Por Amy Goodman y
Denis Moynihan
Bernie Sanders no aparecía en público en
Filadelfia desde julio. En esa oportunidad, durante la Convención Nacional
Demócrata, vio a su rival de las primarias, Hillary Clinton, alcanzar la
nominación como candidata a la presidencia por el Partido Demócrata. Esta
semana, desde la histórica Biblioteca Pública de Filadelfia, Sanders participó
en un programa de “Democracy Now!” durante el cual discutimos una amplia gama
de temas. Ante el entusiasta público reunido en la sala, Sandrs dijo: “Me
preocupa profundamente el futuro de la democracia estadounidense”. Millones de
estadounidenses votaron por Sanders en las primarias. Casi sin ayuda de los
medios de comunicación, Sanders transformó la elección presidencial
estadounidense de 2016: logró conectarse con la población de una manera
especial e inspiró a muchos y muchas a comprometerse con una mirada progresista
de cara al futuro.
Las cadenas de televisión continúan haciendo sus
“mea culpa” tras el resultado de las elecciones, arrepentidas de haber confiado
en encuestas incorrectas. Pero no es común escuchar que alguna de las
personalidades destacadas de los noticieros admita la gran equivocación que
cometieron con relación a la cobertura de la campaña de Sanders. Los medios de
comunicación de Estados Unidos efectivamente dieron la espalda al precandidato
de uno de los dos principales partidos que de manera consistente llevó a cabo
los eventos de campaña más multitudinarios, incluso sin la difusión de los
grandes medios de comunicación.
En cambio, Donald Trump recibió una cobertura
total. Las cadenas de televisión siguieron de cerca cada uno de sus movimientos
o de sus publicaciones en Twitter y prácticamente todos sus discursos. Fueron
los grandes medios de comunicación estadounidenses los que crearon al candidato
Donald Trump. Los estimativos del tiempo al aire que recibió de forma gratuita
oscilan entre el equivalente a mil millones y tres mil millones de dólares.
¿Y qué pasó con Bernie Sanders? El Informe
Tyndall analizó la cobertura de la campaña electoral realizada por las
principales cadenas de televisión en 2015. De los más de 1.000 minutos de
tiempo al aire dedicados a la campaña electoral en general a nivel nacional,
327 fueron para Donald Trump, es decir, casi la tercera parte de toda la
cobertura de campaña. A Bernie Sanders se le destinaron solo 20 minutos.
Hillary Clinton recibió 121 minutos de cobertura de campaña, seis veces más de
lo destinado a Sanders. El programa “ABC World News Tonight” dedicó 81 minutos
al aire a informes sobre Donald Trump, en comparación con solo 20 segundos
destinados a Sanders.
Le preguntamos a Sanders qué tuvo que hacer para
asegurarse 20 segundos completos de cobertura en ABC y rió a carcajadas:
“Tuvimos la mala suerte de intentar hablar de los problemas que verdaderamente
enfrenta Estados Unidos y de proponer soluciones reales. Trump publicaba en
Twitter lo feos, horribles, desagradables o terribles que eran sus oponentes de
una muy mala manera. Y eso era perfecto para los medios de comunicación. Es un
buen fragmento de doce segundos. Pero en doce segundos no se puede hablar del
declive de la clase media o de por qué tenemos grandes niveles de inequidad en
los ingresos y la riqueza. Y en segundo lugar, para ser francos, tampoco están
terriblemente interesados en hablar de eso". Aunque los medios de
comunicación pueden no haber estado interesados en el mensaje de Sanders, los
votantes sí lo estaban. A pesar del vacío de los medios de comunicación,
Sanders ganó 23 elecciones primarias y un 46% de los delegados elegidos por
voto popular, comprometidos a votar por él en la Convención del Partido
Demócrata.
Una vez que el presidente Barack Obama abandone
la presidencia, Sanders bien podría convertirse en el demócrata más poderoso
del país, aunque técnicamente no sea demócrata, sino socialista independiente.
Su éxito lo ha catapultado a integrar el liderazgo del Partido Demócrata en el
Senado. “Acepto esta responsabilidad como Coordinador de Acción Política con
muchas inquietudes, pero también con mucho entusiasmo. Es claro que el enfoque
actual no está teniendo éxito y que necesitamos un nuevo enfoque. Y creo que
ese nuevo enfoque sería generar una estrategia que comprenda a los 50 estados.
Eso implica que empecemos a trabajar juntos en estados en los que los
demócratas se han dado por vencidos desde hace décadas. Y lo que es más
importante aún, que creemos una especie de partido de base, en el que las
personas más importantes del partido no sean solo los acaudalados
contribuyentes de la campaña, sino los trabajadores, los jóvenes, la gente de
la clase media". Es por ello que Sanders apoya la candidatura de Keith
Ellison como presidente del Comité Nacional Demócrata. Ellison es el copresidente
del Bloque Progresista del Congreso y es además el primer miembro musulmán del
Congreso.
Sanders se cuida de no hablar mal de todos los
simpatizantes de Trump. “Sería un trágico error creer que todos aquellos que
votaron por Donald Trump son ‘detestables’. No lo son. Son personas que están
decepcionadas, enojadas con el poder establecido. Y, desde mi punto de vista,
el Partido Demócrata no logró transmitir claramente a esas personas, ya sean
blancas, negras, latinas, asiático-estadounidenses, mujeres, homosexuales o lo
que sea, que estamos de su lado”.
Bernie Sanders transformó su campaña electoral
en un colectivo llamado “Nuestra Revolución” para continuar organizándose.
“Ahora nos encontramos en un momento difícil. Pero a lo largo de la historia,
la gente seria ha dado batalla… Pensemos en 120 años atrás. Había niños que
trabajaban en las fábricas y perdían los dedos. La gente luchó. Luchó para
crear sindicatos. Pensemos en el movimiento de las mujeres. Pensemos en el
movimiento por los derechos civiles. Pensemos en el movimiento por los derechos
de las personas homosexuales. Pensemos en el movimiento ambientalista. Pensemos
en todos los obstáculos que esa gente ha tenido que superar... Nadie en esta
habitación o en este país tiene derecho a decir ‘me doy por vencido’. Por el
contrario, tenemos que comprometernos y empezar a luchar”.
Bernie Sanders ha dedicado su vida a luchar por
causas progresistas. Mientras el mundo entero se prepara para la presidencia de
Trump, Sanders está decidido a no bajar los brazos.
Fuente: Democracynow