Negro el diez
La fortuna del presidente decuplica lo que
declaró. En su presentación de 2016, Macrì denunció bienes por 82,6 millones.
Además mantiene un fideicomiso opaco por otros 44 millones. Pero omitió un
predio de 32,5 hectáreas en Bella Vista cuya valuación fiscal es de 122
millones, su valor al acto de 477 millones y el de mercado no menos de mil
millones. Allí se construyó el barrio cerrado Buenos Aires Village. ¿Por qué Macrì
desprecia a Massa y le llama Ventajita?
Por Horacio Verbitsky
La fortuna del presidente Maurizio Macrì es diez
veces lo que declaró bajo juramento y supera con holgura la de todos sus
ministros y funcionarios. Entre sus posesiones en negro, es propietario de 32,5
hectáreas en la zona de barrios cerrados del norte del conurbano bonaerense. Su
valuación fiscal es de 122 millones de pesos, su valor al acto de 477 millones
de pesos y el de mercado no baja de mil millones, de acuerdo con los precios
que piden inmobiliarias de la zona. Sin embargo, no figura en ninguna de las
declaraciones de bienes presentada por el mandatario, quien en 2012 negó ser
dueño de ese predio. En el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos
Aires fue registrado cuando aún no se había subdividido el Partido de General
Sarmiento; hoy corresponde a Bella Vista, partido de San Miguel. Pero ya no es
un terreno baldío porque allí se edificó el barrio cerrado Buenos Aires
Village, que según su desarrollador inmobiliario comprende 250 unidades de
vivienda, de casi mil metros cuadrados de promedio. Uno de esas fracciones se
ofrece por 220.000 dólares, que equivalen a 3,9 millones de pesos.
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La primera información la ofreció el portal
Perfil.com.ar en 2012. Sostuvo que para construir ese barrio, “Macrì y su
familia” debieron conseguir una excepción a la ordenanza que sólo permitía
levantar planta baja y un piso. El subsecretario de Legal y Técnica de la
Municipalidad de San Miguel, José Richards, quien había sido funcionario de
Macrì en la Capital y ahora forma parte del equipo bonaerense del Hada Buena,
gestionó la excepción, agregaba. El intendente Joaquín De la Torre la elevó al
Concejo Deliberante, de modo de permitir la construcción de planta baja, dos
niveles y terraza.
Pero Macrì negó a través de su vocero haber
tramitado la excepción en San Miguel porque, dijo “los terrenos los vendió hace
años a la empresa Emdico, que fue la que se encargó de la comercialización del
mencionado barrio”. Richards se mudó a La Plata junto con De la Torre cuando el
ex intendente asumió como ministro de Producción y luego de Gobierno. La versión
que voceros del municipio transmitieron para esta nota es que “la ordenanza que
aprobó la urbanización se firmó una vez que O’Reilly le compró a Macrì ese
terreno que había pertenecido a la madre, y revendió una franja a
desarrolladores locales que construyeron dormis. El expediente de autorización a O’Reilly para desarrollar el barrio
privado se elevó a la provincia de Buenos Aires, que nunca respondió. En la
misma situación hay casi un centenar de barrios privados, que se construyeron
sin contar con el visto bueno definitivo de la provincia”.
Para ARBA el predio presidencial tiene una
valuación fiscal de 122 millones de pesos. Pero su valor al acto es de 477
millones y el de mercado el doble.
El presidente también es propietario de la
parcela vecina 209-E, que tampoco declaró.
Esto no explica por qué Macrì nunca declaró la
posesión del predio ni los fondos ingresados por su venta.
