Las afinidades represivas
Por Jorge Elbaum
El gobierno de Mauricio Macri decidió entablar
vínculos diplomáticos prioritarios con tres países: el Reino Unido, Israel y
Estados Unidos. Los elegidos son, a su vez, quienes repetidamente desisten de
acompañar a nuestro país en la causa más relevante de la política exterior
argentina, la soberanía sobre las Islas Malvinas. El vínculo con el gobierno
derechista de Netanyahu es una de las alianzas paradigmáticas de Cambiemos y
está íntimamente relacionado con la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina
Kirchner y con la tarea de los fondos buitre. Mientras Cambiemos se aleja de
los países latinoamericanos –como quedó en evidencia con el reciente retiro de
UNASUR—, establece puentes con quien se encuentra inserto en una situación
beligerante (siempre a un paso de la guerra), debido a la ocupación de tierras
palestinas, la represión brutal a quienes la resisten, la negación de los
derechos civiles de quienes viven en esos territorios y la tarea de diversos
grupos fundamentalistas islámicos que se niegan a reconocer la existencia del
Estado de Israel.
El último martes, Netanyahu envió a Buenos Aires
una delegación de funcionarios para evaluar, junto a los equipos de la
cancillería argentina, el sostén de las posturas israelíes en los organismos
internacionales. El objetivo general de la misión, informó la cancillería
israelí, supone profundizar los
múltiples acuerdos entablados por el macrismo y el Likud. Pero el tema
específico es contrarrestar las ofensivas diplomáticas de la inmensa mayoría
de países que avalan la causa palestina
en los foros multilaterales. La delegación israelí estuvo presidida por Alon
Bar, subdirector de asuntos internacionales del Ministerio de Relaciones
Exteriores israelí y por su director general para América Latina, Modi Ephraim.
Por el lado argentino participaron el subsecretario de política exterior
Gustavo Zlauvinen, los directores de África y Medio Oriente y el responsable de
Organismos Internacionales. Asistentes de los funcionarios presentes en la
reunión confirmaron que el tema Malvinas no fue abordado, debido a que la
ocupación de las islas del Atlántico Sur por parte del Reino Unido responde al
mismo parámetro de la ocupación de Cisjordania (territorio perteneciente a
Palestina cuyas tierras han sido usurpadas por 800.000 colonos israelíes): en
el caso de que Israel condenase la ocupación británica –comentaron
informalmente los israelíes— se hallaría con argumentos menos sólidos para
justificar la manifiesta arbitrariedad de la ocupación en Palestina.
Convergencias militares
Las convergencias políticas entre Macri y
Netanyahu no se han instalado únicamente en los convenios diplomáticos.
Incluyen, sobre todo, acuerdos de cooperación militar, firmados por Biniamin
Bibi Netanyahu en septiembre último: el jueves 26 de abril el ministro de
defensa Oscar Aguad recibió en su despacho al embajador israelí en Argentina,
Ilan Sztulman, y a funcionarios del SIBAT (Foreign Defense Assistance and
Defense Export Organization), conglomerado público-privado de empresas
–controlado por el ministerio de defensa israelí— dedicadas a la producción y
comercialización de armas. El titular del SIBAT, Michel Ben Baruch, señaló
luego de la cálida recepción en el despacho del ministro que percibe excelentes
posibilidades de ampliar los intercambios. Informó también que ya se han
cerrado contratos relativos a la incorporación de lanchas de patrullaje e
interdicción (que arribarán próximamente a nuestro país para incorporarse a la
Prefectura), la instalación de Centros para el Monitoreo Fronterizo y el
despliegue de Sistema de Vigilancia Mediante Globos Aerostáticos. Los
convenios, agregó Ben Baruch, incluyen capacitaciones en diferentes áreas
basadas en las competencias desarrolladas en Israel en sus 70 años de historia,
que combinan la experiencia en conflictos bélicos (fronterizos) con políticas
de seguridad interna –y de ocupación—orientadas a reprimir las distintas formas
de resistencia palestina. [1]
El ministro Aguad junto a los representantes del
SIBAT.
