No hace falta volcar acá cada una de las razones por las cuales hoy este país y los argentinos estamos siendo denigrados, pisoteados, silenciados y mutilados. Si estás leyendo y pensás votar esta iniciativa, pensalo dos veces o más. No mezclemos la magia y el amor del inmenso arte de Gus con la suciedad de esta gente.
Por Valentina sobrina de Gustavo Cerati
“La miseria planificada y la mentira organizada
que cada día pretenden hacernos creer no tiene límites, y la persona que hoy NO
QUIERA verlo, se encuentra sin dudas en el lugar que nunca quisiera estar y que
jamás elegiría como argentina.
No hace falta volcar acá cada una de las razones
por las cuales hoy este país y los argentinos estamos siendo denigrados,
pisoteados, silenciados y mutilados.
Ahora el señor Presidente, que no se cansa ni un
ratito de pensar en él y en su círculo de legendarios opresores y escritores de
una historia que nada tiene que ver con la realidad, pretende, entre otras
cosas, cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner por el de Gustavo Cerati.
Con qué derecho?
Con qué cara?
No hablo como familiar, no hablo como
kirchnerista, ni como periodista, hablo como argentina y como amante de mi país
y desde mi fuerte convicción.
Hablo como testigo de los últimos 20 años de
historia, hablo como víctima de una realidad que repudio y que cada día me
duele un poco más.
Si antes me preguntaba qué límites podía llegar
a tener este gobierno, ahora sé que la respuesta es NINGUNO.
Porque si creí en algún momento que algo
(llamalo tacto, llamalo falsedad, llamalo sutilezas) podía resultar un
desacelerador de los procesos tremendos que estamos atravesando, entiendo hoy
que nada de eso existe.
Porque una vez más, la perversidad y la codicia
humana están a cargo del poder y aquí los resultados que sólo a los que siguen
esa línea pueden contentar.
Más allá de todo en general y de cada pieza de
esta triste y siniestra realidad en particular, me encantaría pensar que existe
alguna intención genuina de que un lugar tan hermoso y culturalmente
transcendental lleve el nombre de Gus, porque nadie puede poner en duda que
merece cualquier tipo de distinción que homenajee su obra sagrada.
Pero decime, también lo vas a usar a él,
descaradamente?
También lo vas a usar a él como arma de
destrucción del orden simbólico y de nuestras banderas?
También pretendés borrar huellas desde el
engaño, por medio de su nombre?
Qué lindo che, hermoso gesto.
Pero qué ganas de gritarte en la cara que Néstor
fue y será eternamente lo que es, aunque te duela, si es que en algún punto de
tu ser algo te duele…
Y sí, es sólo un nombre: algo más dentro del
montón de cosas que jamás vas a poder borrar de la historia, algo más de lo que
hoy somos y de lo que no te gustaría que fuera.
Porque una vez más prevalece nuestra memoria y
el amor por esta patria que nos parió a todos.
Si estás leyendo y pensás votar esta iniciativa,
pensalo dos veces o más.
No mezclemos la magia y el amor del inmenso arte
de Gus con la suciedad de esta gente.
Depende de cada uno de nosotros hasta dónde
dejemos avanzar este aparato monstruoso.”
Fuente: Nac & Pop