El barrio Buenos Aires Village fue construido
por Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común (Eidico, no Emdico), uno de
los mayores desarrolladores inmobiliarios del país. Sobre 32,5 hectáreas se
levantaron 250 viviendas con una superficie promedio de 915 m2 cada una. Según
Eidico, el Village “es vecino del Buenos Aires Golf y comparte su acceso
directo por la autopista del Buen Ayre. Cuenta con cancha de fútbol, 4 canchas
de tenis, pileta y espacio de juegos para los más chicos. Además, tiene un Club
House concesionado que permite disfrutar a los propietarios momentos especiales
acompañados de buena comida. Buenos Aires Village tiene doble acceso, lo que
permite una mejor circulación interna de vehículos”. A principios de esta
década el alma mater de Eidico, Jorge O’Reilly Lanusse, contó a la revista de
negocios “Reporte Inmobiliario” que en el comienzo de su actividad fue
inspirado por su tío materno y actual socio, Patricio Lanusse, quien compró con
un grupo de amigos cinco hectáreas en La Horqueta. “Luego le cambiaron la
zonificación”. Esta es una de las claves del negocio inmobiliario, de la
corrupción municipal y de la dificultad para modificarlo con provecho social.
Valuación fiscal y en acto
Pese a la desmentida de Macrì, cinco años
después el predio sigue formando parte de su patrimonio. El 13 de julio de este
año Macrì y su hermano Gianfranco inscribieron un trámite de subdivisión de
condominio ante el Registro de la Propiedad de la provincia de Buenos Aires. La
minuta de inscripción de la partida 36432, que menciona a Macrì como casado en
terceras nupcias con Juliana Awada, remite a la parcela 209-d, donde se levanta
el Buenos Aires Village. Según la agencia de recaudación bonaerense, ARBA, la
valuación fiscal del terreno es de 122.283.646 millones de pesos y el impuesto
a pagar el 29 de este mes asciende a 2,4 millones de pesos. El mismo documento
señala que la superficie del terreno es de 32,5 hectáreas y que la superficie
edificada es de 69990 m2. Estos 122 millones de pesos superan en 50 por ciento
los bienes de Macrì contenidos en su última declaración jurada, de 2016, que
asciende a 82,6 millones. Si a ello se suman los 44 millones de pesos del
fideicomiso ciego en el que dijo haber colocado una parte de sus bienes, el
total llega a 126,6 millones, apenas cuatro millones por encima de la valuación
fiscal de ese solo terreno. La figura del fideicomiso ciego no existe en la
legislación argentina y Macrì la invocó como prueba de su voluntad de
transparencia para evitar conflictos de intereses, con la misma impresionante
técnica de manejo de la información por la cual dijo que volvía a fojas cero la
negociación por la deuda del Correo, que sigue sin novedades hasta hoy. En
realidad se trata de un fideicomiso opaco, porque no se sabe a ciencia cierta
qué contiene. El fideicomiso no es ciego para el presidente sino protegido de
la vista de la sociedad, con lo cual el efecto real es opuesto al perseguido.
Hace dos meses, la revista Noticias entrevistó a José María Fernández Ferrari,
el escribano a cargo del fideicomiso. Su socio, Carlos D’Alessio, renunció como
escribano general de la Nación para que Macrì pudiera alegar que no tenía
contacto alguno con el administrador de una parte de sus bienes y que no había
conflicto de intereses. Esto no excluye una sobreactuación: Fernández Ferrari
declaró que él y Macrì firmaron el acuerdo en momentos distintos y que nunca lo
conoció. En el mismo artículo, la revista sostiene que los bienes de Macrì que
administra Fernández Ferrari son quince pisos de un edificio nuevo en el barrio
de La Boca, acciones y campos. La declaración jurada del presidente comprende
una propiedad en el Uruguay, legada días antes de la muerte del tío Jorge
Blanco Villegas, en abril de 2011; lotes de terreno en Tandil, Pilar, Salta y
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; acciones en las sociedades ECosta SA,
Agropecuaria del Guayquiraro, Molino Arrocero Rio Guayquiraro, Yacylec, Maria
Amina, y 4 Leguas; y su participación en el Fideicomiso Inmobiliario Caminito.
Ninguno de esos bienes tiene relación con el lote en Bella Vista con valuación
fiscal de 122 millones de pesos, por lo cual no puede tratarse de los mismos.