La intensa cooperación entre ambos Estados
incluye también capítulos jurídicos. Pese a la escasa proximidad orgánica, los
sistemas legales de Argentina e Israel se hallan abocados a ejecutar convenios
de cooperación y capacitación. Israel carece de Constitución Nacional y su
entramado normativo se inscribe en la tradición del derecho consuetudinario,
similar al británico. La Corte Suprema de Israel se encuentra desde hace años
enfrentada a la cúpula del gobierno de Netanyahu, quien considera el sistema
jurídico como un estorbo de sus políticas de apartheid. [2] La Corte
Suprema ha tenido, según voceros del
Likud, el desparpajo de cuestionar la detención de niños palestinos. [3]
Esta peculiaridad no parece ser óbice para que
el Ministerio Público Fiscal haya dispuesto, para el próximo lunes 7 de mayo,
una jornada sobre criminalidad compleja, a la que ha sido invitada la jueza de
la cámara de apelaciones de Tel Aviv, Miriam Diskin. En Israel, el concepto de
criminalidad compleja se asocia al narcotráfico y al terrorismo. Quienes
acompañarán a la magistrada Diskin en el seminario de capacitación serán el
fiscal de la cámara federal de casación penal, Raúl Pleé, y Mariano Borinsky,
integrante de la cámara de casación penal. Pleé es conocido por haber tenido un
rol esquivo y oscuro en relación con la causa AMIA: el fiscal de la cámara de
casación fue denunciado en 2013 por el CELS y Memoria Activa –junto a Germán
Moldes— por haber demorado la acusación contra los responsables de
encubrimiento del atentado de la AMIA de 1994. Quienes fungían de agraciados de
la parsimonia de Pleé no eran otros que el ex presidente Carlos Menem, su jefe
de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y el comisario Jorge “Fino” Palacios, quien fuera
sugerido en el año 2009 (por Israel y Estados Unidos) para ser jefe de la
policía metropolitana. Dicha recomendación fue propuesta luego de las públicas
simpatías de la DAIA, que premió al funcionario policial por sus “importantes
aportes a la seguridad comunitaria”.
Macri en la Sociedad Hebraica Argentina en 2010,
justificando la designación de Jorge “Fino” Palacios. El actual diputado Waldo
Wolff aparece atento, cual alumno aplicado.
El otro expositor del seminario planificado para
el lunes 7 de mayo es Mariano Borinsky, uno de los camaristas de Casación que
impulsó la reapertura de la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman contra
la ex presidente Cristina Fernández. Borinsky, junto a Gustavo Hornos y Ana
María Figueroa, decidieron a fines del año 2016 conceder la reapertura de la
denuncia presentada por Nisman días antes de morir. Para que dicho dictamen sea
posible fue necesario revocar los fallos del juez de primera instancia, Daniel
Rafecas, y los decididos por los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler.
Rafecas logró superar el Jury de Enjuiciamiento. Freiler no tuvo la misma
suerte.
Según la información provista por el Ministerio
Público Fiscal, la jornada, inserta en el convenio marco de cooperación y
asistencia técnica (PGN 24/18), incluirá debates sobre aspectos ligados al
Código Procesal Penal, que tuvo recientemente una aprobación parcial en la
Cámara de Senadores, sin que el oficialismo haya logrado el asentimiento de los
artículos destinados a permitir la vigilancia electrónica. La intentona para
imponer el “Big Brother” local fue conocida luego de la investigación
periodística difundida periodísticamente por Horacio Verbitsky en 2017 y
profundizada en 2018 por El Cohete a la Luna. [4] El convenio marco también fue
firmado por Ricardo Sáenz, fiscal general de la Cámara del Crimen y
vicepresidente de la Asociación de Magistrados. Sáenz fue uno de los impulsores
de la marcha del silencio en homenaje a Nisman –junto a Waldo Wolff— y, además,
el encargado de dictaminar que lo asesinaron,
logrando que la causa sea eyectada de la justicia de instrucción y aterrice en
el fuero federal, en los pasillos serviciales de los tribunales de Comodoro Py.
