Reseña del libro por Denise Sullivan
Después de los horribles asesinatos de Alton
Sterling, en Baton Rouge, Louisiana, y de Philando Castille, a las afueras de
Saint Paul, Minnesota, por policías, uno después del otro, en julio de 2016, el
escritor y activista político Mumía Abú-Jamal respondió con una frase que
parecía como si el escritor se hubiera quedado sin palabras al terminar su
corto lamento titulado, "Asesinados por Policías que Estaban 'Simplimiente
Haciendo su Trabajo' ", con la línea: "Y un muerto más... y otro... y
otro más".
Poco después, en el artículo, "¿Qué Pasa
con un Sueño Postergado?," sobre las muertes de Sterling, de Castile y de
la masacre en Dallas, Texas, donde cinco policias y varios otros fueron
heridos, Mumia invoca un poema de Langston Hughes:
Se ha llegado a una nueva etapa en la guerra más
larga que los Estados Unidos de Norteamérica desata contra sí mismo.
Resumiendo la historia de las patrullas de los
Blancos contra los esclavos Negros, su parecido a los actuales departamentos de
policía y al sistema de justicia que da inmunidad a policías que matan,
Abú-Jamal medita sobre como y porque hemos llegado a tan horible momento en la
historia norteamericana:
La opresión puede volver loca a la gente. Puede
convertir cerebros sensatos en mentes consumidas por cólera, furia y
resentimiento.
Un año después, a consecuencia de los recientes
actos terroristas alrededor del mundo, de los asesinatos en masa de costa a
costa en los Estados Unidos, y del fallo totalmente no inesperado de no
culpable a favor de Jerónimo Yáñez, el policía que mató a Castile, vale decir
que la tiranía de nuestro estilo de libertad nos ha llevado a un nuevo período
en la larga guerra contra nosotos mismos. En su espacio radial, Abú-Jamal cita
a Alexis de Tocqueville y a Mao Tse-tung al hablar de la guerra civil que
actualmente vive los Estados Unidos. En otro artículo titulado, La Segunda
Muerte de Philando, Abú-Jamal concluye, "El jurado creyó otra vez que la
vida de un Negro no tiene valor intrínsico y que se puede tratar al Negro como
basura, quemarlo, y tirarlo como desperdicio, como se botan viejos pares de
zapatos."
En su última colección de ensayos, ¿Ha Valido
Alguna Vez la Vida de los Negros? (Have Black Lives Ever Mattered?), publicado
por, City Lights, Abú-Jamal no ofrece respuestas fáciles, excepto para aquello
que no se puede negar: "Bueno, éstas parecen lo suficiente importantes
como para suprimirlas y robarlas."
A lo largo del libro, Mumía irradia su luz sobre el grupo de vidas
Negras sacificadas desde 1998-- los casos que llegaron a la vista del pueblo--
mientras subraya este hecho: Vivir como Negro en los Estados Unidos es en sí
una experiencia traumática.
Entre siguiendo con su lucha diaria para
mantener su salud a pesar de que en la prisión le niegan asistencia médica, y
trabajando continuamente para anular la errónea convicción por el supuesto crimen de haber matado a un
policía en 1981, Abú-Jamal escribe, escribe y escribe: nueve libros incluyendo
la colección de ensayos ya publicada por City Lights, Graves Profesías (Writing
on the Wall), numerosos ensayos y programas de radio, todo creado desde la
prisión a lo largo de 30 años, (la mayor parte de esos años encerrado en una
celda del Corredor de la Muerte), Abú-Jamal ha hecho sonar campanas de alarma,
ha izado y hecho flamear banderas de libertad; y sus palabras hicieron sonar
sirenas de alarma en su esfuerzo por detener la presente emergencia que vive Estados
Unidos. Decir en términos simples lo que parece ser evidente es un arte, es
obra de voces proféticas, y Mumía Abú-Jamal posée éso. La posibilidad de ver
desde dentro de la prisión, le permite la precisión de una concentración
certera para observar y decir verdades que no podemos ver ni decir quienes
viajamos libremente por el mundo y usamos la Internet. Sin embargo, su
posición, o falta de ella por estar preso, ha hecho que su obra sea puesta de
lado y ha veces hasta rechazada por la sociedad en general. Quizás el volúmen
de su obra en este momento es lo que intimida a gente indudablemente
inteligente, y lo evita, o quizás es la anticuada "supremacía de los
Blancos" lo que hace otra vez lo único que sabe hacer, esta vez tratando
de no dar importancia a Mumía Abú-Jamal...
Existe una inexplicable resistencia en la
llamada izquierda progresista de considerar a Mumía poeta y escritor de mérito,
mucho menos de verlo como un profeta o como una valiosa voz de los sin voz.
Aquellos que veneran los célebres escritos de prisión de Jean Genet, George
Jackson, Martin Luther King, Jr. y Nelson Mandela, no han tenido tiempo de
discutir vigorosamente el vasto catálogo de escritos de Mumía Abú-Jamal. Pero
los que lo apoyan pueden estar tranquilos en la seguridad que cuando ya no
estemos aquí, los escritos de Mumía van a permanecer como testimonios de un
tiempo raro en la historia de los Estados Unidos; y los estudiosos del futuro
probablemente no van a creer porqué no se puso más atención a su sabiduría
profética y porqué no se consideraron seriamente sus palabras. En sus ensayos
hay respuestas y herramientas valiosas para recobrar el alma que ha perdido
Estados Unidos.
