Nota relacionada: Rivadavia, el que tomó la deuda más larga del mundo
Por Alfredo Zaiat
Con una tasa de interés del 8,25 por ciento anual, el bono se convertirá en la operación financiera más rentable para los grandes fondos de inversión internacional. El gobierno de Macri ya emitió deuda por casi 100 mil millones de dólares en casi veinte meses de gestión, superando el ritmo de endeudamiento de la dictadura militar.
Por Alfredo Zaiat
Con una tasa de interés del 8,25 por ciento anual, el bono se convertirá en la operación financiera más rentable para los grandes fondos de inversión internacional. El gobierno de Macri ya emitió deuda por casi 100 mil millones de dólares en casi veinte meses de gestión, superando el ritmo de endeudamiento de la dictadura militar.
La cuenta oficial de Twitter del Ministerio de
la Deuda, que en el organigrama oficial figura como de Finanzas, informó que
“Argentina anuncia una emisión de bonos en dólares a 100 años de plazo”. Si
esta operación forma parte de la estrategia de marketing permanente de la
Segunda Alianza, en este caso para mostrar que existe confianza del mercado
financiero internacional en el futuro del país porque gobierna una fuerza de
derecha, el costo de ese aviso de campaña es fenomenal. La tasa de interés es
altísima, el plazo es extensísimo y la moneda de emisión del bono no es la
propia. El gobierno de Macri no sólo ha colocado deuda por casi 100 mil
millones de dólares en casi veinte meses de gestión, iniciando el tercer gran
ciclo de endeudamiento argentino a un ritmo más veloz que el anterior que
comenzó con la dictadura militar de 1976, sino que vino a ratificar que la
deuda será eterna.
Si se confirmara la tasa de interés del 8,25 por
ciento anual que deberá pagar Argentina en cada año de los próximo cien, el
ministro Luis Caputo, ex Deutsche Bank y JP Morgan, concretará la operación
financiera más rentable para… los grandes fondos de inversión internacional. Es
una tasa ruinosa para el país, al comprometer las finanzas nacionales a pagar
intereses muy altos en un plazo ultralargo. Otro país latinoamericano que
colocó deuda a 100 años fue México, consiguiendo una tasa de 5,75 por ciento
anual. En Europa varios países han emitido ese tipo de títulos a tasas que no
superan el 3 por ciento anual. Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza e Italia han
salido al mercado financiero con bonos a 50 y 100 años. Irlanda y Bélgica se
han comprometido a pagar una tasa de 2,35 por ciento anual en papeles a 100
años. Caputo acuerda con los bancos una tasa muy lejos de esos parámetros.
Los demandantes privilegiados de esos bonos son
fondos de pensión que buscan elevadas rentabilidades por plazos larguísimos. Es
un negocio diseñado para esos administradores del dinero de trabajadores
esperanzados de obtener una jubilación decente en la etapa laboral pasiva. La
dimensión del negocio es tan rentable para los financistas –no para Argentina-
que según operadores de la city, luego de difundirse la noticia, en apenas una
hora, se habrían generado órdenes de compra por más de 3.000 millones de dólares.
Los bancos encargados de colocar la deuda eterna argentina son el Citi, HSBC,
Santander y Nomura.
El gobierno de Macri había asegurado que una
rápida solución al conflicto con los fondos buitre derivaría en la apertura del
mercado de capitales y una baja sustancial de la tasa de interés. Sólo se
verificó lo primero, que era lo único que le interesaba a los financistas.
Argentina sigue pagando una tasa muy alta en comparación con otros países
latinoamericanos, la misma situación previa a la capitulación a los pies de los
fondos buitre en el tribunal del juez Thomas Griesa.
El festival de deuda desatado por la alianza
Cambiemos deberá ser revisado a futuro, no sólo por la emisión de un bono a un
plazo ultralargo eludiendo la opinión del Congreso como exige la Constitución
Nacional, sino por haber pactado tasas de interés muy onerosas que limitarán la
soberanía y condicionarán los escasos márgenes de autonomía de la política
económica. El gobierno de Macri no durará 100 años pero ya está dejando su
herencia ruinosa para el país: la deuda eterna.Fuente: Página 12