La derecha israelí y la operación Nisman
Entre los años 2010 y 2014 Nisman recibió casi
282.000 dólares de aportes del diario Israel Hayom, cuyo propietario es el
magnate Sheldon Adelson, como honorarios de conferencias que nunca realizó. [5]
Ese es el monto aproximado con el que adquirió terrenos cerca de Punta del Este
que nunca declaró, y por los cuales su madre y su hermana están a la espera de
un juicio porque también figuraban a su nombre. Luego de su fallecimiento, la
FINCEN (Finantial Crime Enforcement Network) de Estados Unidos —red de
investigación de delitos financieros—, similar a la UIF de nuestro país,
informó la existencia de una cuenta con 660.700 dólares en la sede del banco
Merrill Lynch de Nueva York, que “podría originarse en lavado de dinero o
sobornos”. [6] En el mismo periodo en que se divulgaban esas cuentas, la Fundación
para la Defensa de la Democracia (FDD), dirigida por Mark Dubowitz, instauraba
el Premio Alberto Nisman. Dubowitz declaró ser íntimo amigo de Nisman. Los
máximos donantes de la FDD fueron –y siguen siendo— Adelson y Paul Singer. El
aporte a la FDD alcanzó los 3,6 millones de dólares según la entidad que
contabiliza las donaciones empresariales a ONGs y a políticos (International
Press Service).
El diario Israel Hayom es el medio de prensa más
alineado con Bibi Netanyahu que existe en Israel. Defiende sus políticas
neoliberales en lo económico, de ocupación neocolonial en lo geopolítico y de
apartheid hacia los palestinos. Adelson (que es conocido en Estados Unidos como
el Rey de Las Vegas) compartía con Paul Singer la tenencia de bonos basura.
Adelson figuró en la revista Forbes –a fines de 2016— como una de las diez
personas más acaudaladas de los Estados Unidos, con una fortuna calculada en
27.000 millones de dólares. El Rey de Las Vegas es, además, el máximo donante
de la campaña electoral que permitió a Donald Trump llegar a la presidencia:
aportó un millón y medio de dólares. Ese sostén financiero ha sido recompensado
por el magnate neoyorquino. Fue el único multimillonario presente en su
asunción y fue premiado con una cena privada el 9 de febrero de 2016 en la
residencia de Trump. [7]
Adelson y Singer compartieron la titularidad de
los fondos buitre y se empecinaron en litigar contra la Argentina, luego del
canje de deuda, sin lograr que sus demandas fuesen aceptadas mientras
gobernaron los Kirchner. Una de las iniciativas de Adelson y Singer para
presionar y deslegitimar al gobierno de CFK fue la publicación de solicitadas,
en diarios de distintas ciudades estadounidenses, asociando al negacionista
Ahmadinejad con Cristina Kirchner. En esa etapa se tramitaba el Memorándum de
Entendimiento con Irán, que pretendía la consecución de las indagatorias a los
acusados iraníes, como paso previo (imprescindible) para lograr el juicio oral.
Operaciones mediáticas de los Fondos Buitre
Durante el año 2015, la DAIA –cuyo
vicepresidente era Waldo Wolff— desplegó una ambiciosa campaña internacional,
con visitas a Miami y Washington, donde contribuyeron a asociar
(despreciativamente) a CFK con Ahmadinejad, en llamativa coincidencia con la
metodología comunicacional instaurada por los fondos buitre. A pesar de esas
operaciones, Singer y Adelson sucumbieron a una relevante derrota en la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, donde se aprobó en
septiembre de 2015 una serie de principios básicos para procesos de
reestructuración de deuda. Los fondos buitre fueron vencidos por 136 votos en
contra. Solo suscribieron la posición de Adelson y Singer seis Estados. Entre
ellos, Reino Unido, Estados Unidos e Israel.
Tiempo antes, en 2014, Mauricio Macri había
viajado a Israel donde fue recibido por Bibi Netanyahu. La agenda del entonces
Jefe de Gobierno de la Ciudad fue tramitada por Claudio Avruj, ex director
ejecutivo de la DAIA nombrado en la década del ’90 por Rubén Beraja. Luego del
triunfo de las elecciones en diciembre de 2015 –en cuya campaña electoral el
fallecimiento de Nisman fue sustancial— Macri volvió a reunirse con Netanyahu
en Davos, y se comprometieron a agilizar la cooperación interestatal, sobre
todo la ligada a la defensa y seguridad.
