Publicado 23 oct 2019
Los pretendidos hechos ocurridos en la ciudad de
Duma el 7 de abril de 2018 sirvieron de pretexto a Occidente para bombardear
sin clemencia el territorio sirio.
La investigación que en su momento realizara la
Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) acerca de un
presunto ataque de esa índole en la ciudad siria de Duma, el 7 de abril de
2018, se llevó a cabo mediante "prácticas inaceptables" y dirigidas a
convalidar un informe final ajustado a conclusiones ya predeterminadas.
Así lo asegura un grupo de control internacional
convocado por Courage Foundation, institución que con auxilio de donaciones se
dedica a la defensa legal de denunciantes y periodistas que divulgan
filtraciones.
Un comunicado del grupo de control —formado por
siete miembros, entre ellos el editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson,
y José Bustani, diplomático brasileño que fuera el primer director general de
la OPAQ— fue publicado este 23 de octubre, junto con las conclusiones del panel,
en el sitio web de WikiLeaks.
Duma, Siria, el 16 de abril de 2018.Un documento
filtrado de la OPAQ pone en duda las conclusiones sobre el ataque químico en
Duma
¿En qué se basa la denuncia?
El panel se reunió este 15 de octubre, en
Bruselas (Bélgica), con un miembro del equipo de investigación de la OPAQ,
quien bajo condición de anonimato hizo una "extensa presentación" de
lo entonces ocurrido. Para esto incluyó "los correos electrónicos
internos, los intercambios de texto y los borradores de informes". Sobre
esa base, los expertos unánimemente manifestaron su "alarma por las
prácticas inaceptables en la investigación del presunto ataque químico en
Duma".
"El testimonio nos convenció de que la
información clave sobre análisis químicos, consultas de toxicología, estudios
de balística y testimonios de testigos fue suprimida, aparentemente para
favorecer una conclusión predeterminada", reza el comunicado.
Además, los integrantes del grupo de control
recibieron información acerca de "esfuerzos inquietantes para excluir de
la investigación a algunos inspectores, mientras se frustran sus intentos de
plantear inquietudes legítimas, resaltar prácticas irregulares o, incluso,
expresar sus diferentes observaciones y evaluaciones" con respecto a lo
ocurrido en Duma.
Pretexto para atacar
Los videos del supuesto ataque químico en Duma
fueron divulgados –cabe recordar– por algunas ONG, entre ellas los Cascos
Blancos. Y a pesar de que otras partes denunciaron que se trataba de una
escenificación y provocación mediática, sirvieron de pretexto para que EE.UU.,
Reino Unido y Francia bombardearan fuertemente Siria en la madrugada del 14 de
abril de 2018, a manera de respuesta a lo que calificaron como violencia
extrema del Gobierno de Bashar al Assad contra sus ciudadanos. En ningún
momento se mostraron pruebas de tales acusaciones.
Solo posteriormente, el informe de la OPAQ
indicó que la sustancia usada durante el supuesto ataque en Duma había sido
"probablemente" cloro. Otro informe, elaborado por ingenieros de la
propia Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, contradijo el
informe final de ese organismo con respecto a los hechos ocurridos en esa
ciudad, y generó interrogantes sobre posibles presiones políticas, por parte de
EE.UU., Reino Unido y Francia, hacia la OPAQ.
Ahora, los datos filtrados por el denunciante
indican, entre otras irregularidades en las conclusiones de la OPAQ, que
"la interpretación de los resultados del análisis ambiental [fue]
igualmente cuestionable", ya que en el informe final no se indican los
niveles de los químicos orgánicos clorados recolectados en el suelo y,
"sin proporcionar datos sobre los niveles de estas sustancias químicas
[...] para muestras de fondo o de prueba, es imposible saber si no se debieron
simplemente a la presencia de fondo".
Fuente: Rusia Today. RT