cierto nos los venden como si de oro en polvo se tratase. Pero
en ningún caso somos dueños de la información y menos aún de los programas que
corren “por debajo” de los que usamos a diario en nuestros dispositivos, que no
los vemos ni sabemos que cosas hacen, no sabemos que existen, pero se ejecutan
en nuestros computadores, consolas de juego o celulares para espiar, escuchar y
controlar nuestro movimiento.
Gracias a las revelaciones, sobre vigilancia
mundial de Edward Snowden en junio de 2013 se supo que, por ejemplo, la
presidenta Dilma Rouseff así como la petrolera Petrobras, venían siendo
espiadas por mucho tiempo. Objetivo político y económico en tanto Petrobras
comenzaba las prospecciones petroleras que darían Soberanía Energética al “país
continente”. Otros mandatarios han sido y son espiados todo el tiempo sin que
tengan consciencia de ello. Pero también el “ciudadano común” en tanto el cruce
de información analizado por imponentes sistemas informáticos hace que
“cualquier monedita sirva” y que todos aportemos algo para ese gran sistema de
control mundial. Se apunta a la agencia NSA como responsable de este espionaje.
Pero como indudablemente ha hecho mucho ruido
mediático el pasado 7 de marzo de 2017 las filtraciones de WikiLeaks
relacionadas a espionaje de la agencia norteamericana CIA, es bueno hacer una
breve reseña de WikiLeaks, sus integrantes y el nivel de la información
filtrada.
WikiLeaks (del inglés leak, «fuga», «goteo»,
«filtración [de información]») surge en el año 2006 es una organización
mediática internacional sin ánimo de lucro, que publica a través de su sitio
web informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia
de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes. Se estima que su
base de datos acumula 1,2 millones de documentos. Si bien no hay información
pública de quienes son sus integrantes, se sabe que los hay periodistas,
tecnólogos, científicos entre quienes aportan a la organización.
En términos técnicos es básicamente una Wiki,
que utiliza el software de Wikipedia (Wikimedia) con algunas modificaciones y
de acuerdo a los permisos de acceso que cada uno de los usuarios tiene, es el
nivel de cosas que se pueden realizar, es decir: puede ser solamente un lector,
un editor, corrector, manejador de las bases de datos, como habitualmente
sucede con cualquier sistema informático, máxime cuando lo es colaborativo.
En el año 2010 surgen las primeras filtraciones
de información que generaron impacto mundial. Entre ellas se destacan en el año
2007 cómo desde un helicóptero Apache se tirotea a un periodista de la agencia
Reuters junto con otros civiles, ninguno de ellos en posición de ataque o amenaza
contra la aeronave de guerra norteamericana. En relación con la Guerra de
Afganistán iniciada en 2001, en julio de 2010 los periódicos The Guardian, The
New York Times y Der Spiegel hicieron públicos un conjunto de unos 92.000
documentos sobre la Guerra de Afganistán entre los años 2004 y 2009. Estos les
llegaron a través de WikiLeaks sin compensación económica a la página. Lo mismo
ha sucedido con los casi 400.000 documentos filtrados de la guerra de Irak
entre los años 2004 y 2009, revelados también en el año 2010.
Los mas de 250.000 cables o comunicaciones entre
el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo,
conocido como “Cablegate” y como la filtración de información de documentos de
la historia, fue develado a fines del año 2010. A comienzos del 2012 Wikileaks
realiza la filtración de archivos de correos electrónicos de la empresa
Stratfor en 2012 y refiere a la publicación y difusión de correos electrónicos
de carácter interno entre personal de la agencia de inteligencia privada y
espionaje estadounidense Stratfor así como del personal de la empresa con sus
clientes.
El pasado 7 de marzo de 2017, el portal
Wikileaks aseguró haber obtenido los detalles de un programa de hackeo de
teléfonos, ordenadores y televisores por parte del espionaje de Estados Unidos,
y comenzó a filtrar miles de documentos relacionados que atribuye a la CIA.
Incluyendo un programa llamado “Año Cero”, que incluiría toda una serie de
armas informáticas para poder hackear teléfonos y dispositivos producidos por
compañías estadounidenses, como los iPhone de Apple, el sistema Android de
Google, el Windows de Microsoft o los televisores Samsung con conexión a
Internet, que se convertían en micrófonos encubiertos a través de los cuales
espiar a sus usuarios.
Recordemos además que la cabeza visible de
Wikileaks, Julian Assange, se encuentra asilado en la embajada de Ecuador en
Londres. Guillermo Lasso, candidato por la oposición que enfrentará a Lenin
Moreno el próximo 2 de abril de 2017 en la segunda vuelta electoral, aseguró el
pasado 17 de febrero y con motivos de la primer vuelta electoral que, de llegar
al poder, le daría un mes al fundador de Wikileaks para salir de la embajada de
su país en Londres.
