No a la implementación de ningúna forma
electrónica de voto.
Inconstitucionalidad: las elecciones son un acto
público y por tanto, deben ser comprendidas por cualquier ciudadano
independientemente de su formación. Implementar cualquier tipo de voto electrónico
sería dejar que la democracia salga de manos de los ciudadanos y quede bajo el
control de una élite.
La dificulta la participación ciudadana, elimina
el acto de auditoría humana, sólo
expertos en electrónica e informática estarían capacitados para hacer este tipo
de control, que implica un nivel de complejidad muy alto. La determinación de
la tecnología sobre la que se basa la democracia tiene que ser dominada por una
amplia supermayoría de los ciudadanos, y por tal desconociendo su nivel de
seguridad. El voto electrónico nos deja
analfabetos y dependientes intelectuales, sin certezas en el mayor acto de
ejercicio ciudadano.
La confusión y la falta de claridad, lleva a la
manipulación del voto, especialmente de los más vulnerables y menos
capacitados, los ciudadanos que más necesitan defender sus derechos en la
opción electoral.
El voto electrónico se sostiene sobre el
fundamento infundado: que saber usar una computadora es lo mismo que dominar la
tecnología de las computadoras, la tecnología que no dominamos es la que se usa
para dominarnos.
Pone en riesgo el secreto del sufragio: los
sistemas electrónicos incorporan al acto electoral algunas características que
lo hacen más vulnerable a la violación del secreto.
Privatiza el acto fundante de la democracia: las
implementaciones de voto electrónico disponibles en el mercado por el sector
privado. El primero es que la ciudadanía no tiene ninguna capacidad de control
ni tiene por qué depositar su confianza en nadie: ni en los partidos, ni en el
tribunal electoral, ni en las empresas.
La fe ciega en los avances de la modernidad nos
hace olvidar que las computadoras son equipamientos programados por humanos,
diseñados para procesar información, para copiarla y manipularla con extrema
facilidad. Cuando hablamos de votaciones, el apuro, la rapidez y la
supuesta modernidad no pueden ocultar
los factores más importantes del proceso: la participación ciudadana, la
integridad, la universalidad y el
secreto del sufragio como elementos esenciales de todo acto electoral.
Hace más de 40 años, intentan su implementación,
pese a esto muy pocos los países lo usan, las democracias más avanzadas del
mundo no sólo no utilizan voto electrónico, sino que en algunos casos lo han
descartado o prohibido, entre los primeros 20 del ranking de Desarrollo Humano
de la ONU, sólo Estados Unidos utiliza parcialmente alguna forma de voto
electrónico.
Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda,
Finlandia, Irlanda y Reino Unido, utilizaron alguna forma de voto electrónico y
lo abandonaron a favor de la boleta única en papel, por tres aspectos centrales
del sistema: el secreto del voto, el sufragio universal y la integridad de la
voluntad del votante. Hay evidencias contundentes, que indican que el sistema
de C.A.B.A. es probadamente vulnerable.
La idea de que el sistema funcionó fácil y rápido responde a que la gran
mayoría de la gente no se enteró de sus probadas vulnerabilidades.
Desde el punto de vista jurídico, no es posible
implementar sistemas de votación mediados por computadoras sin vulnerar
derechos políticos y constitucionales. 1) El principio de la naturaleza pública
de la elección requiere que todos los pasos esenciales de la elección estén
sometidos a la verificación por parte del público, siempre y cuando no haya
otros aspectos constitucionales que justifiquen una excepción. 2) Cuando se
utilizan aparatos electrónicos de votación, los pasos esenciales de la gestión
electoral y de la determinación del resultado deben ser pasibles de ser
comprobados por el ciudadano de manera confiable y sin conocimientos técnicos
especiales. Las autoridades de mesa, a quienes sólo exige saber leer, escribir
y aritmética básica, deben revisar el normal funcionamiento de los equipos
durante la jornada electoral.
Contra criterios: se argumenta que ayudará a
terminar con técnicas clientelares. Si bien es cierto elimina alguna
metodología, la base del clientelismo político es la posibilidad de identificar
voto y votante, problema que el voto electrónico no soluciona sino que además,
empeora, ya que es posible controla electrónicamente la base de datos.
Esta petición será entregada a:
- Senadores.
Senadores y Gobernadores - SENADOR LA RIOJA
AGUIRRE HILDA - SENADOR JUJUY
Barrionuevo, Walter Basilio
Fuente: Change.org Gentileza Antonio Angel Coria del Comahue