"Los reajustes de haberes jubilatorios por la
Ley de movilidad no resuelven la angustiante situación que viven millones de
jubilados", afirman desde la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados de
Argentina, respecto al aumento anunciado para setiembre por el gobierno que
llevará la mínima de 8096 a 8630 pesos.
Cuando se aprobó la modificación de la Ley de
movilidad por la que rige actualmente (27.426), el Poder Ejecutivo, la mayoría
del Poder Legislativo y el ANSES habían asegurado que, con el cambio de la
fórmula de movilidad, los jubilados y demás beneficiarios de prestaciones
cobrarían este año entre 4 y 5 % por encima de la inflación. La realidad es
otra si comparamos los valores de las remuneraciones que habrá en diciembre de
2018.
Con los ajustes de marzo y junio y el aumento de
setiembre (6,67%) y diciembre (7,79%) el ajuste total del año totalizará un
28,48%. En el mismo período de 15 meses, con datos que estiman la inflación
acumulada de 38 a 40%, el poder adquisitivo perderá alrededor del 10%
aproximadamente.
“Tanto esta ley como la anterior han sido
paliativos para no solucionar la grave situación que padecen millones de
jubilados y pensionados. Esto se puede ver si comparamos los haberes
jubilatorios con la Canasta Básica del Adulto Mayor que hoy supera los 20.000
pesos. Desde hace muchos años el haber mínimo se mantiene en alrededor del 40%
de esa Canasta Básica y cabe destacar que el 80% de los jubilados no la cubre”,
afirman desde la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados de la
República Argentina.
El haber jubilatorio mínimo con treinta años y
más de aportes recibirá un aumento extra porque se ajusta al Salario Mínimo Vital
y Móvil. Esto significará 137 pesos más por mes. Cabe aclarar que este
incremento no lo reciben las jubilaciones por moratoria.
“Esto quiere decir que si ese haber es de
alrededor de 8.000 pesos - 8.600 o 9000-, utilizando la fórmula de una u otra
ley, ningún jubilado con este único ingreso puede subsistir con dignidad y
autonomía. Más aún, considerando que la jubilación no es un subsidio, sino
producto de una parte del salario o ingreso diferido, retenido por el Estado
para destinarla a los pagos previsionales con la concepción de solidaridad
intergeneracional y para obtener un sustituto del salario o ingreso al momento
de cumplir los requisitos legales para jubilarse”, explican los integrantes de
la Mesa en su comunicado.
Por todo esto es que la organización exige en
uno de sus puntos reivindicativos que el Haber Jubilatorio Mínimo debe ser
igual al Salario Mínimo Vital y Móvil y éste igual a la Canasta Básica del
Adulto Mayor. “Para esto se requiere unidad de acción de las organizaciones
sindicales, de jubilados, sociales, populares, para lograr en forma urgente un
aumento de emergencia en todas las escalas”, afirman.
Fuente: Red Eco Alternativo