El vuelo de Pegasus
En abril de 2016 Macri abonó 9.300 millones de
dólares a los fondos buitres a pesar de la declaración de la ONU de 2015. En
mayo de ese año el secretario de seguridad, Eugenio Burzaco, visitó Israel. A
fin de ese mismo mes desembarcaron en la Argentina las empresas ligadas al
SIBAT, bajo el liderazgo del coronel Uzi Moscovitz, experto en ciberdefensa. En
junio la DAIA y el diputado Waldo Wolff recriminaron a la entonces canciller
Malcorra por un voto argentino en la UNESCO ligado a la ilegal colonización de
territorios palestinos. La carta formal entregada en el Palacio San Martín
declara el “malestar de la DAIA (…) por la decisión adoptada por parte de la
República Argentina de votar afirmativamente la Resolución de la UNESCO
(EX/PX/DR.19.1), bajo el título “Palestina ocupada”, en la 199º reunión del
Consejo Ejecutivo que se celebrara en París”. La queja de la DAIA motivó –a
posteriori de esta presión— un cambio de la histórica posición argentina de
cuestionar la ocupación de Cisjordania y osciló entre la abstención y el
literal apoyo a Israel en los foros internacionales.
En mayo de 2016 se llevó a cabo un seminario de
seguridad en Buenos Aires con participación de empresas públicas y privadas
israelíes. El encuentro motivó la siguiente declaración de Patricia Bullrich:
“Estamos trabajando con la Dirección de Comunicaciones de la Corte Suprema de
Justicia (la ex OJOTA, encargada de las escuchas telefónicas) un
establecimiento de protocolos (…) Nos estamos dedicando fuerte a la creación de
un protocolo unificado de emergencias. El diputado Waldo Wolff lo está
trabajando con expertos de distintos lugares en el mundo, para saber qué hacer
y cómo operar para que no se colapsen las comunicaciones y la logística”. En
septiembre de 2016 el ministro de educación Esteban Bullrich visitó Tel Aviv y
Jerusalén.
En noviembre de ese mismo año Patricia Bullrich
y Waldo Wolff —en representación del Congreso Nacional (¿?)—, participaron de
la IV Conferencia Internacional Israel HLS & Cybersecurity, realizada en
Tel Aviv. Un año después desembarcó Netanyahu en Argentina junto a una
treintena de empresarios, gran parte de ellos dedicados a temáticas de
seguridad. Una de las visitantes fue la corporación NSO Group (titular de la
aplicación espía Pegasus), uno de cuyos accionistas mayoritarios es
–azarosamente— el fondo de inversión Elliot Management, administrado por Paul
Singer. En octubre el secretario general de la provincia de Buenos Aires,
Fabián Perechodnik, despidió a los efectivos de la Dirección de Seguridad
Especial Halcón antes de su traslado a Israel, para desarrollar capacitación de
grupos de élite en metodologías y respuesta rápida .[8]
Bullrich y Waldo Wolff con el ministro de
defensa Avigdor Liberman.
Pedro Golfarb, historiador israelí consultado
para esta nota, aseguró que “la política de Netanyahu con respecto a América
Latina busca fortalecer a los mandatarios latinoamericanos que se adecuan al
neoliberalismo y a las ideas fascistas”. En referencia a la situación interna
del Estado hebreo agregó: “En este marco no sorprenden las posturas xenófobas
de una gran parte de la sociedad israelí: el ´otro´se ha convertido en el
enemigo. Al interior de Israel, Netanyahu sólo es enfrentado por el Frente
Democrático por la Paz y la Igualdad, la Lista Unificada (conformada por
musulmanes y judíos, que poseen 13 diputados de los 120 escaños que componen la
Kneset), y el ala izquierda del partido sionista Meretz”.
Las afinidades neoliberales y represivas de
Macri y Netanyahu parecieran transitar los mismos senderos de las relaciones
carnales de los ’90. El perspicaz escritor catalán Terenci Moix imaginaba a
sujetos como los dos mandatarios de marras (Macri y Netanyahu) cuando los hacía
pronunciar la siguiente frase: “Estamos especializados en una armoniosa repetición
del desastre y la estupidez”.
Fuene: El Cohete a la Luna