RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — La Policía de Brasil
mató a 736 personas en el estado de Río de Janeiro (sureste) entre febrero y
julio, en los seis primeros meses de la intervención militar que decretó el
Gobierno, dijo a Sputnik uno de los coordinadores del Observatorio de la
Intervención, autor de la investigación, Pablo Nunes.
"Las muertes provocadas por la policía
llegaron a 736, aumentaron un 36% respecto al mismo periodo del año pasado; es
gravísimo, un absurdo", dijo Nunes.
El Observatorio de la Intervención está
coordinado por el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía de la
Universidad Candido Mendes de Río de Janeiro, y cuenta con el apoyo de decenas
de entidades y activistas del estado.
A mediados de febrero el presidente de Brasil,
Michel Temer, firmó el decreto de la intervención federal, que supuso apartar a
los responsables de la seguridad del Gobierno del estado de Río de Janeiro y
puso en su lugar a altos mandos de las Fuerzas Armadas.
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En su momento, Temer defendió la decisión como
una "jugada maestra" que resolvería la creciente violencia en Río de
Janeiro, pero para los expertos el balance hasta el momento es totalmente
negativo.
© AP PHOTO / SILVIA IZQUIERDO
La decisión de Temer es inédita en la democracia
brasileña y, en principio, termina el 31 de diciembre.
La mayoría de indicadores de crímenes más
violentos se mantienen altísimos, pero la letalidad provocada por la policía
aumentó exponencialmente, algo que, según Nunes, se debe, en parte, a la
permisividad de los altos mandos militares hacia sus nuevos subordinados, los
policías que patrullan las calles, que hasta ahora dependían del Gobierno de
Río.
"No hay ninguna acción, ningún gesto… Nadie
dice que esos números son inaceptables, y ese silencio es prácticamente una
aprobación tácita para que (los policías) puedan seguir actuando de esa
forma", criticó Nunes.
Entre febrero y julio de este año, en el estado
de Río hubo 2.617 homicidios dolosos (cuando no se tiene intención de matar) y
99.571 robos, y los tiroteos aumentaron considerablemente.
© REUTERS / RICARDO MORAES
Hubo 4.850 tiroteos frente a los 3.477 que se
registraron en los seis meses previos a la intervención, y dejaron un total de
742 muertos y 620 heridos.
Además, en los seis meses en que las Fuerzas
Armadas controlan el estado de Río fueron asesinados 51 agentes de seguridad
(50 policías y un militar).
Uno de los pocos indicadores que disminuyó fue
el robo de mercancías en camiones (un 11% menos), algo que para el especialista
ni debería celebrarse debido a las elevadas cifras de muertos y también porque
es una victoria pírrica teniendo en cuenta la enorme cantidad de recursos
invertidos.
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"profunda preocupación" por intervención militar en Río de Janeiro
Según el informe, los militares consumen una
media de un millón de reales (256.000 dólares) cada vez que salen a la calle a
realizar una operación contra el crimen organizado sobre todo en favelas
(barrios hacinados) y barrios de la periferia.
© REUTERS / UESLEI MARCELINO
Para el especialista, la mayoría de estas
operaciones son muy poco efectivas: "Movilizar a 5.000 militares para
rodear una favela, poniendo en riesgo la vida de mucha gente para luego
incautar dos pistolas… está todo completamente equivocado", afirmó.
En todos estos meses se ha movilizado a un total
de 172.000 agentes, en 372 operaciones especiales y durante esas incursiones se
ha matado a 81 personas y se han incautado 373 armas.
La tenencia ilegal de armas es uno de los problemas
más dramáticos de Río de Janeiro, explica Nunes; es común que narcotraficantes
o milicianos posean fusiles de gran tamaño, y uno de los objetivos de la
intervención era evitar que llegaran a sus manos.
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militar en Río de Janeiro se verán en unos meses
Sin embargo, se han requisado un 40% menos de
armas que en los seis meses previos a la intervención y, según el Observatorio,
buena parte de la culpa es la falta de inversión en inteligencia.
© REUTERS / IVAN ALVARADO
Solo el 6% de los resultados que se planteó en
un principio la intervención de los militares tiene como objetivo mejorar las
acciones coordinadas de inteligencia, la mayoría de los recursos se destina a
comprar más materiales y a reforzar los efectivos de seguridad.
La lucha contra la corrupción policial, que era una
de las principales banderas de los altos mandos del Ejército cuando empezó la
intervención, tampoco parecer ser una prioridad, según el informe, dado que
solo se revisaron cuatro del total de 39 cuarteles de la policía.Fuente: Sputnik