Las escandalosas declaraciones de una
hetaira que ocupan a gran parte del
periodismo son casi tan vacuas como la denuncia presentada por Alberto Nisman
contra la entonces Presidenta y su canciller, y están impulsadas por la misma
persona, “Jaime”, antes enfrentada con Mauricio Macri por la causa de las
escuchas ilegales (fue quien instrumentó la revelación de que el entonces jefe
de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y actual Presidente, junto a su primer
jefe de la Policía Metropolitana, “pinchaban” teléfonos a troche y moche,
incluidos los de la propia hermana del mandatario) y luego reconciliada gracias
a los buenos oficios de la CIA y de Clarín, que hace de megáfono de sus
denuncias.
Esto no quiere decir, desde ya, que no haya un
ápice de verdad es lo ventilado, de la misma manera en que la tremebunda
“denuncia” de Nisman había conversaciones entre personas mencionadas por sus
nombres y apellidos reales que hablaban de lo beneficioso de mejorar las
relaciones entre Argentina e Irán, algo que, como debería resultar obvio, no
constituye ningún delito.
Pero mientras resulta obvio que hay grupos de
pederastas y menores abusados,y que la red de trata probablemente sea mucho más
extensa que lo hasta ahora acreditado, cualquiera puede darse cuenta también de
que muchos de los denunciados son “casualmente” enemigos de “Jaime” y de la
virtual cabeza de la AFI, Silvia Majdalani (porque, hundido hasta las heces en
un affaire de corrupción multimillonaria, Gustavo Arribas, el alter ego del nº
1, está de salida) y que el servicial diario de la corneta hace de propaladora
y potenciador de la maniobra.
Que al Gobierno le viene como anillo al dedo al
término de una semana tan corta como trágica por el hecho de que estadísticas
sobre la supuesta disminución de la pobreza fueron tomadas para el churrete por
ajenos y propios; el Presidente se
habló encima revelando su principal objetivo: aumentar la brecha entre ricos y
pobres, y el delincuente que puso al frente del Ministerio de Energía para
acabar con las posibilidades de autonomía nacional en la materia, confesara con
pornográfico desparpajo que no repatria el dinero que evadió hacia guaridas
fiscales porque no tiene confianza en la gestión del gobierno que el mismo
integra.
Así, un tema tan serio como el abuso que tuvo
como víctimas a adolescentes desvalidos provenientes de hogares pobres y, por
lo general, lejanos, que se alojan en pensiones de clubes de fútbol se
transforma en una cortina de humo para ocultar el principal drama que se
desarrolla frente a nuestras narices: el desvalijamiento del Estado y los
recursos nacionales por parte de una cáfila de saqueadores que, para mayor
escarnio, se jactan de sus fechorías y se mofan de quienes asistimos a este
espectáculo degradante sin atinar a ejercer una oposición efectiva.
Por si no quedara claro, de paso cañazo, se
procura ensuciar al Papa Francisco -junto con CFK- el mayor opositor al
neoliberalismo rampante y el desguace de la Patria.
Cóppola tiene una relación directa con Stiuso,
como puede verse en esta grabación clandestina hecha en el restorán Río Alba,
de Cerviño y Oro, Palermo, en el pasado invierno. Y, por cierto, “Guillote”
está relacionado desde mucho antes con un viejo socio de Stiuso, Raúl Martins,
quien regenteaba una red de prostíbulos aquí y ahora lo hace en México, como ha
denunciado reiteradamente su propia hija, Lorena Martins. En esta foto (ver
abajo) ambos están abrazados y en compañía de Omar Suárez (no confundir con “el
Caballo”, ex secretario general del SOMU) dueño de “Cocodrilo” y sponsor de la
campaña de Mauricio Macri a la presidencia de Boca Juniors, y Pablo
Paternostro, el empleado de Martins que aparecía como aportante en aquella
campaña que Macri inició en “Shampoo”, la “boite” de alterne de Martins en La
Recoleta.
Fuente: Pájaro Rojo