Asustados. Familiares de los tripulantes del ARA
San Juan temen que sus reclamos por el esclarecimiento del caso los ponga en
peligro.
Mauro Federico. Subdirector periodístico Ámbito
Financiero
Un informe del Laboratorio de Seguridad en las
Comunicaciones de la Universidad Tecnólogica Nacional (UTN) confirmó que al
menos el teléfono celular de la mujer de un tripulante del submarino ARA San
Juan se encuentra "intervenido" por una computadora especializada en
inteceptación. Así lo reveló la doctora Valeria Carreras, abogada de un grupo
de familiares de los marinos desaparecidos en diálogo con Ámbito Financiero,
quien adelantó que en las próximas horas "se aguardan pericias en una
docena de aparatos y líneas que han venido sufriendo sospechosas alteraciones
en sus configuraciones". Además, durante las jornadas del juicio que se
lleva a cabo en los tribunales federales de Caleta Olivia para determinar qué
ocurrió con la nave de cuyo paradero nada se sabe desde el 15 de noviembre de
2017, se conocieron sugestivos relevos de cargos de submarinistas ligados a la
investigación y surgieron elementos que contradicen los dichos del ministro de
Defensa, Oscar Aguad, ante la Comisión Bicameral del Congreso. "Sería muy
peligroso admitir que las víctimas de esta historia dramática estén siendo
investigadas -además de intimidadas- como si fueran las responsables de la
tragedia", sostuvo Carreras.
Aprietes y traslados
Cuando la semana pasada Aguad concurrió al
Parlamento para dar explicaciones del caso, hubo una situación que despertó suspicacias
entre varios de los asistentes. Al momento de tomar la palabra el capitán de
navío Héctor Aníbal Alonso (ex jefe de Estado Mayor del Comando de Submarinos),
el ministro se le acercó y en una clara actitud intimidatoria le sugirió que no
diera "detalles" porque sería citado por la Justicia. "Le
rogaría que no seamos muy detallistas, porque no me olvido de la investigación
judicial, y usted va a ser citado como testigo", fueron las palabras que
quedaron en la transcripción de la sesión especial. "Sugestivamente Alonso
fue transferido de la base naval de Mar del Plata a la sede de la Armada, en el
Edificio Libertad, lo cual en el marco de esta investigación no puede ser leído
como un traslado más", completó la abogada.
Sin embargo, no es el único caso de personal
transferido hacia áreas que poco o nada tienen que ver con sus funciones
específicas, tras la tragedia. O directamente retirados de la fuerza. Por
ejemplo, Daniel Ernesto Iribarren, quien fue jefe del Centro Integración de
Inteligencia Táctica Atlántico (superior directo del suboficial Enrique
Castillo, hombre la inteligencia naval que se encontraba en el ARA San Juan al
momento de su desaparición), a fines del año pasado se retiró y hoy dirige una
escuela de suboficiales. Javier Alberto Giungi, que fue también como agente de
Inteligencia embarcado en ARA San Juan en el viaje de julio de 2017, hoy
reporta tareas en Chipre. Al igual que otro suboficial de apellido Boggia
(también de Inteligencia de Mar del Plata), que hoy reviste funciones en el país
europeo. Otro de los casos es el del teniente de fragata Carlos Cristian
Schultz, maquinista, que también estuvo en la misión del San Juan en julio de
2017 y que, a su regreso, pidió ser separado de la escuela de submarinos.
"La hipótesis que manejamos es que están alejando a los que podrían
aportar datos sobre aquellos viajes y el estado de la nave desaparecida para
dilatar la conclusión inexorable de que no estaba en condiciones de
sumergirse", concluyó la letrada.
Pinchaduras
Durante la interpelación a Aguad, la esposa del
Oficial Diego Wagner -otro de los 44 desaparecidos- relató circunstancias
extrañas ocurridas en los archivos compartidos en grupos de WatsApp con el
celular de su marido, lo que generó la sospecha de que alguien pudiera estar
intrusando la línea del marino. Tras el relato, otros familiares coincidieron
en situaciones similares. Por esta razón, con la expresa autorización de las
esposas de los tripulantes- el Laboratorio de Seguridad en las Comunicaciones
de la UTN, a cargo del ingeniero Ariel Garbaz, realizó una pericia en la que
verificó que una de las líneas había sido "interferida". Según el
informe, "la línea se encontraba interceptada por una computadora que
reaccionó atacando a nuestros equipos con contramedidas típicas de los
Interceptios Management Systems". Carreras denunciará hoy ante la Justicia
el grave episodio y pedirá que disponga la revisión de todas las líneas de los
familiares de los tripulantes del ARA San Juan.
Fuente: Ambito Financiero