Por 33 votos a favor, 5 en contra y 9
abstenciones, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas -a propuesta
argentina, la que fue acompañada por 74 Estados- aprobó una resolución que
condena el accionar de los fondos “buitres” –como se los conoce popularmente- y
"ordena una investigación sobre sus actividades y las consecuencias de sus
acciones en todo el mundo" también en los derechos humanos, según precisó
el canciller Héctor Timerman. La medida se suma a la histórica resolución que
llamó a la creación de un marco jurídico para los procesos de reestructuración
de deudas. "Esto no es un enfrentamiento entre naciones ni una crítica al
sistema político económico", subrayó el diplomático.
“Los miles de millones que los fondos buitre se
llevan del sur empobrecido se traducen en el cierre de escuelas, hospitales
vaciados de medicamentos, en regimientos de familias hurgando en la basura para
comer, en miseria sobre más miseria, inestabilidad política, caída de
gobiernos, odio, inseguridad y violencia. Sabemos que tenemos que hacer algo
para cambiar el statu quo, porque tenemos la certeza de que no van a parar
hasta que nosotros les pongamos un freno”, dijo el canciller Héctor Timerman al
hablar en la sede de la ONU en Ginebra.
Luego de la votación en la sede que el organismo
tiene en la ciudad suiza de Ginebra, el titular del Palacio San Martín remarcó
la importancia de esta resolución tanto por la cantidad de votos a favor como
por su trasfondo: "Esta resolución no es solo como una condena a los fondos
buitre sino como un respaldo a la Argentina en su lucha por los derechos
humanos", remarcó Timerman.
Además, destacó que "por primera vez en la
historia" de las Naciones Unidas se votó una medida en la que "la ONU
ordena a su Consejo de Derechos Humanos a realizar una investigación sobre las
actividades de los fondos buitre y las consecuencias que tienen sus acciones en
todo el mundo".
"Se investigará su accionar y si se
encuentra algún motivo se los condenará. Esto no se trata de una medida contra
un país, sino contra un grupo de especuladores internacionales, verdaderos
piratas del siglo XXI que asolan a pueblos y países".
Timerman y Alberto D’Alotto, representante
permanente ante los organismos de Naciones Unidas en Ginebra, llegaron al salón
“de los derechos humanos y de la alianza de las civilizaciones” a la una y
media de la tarde de Ginebra. El recinto, cuya cúpula es una especie de cueva
con estalactitas de todos los colores, hecho por el artista español Miguel
Barceló, se fue poblando de los miembros de las delegaciones hasta que quedó
completo. El embajador de Gabón, que ejerce la presidencia del organismo, bajó
entonces el martillo y empezó la sesión, que sería la última del año.
Timerman dejó claro que Argentina fue allí a
"denunciar a los fondos buitre, que son también los herederos de aquella
dictadura cívico-militar y a quienes representan sus intereses". En su
opinión, "la estrategia buitre atenta contra la reestructuración de una
deuda exitosa como lo hizo la Argentina".
La resolución es otro importante paso contra los
fondos buitre tras la histórica medida recientemente aprobada en la Asamblea
General de la ONU en Nueva York, también promovida por Argentina e impulsada
por el G77+China.
"Es un orgullo saber que se tiene respaldo
de la mayoría de los países del mundo", destacó el Canciller durante una
entrevista en la que también calificó al tratamiento del problema de la
especulación financiera y de los fondos buitre por la ONU como "hito
histórico" que "tendrá consecuencias muy positivas para todo el
mundo".
Además, agradeció a todos los países que brindaron su
apoyo y sostuvo: "Creemos en el multilateralismo, por eso queremos llevar
este debate al más democrático de los foros internacionales que es el de las
Naciones Unidas". Luego se refirió a las críticas de quienes votaron en
contra por considerar que el Comité de Derechos Humanos de la ONU no era el
foro para tratar ese tema: "Esto no es sólo un problema económico, por eso
no es cierto que éste no es el foro para tratarlo. Esto es un problema político
y social que afecta la vida de todos los ciudadanos. Va mucho más allá de lo
que quieren hacernos creer algunos países. Y Argentina va a luchar en todos los
lugares donde tenga que dar batalla", concluyó.
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