El espía que llegó a Comodoro Py
En un escrito que recibió el juez Ariel Lijo, un
agente de la AFI y abogado cuenta cómo lo echaron por negarse a participar.
Por Irina Hauser
Dos viernes atrás un hombre golpeó la puerta del
juzgado de Ariel Lijo, en Comodoro Py, y se presentó como ex agente de la
Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Dejó un escrito de diez páginas con una
denuncia. El texto parece de película, pero él asegura que es real. Decía que
había actuado en el doble papel de investigador secreto y abogado en el caso
del club Independiente, donde hubo un intento por detener a Hugo y Pablo
Moyano. El espía revelaba allí una supuesta operación para incriminar a los
dirigentes con pruebas truchas. Como se negó a participar, según su relato, fue
amenazado, coaccionado y despedido del organismo. Por eso, parece, decidió
hablar.
Un aspecto revelador del escrito es que deja a
la vista la actuación de la AFI en el armado de causas. En su caso, explicó,
intervenía en la investigación de una presunta asociación ilícita para lavar
dinero en Independiente, entidad que dirigen los Moyano. Lo hacía como defensor
de uno de los barrabravas detenidos, Damián Lagaronne, pero también como
agente. La presentación, a la que accedió Página/12, señala que había ingresado
a la central de espionaje el 21 de septiembre de 2016 como agente orgánico y
que sus funciones consistían “en llevar a cabo diversas tareas de inteligencia
y contrainteligencia a efectos de recabar información que resultara relevante
para las diversas causas”. En el asunto puntual de Independiente, señala,
“debía asistir legalmente al procesado y mantener informada a las autoridades
de la Agencia respecto de la evolución de las actuaciones”.
Pero en septiembre de 2018, cuenta el
denunciante –cuya identidad se preserva en esta nota-- la fiscalía de Lomas de
Zamora, a cargo de Sebastián Scalera, en presunta combinación con la AFI –según
él-- le planteó a su defendido que si incriminaba a los Moyano podría salir en
libertad u obtener prisión domiciliaria. Dice el agente que esto sucedió desde
la llegada a la jefatura de Operaciones de la AFI de Alan Ruiz y que como él se
negó a participar: “Date por despedido y tené cuidado con lo que hacés y lo que
decís porque podés tener problemas peores que quedarte sin trabajo”. El ex
espía denuncia a Ruiz por coacción y señala que llegó a la AFI desde el
ministerio de Seguridad, con impulso de Patricia Bullrich.
La causa a cargo de Lijo y del fiscal Ramiro
González investiga entre otras cosas la visita de dos funcionarios de la AFI al
juez Luis Carzoglio, en el mismo caso, en la que le llevaron un borrador de la
orden de detención de los Moyano. Después de negarse a ejecutarla, a Carzoglio
le abrieron un juicio político y está suspendido. La denuncia inicial la
hicieron Rodolfo Tailhade, Leopoldo Moreau y Marcelo Fuentes después de la declaración
del jefe de la AFI, Gustavo Arribas, y su número dos Silvia Majdalani, en la
Comisión Bicameral de inteligencia. Allí admitieron esa irregular visita el
juez.
Carzoglio relató públicamente que lo habían ido
a ver el jefe de asuntos jurídicos de la AFI Juan Sebastián De Stéfano y el de
Finanzas Fernando Di Pasquale. “El presidente está obsesionado con Pablo
Moyano”, le dijeron en su oficina. “¿Usted que quiere?”, lo tantearon. El
guardó el borrador con las órdenes de arresto en su caja fuerte.
El fiscal González, a cargo de la investigación,
recibió con sorpresa la denuncia del ex espía y mandó a pedir a la AFI su
legajo para chequear si está o estará relevado de guardar secreto. Luego
evaluará si lo cita para ratificar su planteo. Según el ex agente, su jefe le
indicó que debería “orientar la actuación de Lagaronne de forma tal que
aportara elementos sustanciales que permitieran facilitar la detención de
alguno de los dirigentes sindicales, fundamentando esto, acorde sus dichos, en
que resultaba de interés para el Presidente”. Según su denuncia también le dijo
que ya estaba todo “arreglado” para detener a Pablo Moyano y que “él mismo se
había reunido con el fiscal Scalera” y lo habían “acordado”. Según su versión,
respondió que “no había elementos suficientes”. “Enojado, me contestó que si no
había era porque mi cliente no había colaborado lo suficiente”, narró. “Del
juez (Carzoglio) hay otra gente que se está ocupando”, habría agregado Ruiz.
La historia que cuenta el hombre de la AFI dice
que tras el rechazo de Carzoglio a las detenciones, Scalera citó a Lagaronne a
su despacho y en una reunión donde también estuvieron con él y una empleada de
la fiscalía, le dijeron a su defendido que “debería aportar pruebas que
incriminen a Moyano”. Lo comprometieron entregar planos de los edificios donde
concurría Pablo Moyano y hablar de supuestas reuniones. Los Moyano
–querellantes ante Lijo-- relacionan un allanamiento del 6 de mayo con ese
plan. “A solas con Lagaronne, --escribió el ex espía-- le manifesté mi
oposición a estas prácticas. Este, muy entusiasmado y a pesar de lo que le
estaba diciendo, me informa que tiene intención de colaborar con el fiscal y
que inventaría distintos encuentros con Pablo y Hugo Moyano, con tal de obtener
su libertad”.
Fuente: Página 12