En el artículo de 2002 titulado, "Las Otras
Violaciones de Central Park," sobre los cinco jóvenes erróneamente
acusados y presos por crímenes que no cometieron en 1989, Abú-Jamal denuncia a
Donald J. Trump y a sus crueles avisos periodísticos a toda página en los que
Trump proclamó que los cinco jóvenes debieron haber recibido la pena de muerte.
(Los jóvenes fueron posteriormente declarados inocentes después de haber estado
presos de 6-13 años de sus sentencias de 5-15 años). De ese error judicial,
Abú-Jamal afirma que no es un incidente aislado: Que cinco jóvenes Negros sean
victimizados por los sistemas de justicia y de prisiones, heridos para toda su
vida por la mentalidad de esos sistemas de tratar todos los casos como de
costumbre, es simplemente más evidencia que la vida de los Negros es desechada.
En ese mismo artículo Mumía afirma que para este sistema los Negros, los
cobrizos y los Latinos "no valen nada."
El ensayo de 1998, "Somos Ciegos a Todo
Menos al Color," considera como las Cortes de Justicia tratan al pueblo:
"...como la gente es acusada y sentenciada son reflejos directos de la
raza y el grupo étnico a los que los acusados pertenecen y como esos rasgos son
vistos por norteamericanos Blancos." Mumía propuso un ejercicio
experimental entre estudiantes de leyes en el que Blancos imaginaron volverse
Negros y dijeron que éso era "una desventaja," que valía millones de
dólares en daños. "¿Porqué daños, a menos que el color sea
importante?", se pregunta Mumía.
De los 41 tiros que mataron a Amadou Diallo, en
1999, Abú-Jamal notó la "previsible absolución de sus asesinos, cuatro
policías Blancos," en 2002 y pidió la creación de un movimiento para parar
la violencia. Unos 12 años después, siguiendo los asesinatos de Eric Garner y
Michael Brown, se lanzó el movimiento, La Vida de los Negros Vale, aún cuando
ese movimieno no reconoce ser inspirado por Abú-Jamal y tampoco busca su apoyo,
pero cualquiera con ojos y oídos puede reconocer que él fue el primero en
resisistir el terror policiaco y en nombrar a la supremacía de los blancos como
la causa principal de los males en la aplicación de la ley.
Leídos uno por uno, como lectura diaria, los
ensayos de Mumía, como sus comentarios por radio, son lo suficientemente
fuertes como para pensarlos por horas. Leyendolos todos de una sola vez, la
evidencia de los abusos mostrados por Abú-Jamal podrían potencialmente penetrar
una mentalidad racista y cambiarla; sin embargo, liberales sensitivos se
podrían enfermar de pena leyendo el innegable catálogo de sufrimientos que
presenta Mumía, muchos de esos sufrimientos causados por los mismos liberales
(que ésto sirva de advertencia). Sus críticas de los políticos no están
reservadas solo para los derechistas: Mumía escribe sobre el papel de los
Clintons en lo que él llama "la explosión de encarcelamientos en
masa", así como el legado de Obama en las vigilancias masivas y en el
sistema de represión que creó y enforzó: "Obama dejó fundamentamente
intactos los horrores de los encarcelamientos masivos y los puso en manos de un
populista de la ultra derecha, que fue muy bién recibido por un conocido grupo
terrorista Norteamericano, el Ku Klux Klán."
Al prepararnos para el gran verano caliente de
contradicciones y para el dia de fiesta más importante de Estados Unidos, el
Cuatro de Julio, Mumía nos pide pensar en lo que el abolicionista Frederick
Douglass y él se preguntan: ¿Qué significa esa fecha para un esclavo? Mientras
seamos la nación con la más alta población de presos en el mundo, con más de
dos millones de seres humanos en la cárcel, no solo somos un país-cárcel, si no
también ningún norteamricao es libre. Una y otra vez, equivocadamente se
encarcelan a seres inocentes; mientras los verdaderos asesinos de las
libertades norteamericanas aún tienen que ser juzgados, convictos y
encarcelados. "Hasta que llegue ese momento," Mumía escribe,"El
Cuatro de Julio es simplemente otro día."
El Estado de Pensilvania se mantiene firme en
tener preso a Abú-Jamal, a pesar del gran número de evidencias en favor de su
inocencia. Ésto hace perfecto sentido en los ojos de un Estados Unidos racista
y tímido; pero en un sistemas más perfecto, con más apego a la verdad y donde
en realidad existe éso de Justicia para Todos, sería un crímen mantener
prisionero por toda su vida a Mumía Abú-Jamal. Entre tanto, sus escritos son
compañía en las tristes horas de la historia de Estados Unidos que
continuamente afirma, una y otra vez, (aún cuando éso es mentira), que algunas
vidas pueden ser sacrificadas.
Fuente: Leonardo Boff
Gentileza: Dr. Hugo Mario Torre.