N.R de Utophia.- Primero
con los muñequitos de Play Mobil y las cajitas, ahora con las fichas de dominó,
Santoro se está convirtiendo en una especie de Dr. Socolinsky de la política. Y
conste que la culpa no es de él, sino mérito exclusivo de los enanos de la
política con quienes debate.
Cómo
le metés una ficha en la cabeza al economista enlapendiente de Bogiano por
ejemplo, sino lo haces utilizando la psicología para niños, ¡estos tipos están
blindados!, o tienen un corset en la cabeza.
El
que estuvo flojo fue el gremialista Claudio Marín de la CTA que lo enfrentó en
el último programa del gato Silvestre, cuando Bogiano con su vocesita aflautada,
que intenta disfrazar para parecerse al rudo rockero Ricardo Iorio, le espetó
en plena cara “Yo me la banco”. ¡Bogiano, te das cuenta!.
Un
paso más y salía del armario...y se declaraba abiertamente militante del PRO.
El
laburante, allí mismo tenía que haberle retrucado con la célebre frase del
profesor Tangalanga: “¿En qué sentido me lo dice”