Primero fueron las palabras del gobernador y
luego el acto vandálico.
Quemaron quinchos, voltearon paredes, robaron
puertas, ventanas e instalaciones de luz.
Este acto vandálico, no es un hecho aislado, es
la consecuencia natural de la violencia que ejerce el gobierno de Morales
contra todo lo que tenga que ver con la organización Tupac Amaru.
Los integrantes de la Tupac no bajan los brazos
porque están seguros que cuando Milagro Sala obtenga la libertad "va a
salir con más fuerza"