Además, sólo esas 32,5 hectáreas valen tanto como todos los bienes
presidenciales, dentro y fuera del fideicomiso opaco.
El catastro de San Miguel. La división del
condominio entre Gianfranco y Maurizio Macrì, hace apenas un mes.
En 1995 la propiedad estaba dividida en tercios
entre los dos hermanos y la Mandataria e Inmobiliaria Litoraleña.
Para el Registro Bonaerense de la Propiedad, el
Valor al Acto del lote es de 477 millones de pesos. El Valor al Acto es
utilizado para calcular las tasas fiscales y los tributos a la herencia. Es
siempre superior a la valuación fiscal pero inferior al valor venal o de
mercado de la propiedad, que en este caso es el doble según tasaciones de
inmobiliarias que ofrecen terrenos en el mismo barrio cerrado y en otros
próximos.
El Catastro Bonaerense identifica a San Miguel
con el Código 131. La parcela aledaña a la anterior (209-c) pertenecía a las
hermanas María Lía, Anabel Gloria y Celina Gisela Busco Bayón, quienes en
septiembre de 1995 la vendieron indivisa a Gianfranco Macrì, casado desde
entonces con Eliana Badesich; Maurizio Macrì, casado en aquel momento con
Isabel Menditeguy y a la Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña SA. La parte de
Maurizio Macrì fue embargada en febrero de 2007 por orden del juzgado civil 4
de la Capital a pedido de su exposa Isabel Menditeguy, de quien se había
separado. El embargo se levantó el 12 de noviembre del mismo año, un mes antes
de que Macrì asumiera por primera vez como intendente de Buenos Aires.
La declaración jurada del presidente incluye
tierras e inmuebles en Tandil, Pilar, Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, pero no los lotes de San Miguel.
La Sociedad Anónima Inmobiliaria y Mandataria
Litoraleña fue creada en 1978 y presidida hasta su muerte el 13 de abril de
2011 por Jorge Alberto Blanco Villegas, tío materno del presidente. Su
actividad principal fue “Servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia,
con bie- nes urbanos propios o arrendados”. El domicilio fiscal de esa empresa
es Avenida del Libertador 498, piso 28, en el mismo edificio conocido como El
Rulero, donde tienen sede SOCMA, SIDECO y Correo Argentino, que ocupan otros
pisos.
Por la subdivisión de condominio inscripta hace
un mes por Gianfranco y Maurizio Macrì ante el Registro de la Propiedad de la
provincia de Buenos Aires, lo que antes eran tercios con Inmobiliaria y
Mandataria Litoraleña, ahora son mitades, una de cada hermano. En uno de los
lotes linderos se levanta otro barrio cerrado y en otro el Buenos Aires Golf
Club, sobre la parcela 209-c. Es decir que esas tierras siguen siendo propiedad
del presidente hasta el día de hoy. Otra boleta de ARBA fue emitida a nombre de
Maurizio Macrì por la parcela 209 E lindera con la anterior. En este caso la
superficie es de 17,3 hectáreas y la parte edificada es de apenas 1416 m2. Su
valuación fiscal es de 11,6 millones de pesos y el impuesto a pagar a fin de
mes de 107 mil pesos. Tampoco esos 11,6 millones constan en su declaración
jurada.
Cesiones online
En la subdivisión de condominio actuó el
escribano Bernardo Mihura de Estrada. Como apoderado representó al presidente y
a su exposa Isabel Menditeguy el empresario Mateo María Salinas. La relación no
es nueva: Macrì le otorgó el poder el 28 de octubre de 2012.
Mihura de Estrada y Salinas son nombres
llamativos en semejante tarea para Macrì:
Uno de los ocho hermanos del escribano, Gabriel
Mihura de Estrada, fue el principal asesor jurídico de Sergio Tomás Massa, en
la ANSES y en la jefatura del gabinete de ministros. Ambos son sobrinos del
secretario de Culto Católico, Santiago de Estrada de la Torre.
