Carta abierta de Hugo Moyano al ministro Triaca
El Pro consiguió darle una vuelta de tuerca a la
práctica de intervenir sindicatos para fundirlos y, de paso, usarlos como
“caja” política, inaugurada por la Revolución Libertadora: ahora los sindicatos
intervenidos son útiles para pagarle el sueldo a la casera que hace los asados
domingueros de Jorge Triaca. Si esto hace el ministro de Trabajo, ¡qué se no
harán los de Hacienda o Agricultura!. Teodoro Boot.
A Jorge Triaca
Según informaciones periodísticas no
desmentidas, usted admitió utilizar –para saber quién filtró el audio de los
insultos a su empleada Sandra Heredia– “información de inteligencia y una
pesquisa propia para reconstruir el origen de la divulgación de su desliz”.
Esa señora, víctima del trabajo “en negro” fue
además incorporada irregularmente como delegada (de la intervención) en el
SOMU, sindicato que –curiosamente– el Gobierno que integra, y durante su
gestión, ordenó intervenir por supuestos actos de corrupción.
No fueron los únicos “deslices”. En enero pasado
La Nación publicó detalles de sus “designaciones políticas” en el sindicato: el
hijo de su jardinero José Romano, de 23 años, empleado en la contaduría, y
Roberto Porcel, abogado de su confianza, como Director General, por mencionar
algunos casos entre muchísimos.
Hay cargos duplicados, cobros superpuestos y más
de 200 personas nombradas durante la gestión de Santiago Viola, designado por
el juez Jorge Alonso puesto por usted.
En lugar de hacerse cargo de tantos “deslices”,
en base a las supuestas conclusiones del servicio de los “informantes”, no dudó
en acusarme en forma tajante: “Fue Hugo Moyano”, dijo.
Con relación a sus disparatadas afirmaciones cumplo
en hacerle saber que:
1) Yo no difundí el audio que dejó al
descubierto sus prácticas de abuso del poder y la manera indigna en que explota
a la gente.
2) No conozco ni me entrevisté jamás con la
señora Sandra Heredia. Sin perjuicio de ello, en nombre de todos los
trabajadores “negreados”, la felicito por la valentía demostrada al denunciar
los abusos sufridos.
Señor Ministro, usted fue el que violó las leyes
que debía tutelar, por eso le pido que hoy mismo se “auto-denuncie” en la línea
que su propio ministerio habilitó (0800-666-4100) para los casos de explotación
por trabajo no registrado. Renuncie y no pierda el tiempo buscando excusas
pueriles ni responsables afuera, porque estas acciones indebidas son solamente
suyas e intransferibles.
El problema de su Gobierno no es la ilegalidad
de los actos que frecuentemente realiza sino que trasciendan, que el pueblo lo
sepa. No les da vergüenza el delito sino la difusión.
Y así lo confirma el periodista de Clarín,
Marcelo Bonelli, cuando dice: “Esa acusación alertó al Gabinete y es el
verdadero motivo por el que lo defienden: Macri no va a entregar a ningún
ministro acosado por Moyano”.
Parece un chiste, la culpa de que usted señor
ministro no tenga que dejar el cargo ni ser despedido, tendría un único
responsable: Hugo Moyano.
¿Sabe que decía Perón señor ministro? Algo muy
actual: “Le prometían todo y no le daban nada. Entonces yo empleé un sistema
distinto. No prometer nada y darles todo. En vez de la mentira, decirles la
verdad. En vez del engaño, ser leal y sincero y cumplir con todo el mundo”.
Le pido que nunca más utilice para beneficio
personal los servicios de inteligencia estatales –es un delito– ni tampoco ande
contratando en la marginalidad a “detectives” y a “buches” que tanto daño han
causado al país y a los dirigentes sociales, políticos y gremiales
comprometidos en la defensa de los trabajadores y de los sectores más
vulnerables.
Fuente: Pájaro Rojo