Comienza el juicio oral y público por el
asesinato de José Díaz. El único imputado es el General Alfredo Arrillaga,
máximo responsable del operativo militar que entre el 23 y 24 de enero de 1989
torturó, asesinó y desapareció a integrantes del Movimiento Todos por la
Patria, durante el final del gobierno de Raúl Alfonsín.
Entre el 23 y el 24 de enero de 1989, el
Movimiento Todos por la Patria (MTP), fundado en la Nicaragua de la revolución
sandinista, realizó un intento de copamiento del Regimiento de Infantería
Mecanizado (RIM) 3 General Belgrano de La Tablada. Los hechos se dieron tras
sucesivos alzamientos militares, que tenían como finalidad garantizar la
impunidad de los militares acusados por las violaciones a los derechos humanos
de la última dictadura genocida. En ese contexto, luego de los levantamientos
de Semana Santa, Monte Caseros y Villa Martelli, los integrantes del MTP
deciden la acción, en la que unos 70 integrantes del MTP ingresan al
Regimiento.Tras más de 40 horas de resistencia, y ya acorralados por los militares,
acuerdan rendirse exigiendo condiciones que garantizaran sus vidas. Temían que
los mataran; los hechos demostrarían que lamentablemente sus temores eran
razonables. Los ojos de un país entero se posaban entonces sobre La Tablada. El
presidente Raúl Alfonsín y el juez federal de Morón, Gerardo Larrambebere,
llegaban al regimiento.
Irene Provenzano, hija de Pancho Provenzano, uno
de los desaparecidos de La Tablada, y de Claudia Lareu, asesinada en el
copamiento, relató en el marco de la radio abierta que se realizó el jueves en
la 38º Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora,
que su papá “está vivo hasta el 24 de enero y es uno de los que negocia la
rendición de compañeros y compañeras que todavía estaban vivos, y por su
trayectoria como militante y por el rol que tenía en el MTP, es particularmente
buscado por los militares y separado del grupo de detenidos el día 24, y nunca
más vuelven a aparecer”
Los 4 desaparecidos de la Tablada
Como Pancho, Iván Ruiz, Carlos Samojedny y José
Díaz permanecen desaparecidos desde ese 24 de enero de 1989.
- José Díaz (Maradona) nació en Santiago del
Estero. Militante internacionalista, participó de la lucha revolucionaria en
Nicaragua desde el año 1982, donde nace su hijo. Luego fue parte de la guerrilla en Guatemala, en contra de la
dictadura de José Efraín Ríos Montt. En 1987, regresa a la Argentina y se suma
al MTP. El 23 de Enero de 1989 ingresa a La Tablada, lo detienen junto a Iván
Ruiz. La televisión española registra el momento: Iván y José son capturados y
caminan hacia el cuarte con los brazos en alto, escoltados por un soldado. Ese
es el último registro de ambos. José fue torturado y fusilado. Desde entonces,
ambos continúan desaparecidos.
- Iván Ruiz vivió el exilio en Europa y viajó a
la Nicaragua revolucionaria. Con sólo 14 años se alistó como voluntario para
integrarse a los batallones de la frontera norte. A fines de 1988 Iván viaja a
Buenos Aires para sumarse al grupo del MTP que ingresarían al cuartel. Esa
mañana del 24 de Enero es detenido junto a José Díaz. Tenía 20 años, fue
torturado y hasta el día de hoy desaparecido.
- Carlos (el Sordo) Samojedny, luego de militar
estudiantil, integró el PRT-Córdoba y,
un poco más tarde, la guerrilla rural del ERP en Tucumán. Estuvo preso durante
más de diez años, en la cárcel escribió Psicología y dialéctica del represor y
reprimido, sobre la supervivencia de los presos políticos en la dictadura.
Quedó en libertad en junio de 1984 y se sumó al proyecto con quienes luego
fundarán el MTP en Managua. Fue uno de los principales dirigentes del MTP y
daba cursos de filosofía y marxismo a los compañeros más jóvenes en el
conurbano bonaerense. El 24 de Enero se entregó junto a otros compañeros, fue
apartado del grupo por los militares, y desaparecido hasta hoy.
- Francisco (Pancho) Provenzano, militó en la
secundaria en plena dictadura de Onganía. Luego se sumó al PRT ERP. Distribuía
Estrella Roja y los boletines fabriles entre operarios y vecinos. Fue preso
político por primera vez en 1975 en la Cárcel de Devoto, luego en Enero de
1976, durante el gobierno de Isabel Perón. A fines de 1982 recupera su
libertad. En 1986 nace Irene, hija de Pancho y Claudia Lareu. Por esos años se
suma al grupo que funda el MTP. A partir de 1986 el MTP queda encargado de la
tarea de pensar un diario de izquierda que atendiera la problemática de
Derechos Humanos, y en 1987 sale a la calle como Pagina/12. La mañana del 24 de
Enero de 1989, agitando un trapo
blanco, fue el encargado de hablar con el jefe del operativo militar,
Arrillaga. Su reclamo de garantías es aceptado. Con las manos en la nuca, y una
herida de bala en un brazo, Pancho cierra la fila de compañeros que se
entregan. Minutos más tarde los militares lo apartan del resto. Segundos
después es fusilado y su cuerpo habría sido quemado. Hoy aún está desaparecido.