El apoderado de Macrì, Mateo María Salinas, es
el gerente general de Eidico y yerno de su fundador, Patricio Lanusse.
Jorge O’Reilly Lanusse también fue asesor de
Massa en la jefatura de gabinete de ministros, en 2008.
El Golf y Country de Gianfranco, aledaño al
Buenos Aires Village de Maurizio.
El presidente nunca ha explicado por qué se
refiere a Massa con el mote de Ventajita.
Eidico se define como una empresa de servicios
con un sistema propio de comercialización al costo, casi como una cooperativa
de pequeños inversores que participan del negocio de transformar una fracción
de tierra virgen en una urbanización (con toda su infraestructura). Como
administrador o mandatario, generalmente bajo la figura de un fideicomiso,
Eidico ha desarrollado más de medio centenar de barrios privados, la mayoría en
la zona norte de la provincia de Buenos Aires, y otras decenas de proyectos de
inversión comercial en shoppings, clubes de golf y hoteles en Ushuaia, Carmelo
(Uruguay), Miami y Córdoba. El apoderado de Macrì, Mateo María Salinas, fue el
primer empleado de Eidico y llegó a ser la mano derecha de O’Reilly. También es
yerno del fundador, Patricio Lanusse, tío a su vez de O’Reilly.
Cuando se inició la construcción del barrio,
Rodolfo Taurrabela, descendiente de una familia de martilleros de Ramos Mejía
inauguró allí una inusual modalidad de venta de inmuebles: “Diseñó un sistema
de inversión que permite comprar desde 5 metros cuadrados. Y asegura que cada
metro cuadrado lineal, como se llama a este tipo de compra, representa una
parte de un edificio, y permite tanto ir sumando hasta llegar a completar un
departamento o simplemente quedarse con los metros lineales y obtener una
rentabilidad en proporción al porcentual”. En un video promocional, Tarraubella
explicó que “el inversor puede adquirir una fracción de un departamento sin ser
condómino del mismo y formalizando la operación –sin las solemnidades impuestas
por nuestro Código Civil– con un transferible boleto de compra venta”.
Consultado para esta nota, Jorge O’Reilly informó que “al final de ese proceso,
cada uno de nuestros clientes recibe su unidad ya dividida, con el título de
propiedad definitivo”. Entretanto hay un proceso que según Eidico puede llevar
años y que se tramita con una herramienta electrónica llamada Cesiones Online.
“Como muchos de los lotes todavía no tienen la escritura individual, se deben
transferir por medio de una cesión de derechos. Esto lleva a que la certificación
de la titularidad de esos productos de Eidico sea un paso fundamental para la
seguridad y transparencia del proceso”, explica. La pregunta tendía a
esclarecer cómo era posible que un mismo predio perteneciera a Macrì y al mismo
tiempo fuera ocupado por las viviendas de Buenos Aires Village. La respuesta de
O’Reilly aclara que los ocupantes de las casas tienen cada uno su título de
propiedad. Es claro que el mismo terreno no puede tener dos propietarios
distintos en forma simultánea. De modo que Macrì tiene la posesión del lote,
como indican el registro de la propiedad y la agencia de recaudación
bonaerense, o el dinero que percibió por su venta. En cualquier caso, debería
haberlo declarado entre sus bienes y no lo hizo.
Jorge O’Reilly Lanusse en una foto que
distribuyó para demostrar que el problema no era con él sino con Massa.
Con 26.381 hectáreas en la provincia de Buenos
Aires 18.000 adquiridas entre 1989 y 1996), el Grupo Agropecuario Blanco
Villegas integró la cúpula de los mayores propietarios del país. Los otros
accionistas del grupo fueron su hermana y madre del presidente Macrì, Alicia
Blanco Villegas; la tercera hermana, Lía Esther Blanco Villegas; la madre de
todos ellos, Argentina Cinque; el hermano del presidente, Gianfranco Macrì, y
Julio H. D’Hers, propietarios de las sociedades Cabalgando, Quequén Grande,
Agropecuaria San Juan de Deane, Las Tijeretas, Los Aperos, El Tinglado, El
Jilguero, El Patacón, La Cebadilla, La Reserva y cuatro condominios. Blanco Villegas,
fue presidente de la Unión Industrial, por su armaduría de kits importados,
instalada en el paraíso subsidiado de Tierra del Fuego. También fue
concesionario de FIAT cuando los Macrì dirigieron su operación y presidió el
Banco Comercial. Parte de su fortuna fue heredada por Maurizio, quien se
identificó con ese tío antes que con su padre.
