Etchecolatz, más cerca de irse a casa
Por Sebastian Abrevaya
Rubén López, el hijo del testigo desaparecido
Jorge Julio López, expresó su “bronca e indignación” por el fallo de la Cámara
de Casación que le otorgó la prisión domiciliaria al represor Miguel
Etchecolatz, y anunció que la próxima semana se hará una convocatoria pública
para rechazar esa medida. Además, cuestionó a los camaristas que dictaron ese
beneficio al sostener que decisiones de ese tipo son tomadas cuando “la carreta
de la Justicia está empujada por hombres y mujeres que van de la mano con el
gobierno de turno”.
“No pueden otorgarle ninguna prisión
domiciliaria a ese personaje tan nefasto”, expresó el hijo del albañil y
militante que desapareció en 2006, luego de declarar contra Etchecolatz en la
causa que lo juzgaba –y que finalmente condenó- por delitos de lesa humanidad
cuando fue Director de Investigaciones de la policía bonaerense, durante la
última dictadura.
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Le otorgaron la prisión domiciliaria al represor, aunque por otras causas seguirá detenido en Ezeiza
A través de un artículo titulado "Todos
somos víctimas de Miguel Etchecolatz", publicado por La Garganta Poderosa,
Rubén López consideró que el fallo de la Sala I que favoreció al represor –que
no obstante seguirá detenido por estar condenado en otras causas- es una
muestra de que “los jueces son utilizados como instrumentos políticos”.
"Ayer por la mañana, cerca de las 9, empezó a correr un rumor. Y
sí, sabíamos que algo podía pasar, pero a la tarde se confirmó, para bronca e
indignación de todos nosotros, que hoy no podemos pensar en disfrutar el fin de
semana, porque nos invade la necesidad de resolver cómo serán los próximos
días, cómo gritar a los 30 mil vientos que no pueden otorgarle ninguna prisión
domiciliaria a ese personaje tan nefasto que se llama Miguel Etchecolatz.
Todavía lo estoy procesando, de verdad. Si bien temíamos desde temprano
que la Cámara Federal de Casación Penal podía fallar así, nos golpea la noticia
y la certeza de saber que no llegó por casualidad a las 3 de la tarde del
viernes, en vísperas de un fin de semana largo. Pues el martes, cuando la gente
vuelva a trabajar y se retome la actividad, la mala nueva ya no será novedad.
Obviamente, los jueces son utilizados como instrumentos políticos, y también es
política su forma de comunicar. No hay otra explicación: la carreta de la
Justicia está empujada por hombres y mujeres que van de la mano con el gobierno
de turno.
Y no,
claro, Miguel Etchecolatz ahora no se irá a su casa, porque tiene otras tres
causas que lo mantienen enjaulado. Pero en un futuro no tan lejano, seguramente
lo hará, como parte de un proceso paulatino y sistemático. Hace algunos días
nomás, también le concedieron ese beneficio al genocida Felipe Jorge Alespeiti,
mientras Claudio Avruj, ministro de Derechos Humanos, saludaba la "buena
señal de madurez cívica". Todo un combo, ese mismo combo que impide la
liberación de Milagro Sala aunque su detención sea arbitraria e
inconstitucional, según todos los organismos internacionales.
Quienes no hayan pasado por todo esto, quienes no lo hayan sufrido,
posiblemente no lo puedan comprender, pero justamente por eso les pido a
ustedes, queridas gargantas poderosas, que la semana próxima concurran a la
convocatoria que haremos, porque necesitaremos apoyo para acompañar a nuestra
familia, tanto como intentamos acompañar a cada familia de cada secuestrado,
torturado, detenido o desaparecido que perdimos por Etchecolatz.
Fuente: Página 12