Delcy Eloína Rodríguez Gómez fue, hasta el día
21 de junio, Canciller de la Republica Bolivariana de Venezuela. Asumió el 26 de diciembre de 2014, luego de un largo recorrido por
distintas funciones dentro del gobierno: Vicepresidenta del Área Política,
Ministra de la Comunicación y la Información, Directora de Asuntos
Internacionales de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Vice canciller de Relaciones
para Europa, entre otros cargos.
A pesar que se destacó en todas estas funciones,
fue en el rol de Canciller de su país, donde fue reconocida por los pueblos del
mundo.
Los Argentinos la vimos y, sobre todo,
escuchamos muy atentamente cuando en diciembre del año 2015 la Canciller fue a
una reunión del Mercosur en Asunción, Paraguay, donde tuvo una confrontación
con el recién asumido presidente Mauricio Macri; quién reclamó a la canciller
que Venezuela liberaría a los presos políticos. Interesante y llamativo –en ese
momento- el rol de Macri ante el mundo, preocupándose en su primera
intervención internacional por temas de otro país.
Obviamente en estos momentos-ya pasaron 16 meses
de la asunción a la presidencia de Macri- nadie duda de la falta de respeto a
los derechos humanos en Argentina. Presos políticos, como la líder indígena
Milagro Sala, represión de la policía hacia movimientos sociales y obreros, así
como un empobrecimiento del país que hace sentir ofensivo el reclamo del
presidente argentino hacia Venezuela.
Lamentablemente, esta agresión hacia Venezuela
no terminó en esa reunión ya que cuando la canciller fue a una reunión en
Buenos Aires, en 2016, para presentar y defender la postura Venezolana contra
posiciones colonialistas de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, fue agredida
nuevamente, ya no solo a nivel verbal sino que la policía la golpeó, cosa
inédita para la diplomacia internacional.
Pero la Canciller Rodríguez seguiría defendiendo
a través de sus apasionadas intervenciones a la Revolución Bolivariana en todos
los ámbitos. Con el retorno de las guarimbas en Venezuela y las políticas más
agresivas de EEUU hacia el país, nuevamente Delcy Rodríguez tuvo que enfrentar
a personajes como Luis Almagro, Secretario de la OEA, devenido en representante
máximo de la oposición derechista venezolana.
Nombro a Almagro porque él es coordinador de la
embestida hacia Venezuela; detrás suyo se alinean países que representan las
políticas más retrogradas para sus pueblos, como Argentina, Brasil, Honduras,
Paraguay, Colombia. Obviamente, para seguir con esas políticas necesitan el
visto bueno del imperio y cumplir con la arremetida hacia cualquier país que se
atreva a enfrentarlos.
Pero en ningún momento ni Almagro ni otros
cancilleres de la región, pudieron embestir ni anular los discursos de la
Canciller Venezolana, quien con un tono tranquilo, seguro y claro puso en
evidencia las verdaderas razones del acoso a su país. Seguramente, Delcy
Rodríguez no aprendió este estilo discursivo solo de su recorrida por la
Academia Europea, sino de la militancia estudiantil y de su familia.
Delcy viene de una familia revolucionaria; su
hermano Jorge Rodríguez es el alcalde del Municipio libertador de Caracas y su padre, Jorge Antonio Rodríguez,
fue el fundador del Partido Liga Socialista, lo que le costó ser asesinado el
25 de julio de 1976 en la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (Disip).
También es importante destacar las grandes
mujeres que hicieron huella en Venezuela y en la patria grande de las que estoy
segura la ex canciller es emergente como: Josefa Camejo,Concepción Mariño,
Juana Ramirez, en Venezuela; Manuela Sáenz, Ecuatoriana y compañera del
libertador Simón Bolívar, al igual que líderes indígenas como Anacaona,
Bartolina Sisa, Micaela Bastidas, entre muchísimas otras.
Cuando miramos a Delcy no vemos al prototipo de
la mujer venezolana; me refiero a los exponentes de la sociedad antes de la
llegada de la Revolución: reinas de belleza, mujeres expuestas como
objetos en una sociedad mercantilista;
Delcy Rodríguez sintetiza los valores de las mujeres revolucionarias, las que
pelearon contra los españoles, las que acompañaron al libertador Simón
Bolívar en sus luchas independentistas,
las que se incorporaron a las luchas populares al lado de sus compañeros y,
sobre todo, las que bajaron de los morros para rescatar al comandante Hugo
Chávez.
Delcy Rodríguez nos representa a todas las que
creemos que otro mundo más justo es posible. Todas somos Delcy.Fuente: Telesurtv