Mateo María Salinas, el apoderado del presidente
en la división de condominio.
Entre los bienes que el presidente heredó del
tío Jorge está la empresa Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña, cuya
presidencia a la muerte de Jorge Alberto Blanco Villegas asumió su hermana
Alicia, la madre del presidente. Blanco Villegas también era presidente de
Conklin Pacific LTD, una compañía offshore radicada en las islas vírgenes
británicas, que en 1998 fue vendida a New Charlotte LTD, cuando su valor era de
11,9 millones de dólares, según la investigación sobre los Panama Papers que
condujo para el diario La Nación Hugo Alconada Mon. Según ese diario, Conklin
Pacific tenía como objeto “llevar a cabo el negocio de una compañía
inversionista, proveer servicios administrativos, ejecutivos y de asesoría,
comprar, vender, alquilar inmuebles y comerciar bienes raíces en todas sus
ramas”. Por la herencia de Blanco Villegas el presidente “declaró que su
patrimonio se había incrementado un 84%” en 2012, “explicaron en esa época
voceros del entonces jefe de Gobierno porteño”, agregó el diario. No obstante,
esa novedad no figura en la declaración jurada de Maurizio Macrì, quien en 2012
iba por su segundo mandato como jefe de gobierno de la Capital. En la
declaración jurada 2014 de Maurizio Macrì aparece una Inmobiliaria Litoraleña
(en vez de Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña). Macrì declara que ingresó a
su patrimonio en 1998. Al inicio del periodo la valúa en 0,00 pesos y al cierre
del período 2014 en 0,01 pesos. Vuelve a declararla con valor de 0,01 pesos al
inicio del período 2015, pero ya no figura al cierre de ese año, ni en la
declaración jurada de 2016.
Gianfranco Macrì preside el Buenos Aires Golf
Club. Su revisor de cuentas titular es el secretario legal y técnico de la
presidencia, Pablo Clusellas, y suplente Jorge Ledesma, el escribano habitual
del presidente Macrì. Los negocios familiares están inextricablemente ligados
al gobierno.
Gianfranco Macrì, propietario del golf aledaño,
con amigos.
Preguntas sin respuesta
Con el objeto de formularle preguntas
específicas sobre el Buenos Aires Village y su relación con el Presidente, de
tanta confianza que lo designó su apoderado, le pedí a O’Reilly el contacto con
Mateo María Salinas. Me respondió que prefería centralizar él toda la
información. Le remití entonces este cuestionario:
¿Cuándo compraron las 32,5 Ha donde construyeron
Village Buenos Aires?
¿Cuando se terminaron de pagar y a qué precio?
¿Cuántas unidades se vendieron?
¿Por qué Mateo Salinas fue apoderado del
propietario en la división de dominio con su hermano?
En este punto, se cortó el contacto y O’Reilly
no respondió. Otro tanto ocurrió con Rodolfo Tarraubela cuando le envié un
cuestionario sobre su innovación de los metros lineales cuadrados. A él le
pregunté cómo podían superponerse los 5m2 de un comprador con el título del
propietario original. Es comprensible el silencio, ya que estas preguntas
tocaron un nervio hipersensible. Con independencia de las respuestas, el hecho
comprobable documentalmente es que Macrì no declaró ni los terrenos ni el
dinero recibido por su venta.
(Agradezco la ayuda en el chequeo de datos de Mariana
Escalada y Ari Lijalad.)
Fuente: Página 12