3 de diciembre.
Al Golpe Cívico-Policial-Militar que se hizo
sobre el gobierno democrático de Evo Morales Ayma, hay que agregar a la
institución prensa boliviana; sobre todo a los grandes medios que durante las
dos semanas posteriores a las elecciones, en conjunto con canales como la CNN,
sembraron la idea de fraude electoral, cubriendo con grandilocuencia los cortes
de los grupos cívico-estudiantiles que se desarrollaban a lo largo del país;
cortes que, según se pudo verificar en muchos casos, simplemente se trataba de
una cuerda atravesada en la calle, una bandera boliviana y una o dos personas
que con gran virulencia generaban temor a los que pretendían circular
libremente. Red Eco Alternativo.
(Calixta Quispe – Red Eco) Bolivia - Los
periodistas que vamos a nombrar por el ataque que sufrió el fotógrafo Rolando
Andrade del diario Clarín, quien viajó para documentar lo que estaba pasando en
Bolivia es simplemente una muestra de la intolerancia y la falta de respeto a
la libertad de expresión.
En la actualidad los grandes medios bolivianos,
que son los que tienen gran audiencia en las zonas urbanas, publican
diariamente innumerables fake news. Solo por dar un ejemplo, el 29 de
noviembre, y luego de que se hiciera viral la agresión verbal y física que
habían sufrido los miembros de la Delegación Argentina en Solidaridad con el
Pueblo Boliviano en el aeropuerto de Santa Cruz, el Diario Página 7, sin inmutarse
ante la ética periodística, publicó: “Denuncian que agresión a comitiva
argentina fue parte de un show”. En el desarrollo de la nota, indican: “La
agresión verbal y física que recibieron en el aeropuerto Viru Viru en Santa
Cruz los integrantes de una comitiva argentina que llegó a realizar una
investigación sobre violaciones a los derechos humanos habría sido montada y
parte de un show”.
Continúan diciendo: “Juan José Hidalgo, de radio
Panamericana, y el periodista Humberto Vacaflor señalaron que la persona que
los agrede verbalmente en Viru Viru es integrante del mismo grupo de activistas
argentinos”. Estos periodistas así como las innumerables empresas de medios de
comunicación que reproducen afirmaciones sin verificar, podrían simplemente con
una llamada a migraciones constatar si realmente la persona que grita es parte
o no de la comitiva.
Relato de un periodista que no tuvo libertad de
expresión
Rolando Andrade contó en una entrevista que
concedió a Gloria Beretervide en FM La Boca: “El día 23 de noviembre fui a
Senkata. Cuando llegué, tenía a un pueblo que quería a alguien que los escuche
y ahí tuve que replantearme qué hacer. Mi idea era solo hacer fotos y poner
epígrafes, pero ellos necesitaban a alguien que los escuche y los grabé para
que el mundo vea lo que les estaba pasando. Ellos pedían que les entreguen los
cuerpos que entraron los militares a la planta de Hidrocarburos de Senkata el
día de la Masacre.”
Esas personas con las que se encontró Rolando
pedían atención médica para los heridos que aún estaban recuperándose en los
domicilios y, como pudo constatar la Delegación Argentina en Solidaridad con el
Pueblo Boliviano, muchos heridos se quedaron en las casas por miedo a que
cuando ingresaran a los hospitales, les armaran causas y los enviaran directo a
la cárcel.
Todavía no existe un número oficial por parte
del gobierno golpista de cuántos detenidos y desaparecidos existen hoy en
Bolivia. Según denuncias ante los medios internacionales, varias personas
indican que les habían plantado dinero, granadas o que simplemente han hecho
pasar como armas blancas implementos que los hombres llevaban en sus mochilas
por ser albañiles. Estos testimonios no son tenidos en cuenta por los
reconocidos periodistas o grandes canales de televisión boliviana, que incluso
legitiman el uso desmedido de las agresiones verbales y físicas contra los
cronistas extranjeros.
En el caso de Andrade, el amedrentamiento hacia
su persona comenzó cuando el periodista Eleuterio Choque indicó en su twitter:
“A las 15:00 hs. acaba de llegar a la ex Tranca un supuesto periodista
internacional y al no ver los letreros y consignas de protestas se dirige a una
librería a comprar cartulina y marcador para anotar los letreros, luego alienta
e incita a protestar”.
Ahí empezó la odisea de miedo y agresiones de
los “colegas de prensa boliviana”, pero luego hubo más y de gente muy popular
en el país vecino. Luego de estar en El Alto, Rolando bajó al hotel donde se
encontraba tomando declaraciones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH). Allí había varios periodistas declarando sobre la violencia que ha
existido durante los catorce años del gobierno de Evo Morales. “De repente se
paró la periodista Amalia Pando, quien tiene una audiencia muy alta en Bolivia,
y me dijo que era un infiltrado comunista y terrorista y que no tenía nada que
hacer ahí”.
Andrade relató: “Le expliqué que había ido por
cuenta propia porque quería cubrir lo que estaba pasando, saqué mi credencial y
les expliqué que solo era con el fin de informar. Me gritaron, me increparon a
los gritos. Ella estaba acompañada por Yolanda Mamani y Nancy Vacaflor, ambas
también periodistas, todas son personas muy conocidas ya que trabajan en Red
Erbol y Radio FIDES”.
“Cuando ya me sentí sin seguridad –continuó
Andrade–, Edgardo Vásquez, secretario ejecutivo de la Federación de
Trabajadores de la Prensa de La Paz, me dijo que yo no tenía que estar en
Bolivia: ‘los problemas de los bolivianos se arreglan entre bolivianos’ y ahí
sentí que mis derechos estaban totalmente vulnerados”.
A partir de ahí, Andrade tuvo que salir
rápidamente de Bolivia, la Embajada argentina se encargó de su seguridad.
Fueron momentos donde el cronista aseguró temer por su vida. La misma situación
fue denunciada días atrás por los equipos de prensa que los canales de
Argentina enviaron a Bolivia: C5N, TELEFE, AMERICA 2, CRONICA TV Y CANAL TRECE.
Tal es la cercenación de la libertad de expresión que existe en el gobierno de
dictadura militar que está atravesando Bolivia que estos periodistas fueron
amenazados directamente por la flamante ministra de Comunicación de Bolivia,
Roxana Lizárraga: "Los periodistas que están causando sedición tienen que
responder a la ley. Ya están identificados algunos bolivianos y otros
extranjeros y el ministro de Gobierno va a actuar".
Informe de la Delegación Argentina en
Solidaridad con el Pueblo Boliviano
En el punto ocho, indican que existe una
“restricción manifiesta de la libertad de prensa; la delegación ha tomado
contacto con periodistas de medios locales, quienes han referido haber sido
víctimas de hostigamientos, amenazas y restricciones a la necesaria libertad
para ejercer su profesión. La prensa internacional también ha sido víctima de
hostigamientos y acoso. Especial gravedad reviste para esta delegación el caso
del periodista argentino Sebastián Moro”.
El informe final trajo novedades respecto de la
muerte del periodista argentino Sebastián Moro, quien vivía en Bolivia desde
2018. Era editor en jefe de Prensa Rural, medio de la Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). En las últimas semanas
trabajó como corresponsal en cobertura del Golpe de Estado para el diario
Página 12.
Respecto de la pluralidad de voces que pueden
ver los bolivianos una de las últimas medidas que tomó el gobierno golpista,
fue suprimir de la grilla de canales a la cadena Telesur y el operador Cotas anunció que desde esta
semana también se deja de transmitir la emisión de la cadena RT en Español.
Fuente: RedEco