27
octubre, 2019
El exteniente de la Marina argentina Roberto
Guillermo Bravo, el único de los “fusiladores” de la Masacre de Trelew que
nunca había podido ser extraditado para su correspondiente juicio, fue detenido
hace unas horas en Miami, la ciudad estadounidense donde vive desde desde hace
más de 40 años. Así lo informó el diario chubutense La Jornada, que se publica
precisamente desde la ciudad de Trelew. Bravo tiene 78 años y, está acusado de
“privación ilegítima de la libertad, torturas y homicidios agravados”, pero
hasta el momento los Estados Unidos jamás habían concedido su extradición.
Interpol Argentina le informó al juez federal de
Rawson Hugo Sastre -que había pedido la extradición de Bravo en 2008- que el
criminal fue detenido en la ciudad de Miami, en la causa que se investiga desde
2006. En febrero de 2010, Bravo había sido detenido, y había quedado libre
luego de pagar una fianza de U$S1.200.000. El juez Sastre lo acusó por su responsabilidad en los crímenes
ocurridos el 22 de agosto de 1972 en la Base Aeronaval Almirante Zar de la
ciudad de Trelew, cuando personal de la
Armada fraguó un enfrentamiento y asesinó a 16 presos políticos que habían
fugado de la Unidad 6 de Rawson. Luego de la Masacre, la Armada envió a Bravo a
la embajada argentina en Washington, y, como era previsible, nunca más regresó.
Se nacionalizó estadounidense en 1983 y se dedicó al rubro de los servicios de
salud. Aprovechó sus contactos . Obtuvo la nacionalidad norteamericana en 1983,
se transformó en un próspero empresario de servicios de salud y hasta se
convirtió en proveedor del Pentágono y otros organismos federales
norteamericanos.
Juzgados
El juez Sastre reabrió la investigación en 2006
a pedido de familiares de las víctimas. El hecho fue considerado como delito de
lesa humanidad, y con el tiempo llegaron las detenciones del ex contraalmirante
Horacio Mayorga; Roberto Horacio Paccagnini, jefe de la Base Zar en el momento
del hecho; del ex capitán Jorge Del Real; el excapitán Luis Sosa; el excabo
Carlos Marandino; y el excapitán de Navío Jorge Enrique Bautista. La mayoría
fueron condenados en el año 2012. Bravo fue, hasta ahora, el único que logró
permanecer impune.
Los fallecidos fueron:
Alejandro Ulla (PRT-ERP)
Alfredo Kohan
(FAR)
Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
Carlos Astudillo (FAR)
Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
Eduardo Capello (PRT-ERP)
Humberto Suárez (PRT-ERP)
Humberto Toschi
(PRT-ERP)
José Ricardo Mena (PRT-ERP)
María Angélica Sabelli (FAR)
Mariano Pujadas (Montoneros)
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
Rubén Pedro
Bonnet (PRT-ERP)
Susana Lesgart (Montoneros)
Los heridos, que lograron sobrevivir a la masacre y que dieron testimonio de los hechos, fueron luego asesinados durante la dictadura siguiente (1976-1983).
Alberto Miguel Camps (FAR – muerto en 1977)
María Antonia Berger (FAR – desaparecida en
1979)
Ricardo René Haidar (Montoneros – desaparecido en 1982)
La historia es relatada, con lujo de detalles, por los sobrevivientes al periodista Francisco Paco Urondo, y publicada en el libro La patria fusilada, clásico del periodismo argentino. Urondo fue asesinado posteriormente por la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976. Otras fuentes importantes son los libros La pasión según Trelew, de Tomás Eloy Martínez, La masacre de Trelew, de Liliana Cheren, y el documental Trelew, de Mariana Arruti.
Fuente: La Unión de Lanús