Irene Provenzano repasa las particularidades de
los cuatro casos. “Sobre Iván y José hay mucha documentación fílmica y
fotográfica del momento en que ellos se rindieron y fueron puestos a
disposición de fuerzas militares, que se los llevaron desarmados hacia el fondo
del cuartel. Nunca más se encontraron sus cuerpos. Hubo una versión militar en
ese momento, que pretendió hacer creer que Iván y José se habían escapado de
una ambulancia. Esa fue la versión que el juez a cargo de la causa, (Gerardo)
Larramebebere, y los fiscales creyeron (entre ellos Nisman). En el caso de mi
viejo y de Carlos Samojedny, se rindieron el 24 de enero. Los militares los
separaron explícitamente a ellos dos. Se los llevaron y no sabemos qué pasó
después de eso”, contó Irene en diálogo con La Retaguardia. Algunos testigos incluso
dijeron escuchar que les decían “a ustedes les venimos siguiendo la carrera
hace rato, que suerte que nos volvemos a encontrar acá”.
El juicio
Después de 30 años, este lunes 10 de diciembre
–paradójicamente el mismo día en que se celebra la restauración democrática- y
luego de la intervención y exigencia de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) para que se realice “una investigación independiente, completa e
imparcial de los hechos acontecidos a partir del 23 de enero de 1989 (…) con el
objeto de identificar y sancionar a todas las personas que resulten
individualizadas como responsables de las violaciones a los derechos humanos”,
comienza el primer juicio contra el General Alfredo Arrillaga, principal
responsable del operativo militar de recuperación del cuartel de La Tablada y
de la muerte y desaparición de los integrantes del Movimiento. De lo se tratará
también en este juicio es de sentar las bases para futuras acusaciones por las
violaciones a los derechos humanos que se cometieron contra los integrantes del
MTP luego de la rendición, en pleno período democrático: “cuando se produce la
rendición de los compañeros se cometen todas las violaciones a los derechos
humanos que se habían cometido en la dictadura y en la mayoría de los casos, en
manos del mismo personal militar que había sido protagonista en la década del
'70. Después de 30 años logramos que llegue a juicio oral el caso por uno de
los compañeros que está desaparecido, José Díaz”, agregó Irene Provenzano.
La continuidad entre las violaciones a los
derechos humanos en dictadura y en democracia parece sintetizada en el accionar
del imputado en el juicio que empieza el lunes. “Arrillaga tiene muchas
condenas por delitos de lesa humanidad. Tiene prisión domiciliaria y más de 80
años. Actuó en la trágica ‘Noche de las corbatas’, en 1977 en Mar Del Plata; es
un represor consolidado y uno de los fundamentales. Fue el que asumió el mando
en la recuperación del cuartel, quien estuvo a cargo de la rendición y de la
integridad de la vida de los compañeros, y es el responsable de la muerte y
desaparición de cuatro de ellos” afirmó Irene.
Juicio y castigo a los culpables
La imputación por la que hoy llega a juicio
Alfredo Arrillaga es del 2009. Irene también se refirió, en la radio abierta de
la reciente marcha de la resistencia al proceso de lucha por justicia y castigo
a los responsables: “No es que la justicia de hoy decidió imputar a Arrillaga.
Es un proceso muy largo de la lucha de compañeras y compañeros militantes y
abogados de la causa que permite que lleguemos a juicio hoy. Aún en esta
coyuntura tan represiva en términos de los derechos humanos, nuestras
expectativas son altas. Muchas ya están cumplidas, en términos de que haya
llegado a juicio oral y de que podamos estar hablando de esto y amplificando a
toda la comunidad comprometida lo que tiene que ver con la denuncia de las
violaciones a los derechos humanos en La Tablada. Eso es un logro y un desafío
alcanzado. Esperamos que se condene a Arrillaga por su responsabilidad de La
Tablada, pero nuestra expectativa también es que a partir del juicio podamos
recoger pruebas para imputar a muchos responsables más, que son responsables no
sólo de lo que pasó con José, sino de lo que ocurrió con el resto de los
compañeros”.
En La Tablada no solamente hay que denunciar las
desapariciones, también hubo torturas, fusilamientos y ejecuciones sumarias a
integrantes del MTP que se encontraban ya desarmados después de la rendición.
De acuerdo a Irene Provenzano, “hubo torturas a los compañeros cuando estaban
presos y a disposición del juez. Hubo complicidad judicial y política de
encubrimiento a lo que pasó en La Tabalada”. A pesar del contexto adverso, “la
expectativa es que todo esto tenga una plataforma de visibilidad y una
consecuencia después en términos jurídicos, en futuras imputaciones y futuros
juicios. El juicio es, para nosotros, una primera plataforma de denuncia y
búsqueda de justicia, y esperamos que nos permita seguir en juicios posteriores
buscando la verdad y consiguiendo el castigo para los responsables”.
Cabe recordar que quienes sobrevivieron al
copamiento sufrieron vejámenes y torturas y padecieron más de 10 años de
prisión, logrando su libertad plena recién en 2002, tras una ardua lucha de
organizaciones de derechos humanos y movimientos de izquierda, que incluyó una
prolongada huelga de hambre de los presos políticos del MTP. Fueron indultados
por el presidente Eduardo Duhalde, junto a Mohamed Alí Seineldín, preso por sus
levantamientos militares; otra vez la teoría de los dos demonios.
Fuente: Agencia Paco Urondo