La avenida Corrientes de la ciudad de Buenos Aires luce desde ayer lo que el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, denominó “contenedores inteligentes”.
Más que idiota es obra de un perverso gastarse más de un millón de dólares -sólo en esta primera fase que amenaza con extender- para evitar que sus conciudadanos hambrientos coman las sobras o vendan la chatarra que sacan de la basura. A cualquier ser humano que merezca ser así considerado, se le hubiera ocurrido invertir esa suma en un comedor social, o en un plan de empleo comunitario. El mal a veces tiene cara de estúpido, pero es sólo para confundirnos. M. Mestre
WALTER C. MEDINA / NUEVA TRIBUNA de España
La avenida Corrientes de la ciudad de Buenos
Aires luce desde ayer lo que el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta,
denominó “contenedores inteligentes”. Se trata de contenedores residuales que
sólo pueden abrirse presionándose un botón y acercando a éste una tarjeta
magnética.
La iniciativa del Gobierno de la ciudad de
Buenos Aires tiene como finalidad, según lo expresado por el propio Larreta,
impedir que “la gente se meta y saque basura”. La gente a la que se refiere el
alcalde de la capital argentina es la que ha sido desplazada por el hambre,
como consecuencia de la política económica impulsada por el gobierno nacional.
El número de indigentes que diariamente buscan alimentos entre la basura se
duplicó en la ciudad desde que Rodriguez Larreta inició su gestión, pasando de
100 mil a 204 mil en sus tres años al frente de la alcaldía porteña, datos que
aporta la propia Dirección de Estadísticas y Censos.
Los vecinos de la ciudad más rica de la
Argentina vieron crecer la pobreza y la indigencia de manera exponencial en los
últimos tres años. Durante una conferencia de prensa ofrecida por Larreta, el
pedido de una mujer se coló entre los micrófonos. “Hagan algo, cada vez hay más
gente en la calle, comiendo de la basura”. La respuesta de Larreta no se hizo
esperar. Los contenedores inteligentes mantendrán alejados a los hambrientos de
esa zona de la ciudad. Y las expectativas del alcalde de Buenos Aires son aún
mayores. De momento la iniciativa fue puesta en marcha en la avenida
Corrientes, aunque, según señalaron desde el Ministerio de Medioambiente, “si
esto funciona, posiblemente cambiaremos todos los contenedores por contenedores
inteligentes”.
Esta es la “lucha” por combatir la pobreza que
caracteriza a este proceso neoliberal que Argentina está padeciendo desde
diciembre de 2015. Esconder la miseria que engendra este modelo económico
parece ser la prioridad de un gobierno que ya ha batido todos los records en
desigualdad. No es de extrañar que esto suceda. Durante el mentado G20 que tuvo
lugar en la capital argentina, el gobierno se encargó de “invitar” a los
indigentes a que se retirasen de las zonas céntricas de la ciudad; todo un
detalle que los medios oficialistas acompañaron invisibilizando el traslado de
cientos de familias que se apartaron al extrarradio o al denominado conurbano.
Fuente: Late Comuna15