Aparentemente de las nuevas filtraciones se desprendería,
en forma primaria en tanto son miles los documentos revelados, que la agencia
de inteligencia CIA maneja “agencias clandestinas” en su seno, igual o mas
potente y aceitada que la NSA. Incluso se ha dicho que unos espían a otros.
En todos los casos, las revelaciones de los
últimos siete años, dan cuenta de la importancia que le dan a los inmensos
ejércitos informáticos en EEUU, China, Israel, Alemania, Irán, etc. Se recluta
a la par soldados e informáticos, como Mamram o Unidad 8200 del ejército
israelí.
Y hasta aquí usted podrá decir: Basta de
relato!!, pese a notarse que habrían decenas de páginas para redactar respecto
a filtraciones, espionaje, revelaciones,contraespionaje y pasar a preguntarnos:
¿Qué hacemos? Hemos escuchado a encumbradas figuras de nuestro gobierno decir
“tenemos que hacer alianza con los EEUU” (y de allí, entre otras cosas, tal vez
lo mas públicamente conocido ha sido el acuerdo del Plan Ceibal de Google, del
que poco o nada se sabe hoy día).
Otros mas osados, fuera de los ejes de decisión,
se preguntan “¿Y si hacemos alianza con China, comunista, potencia, que tiene
buscadores y tecnología iguales o mas sofisticada que los EEUU?” y quizá los
mas tozudos decimos: no queremos cambiar control norteamericano por control chino
o de quien fuera; sencillamente NO QUEREMOS SER CONTROLADOS. Pero allí surge el
nudo mas grande: para lograrlo, debemos tener nuestro propio hardware soberano,
saber cómo se fabrica (computadores, celulares, tabletas, tomógrafos o
cualquier dispositivo electrónico utilizado hoy día), fibra óptica soberana y
la capacidad de desarrollar y analizar nuestro software: programas de
computadora y celulares, por ejemplo. En el caso de los programas, la única
forma de lograr saber a ciencia cierta que es lo que hacen es utilizar Software
Libre. Hacemos la analogía del término para denominar Hardware Libre a aquel
capaz de ser analizado, modificado, compartido, cumpliendo las mismas premisas
que el Software Libre.
Imposible pensar en el perimido concepto de
Estado-Nación para resolver tan complejo asunto. Se requiere de cifras
millonarias pero sobre todo de conocimiento acumulado durante mas de 20 años
que ningún país por sí solo tiene, a excepción de las potencias centrales.
En la región se han hecho interesantísimas
propuestas. Anillo de Fibra Óptica UNASUR, Centro de Datos regional y
distribuido, MERCOSUR, Grupo de Seguridad Informática MERCOSUR más los intentos
individuales de cada uno de los países: en Brasil todo el correo electrónico
del Estado alojado en servidores y con programas controlados 100% por Brasil,
diferentes leyes como la Ley de Software Libre en Uruguay, de Infogobierno en
Venezuela, etc. Todas estas propuestas, lamentablemente, han sido “saludos a la
bandera” pese a que TODAS ELLAS fueran realizadas en momentos de gobiernos
progresistas o de izquierda lo que hacía aún mas alentador animarse a pensar en
que algo de eso funcionaría. No ha sido así: ninguno de los gobiernos
progresistas parece haberle dado importancia o las potencias tienen mas fuerza.
Con el actual retroceso en las correlaciones de fuerza en nuestro continente,
parece aún mas impensable.
Quizá la propuesta pueda ser la reactivación de
esos macro proyectos regionales, la posibilidad de reclutar a nuestros propios
ejércitos informáticos, capacitarnos a la par de quienes hoy detentan el
control, pero comenzando por poner estos temas en agenda, darles visibilidad. A
no quedarnos en que “solo es un tuit, lo que importa es salir a la calle, como
el 8 de marzo donde eramos como 300.000” (recordemos, sin ir mas lejos, el
impacto que generó en las pasadas elecciones de EEUU, la filtración de correos
electrónicos de Hillary Clinton, según dicen un “gesto” de Rusia para apoyar a
Trump, algo que, quien escribe, no logra terminar de comprender a cabalidad), a
poner pienso, recursos humanos y financieros para comenzar a armar redes
regionales para pensar juntos en las mejores estrategias para salirnos de la
lógica sistémica e ir camino a la Soberanía Tecnológica que se enmarca, sin
duda alguna, en nuestras históricas luchas y compromiso por la Liberación.
Fuente: Cuba Debate