Biografía no autorizada de la senadora del PRO Laura Rodríguez Machado
Fue candidata a vicegobernadora de Cavallo, diputada de la
UCD, funcionaria de Kammerath, procuradora de De la Sota. Además hasta el 2013
trabajó en una empresa de bienes raíces que tiene como accionista al ANSES,
quien nunca pagó un dividendo al organismo de los jubilados. Tanto en la
política como en los negocios trabajó a la par del empresario José Palazzo,
colaboracionista de la última dictadura militar y ahijado del represor Luciano
Benjamín Menéndez.
Por Lázaro Llorens
La cordobesa Laura Rodríguez Machado es senadora nacional de
Cambiemos, presidente del bloque PRO, y una de las principales espadas del
presidente Macri en la cámara alta. Ante todos los medios porteños se presenta
como “lo nuevo” de la política, en contraposición a lo viejo que es el
kirchnerismo. Sin embargo su currículum dice todo lo contrario.
Entre sus pergaminos, Rodríguez Machado figura haber sido:
diputada provincial por la UCD en los noventa, partido cuyo jefe máximo era
Álvaro Alsogaray; candidata a vice gobernadora por el partido Acción por la
República de Domingo Cavallo; funcionaria del ex intendente de Córdoba el
menemista German Kammerath y procuradora de José M. De la Sota.
Además, la senadora del PRO, actualmente vocal de la Bolsa
de Comercio de Córdoba, trabajó hasta hace poco, en dos poderosas empresas
desarrollistas, que han llevado adelante controvertidos proyectos inmobiliarios
en Córdoba. Una de ellas: Euromayor, donde el ANSES tiene acciones, que nunca
le pagó un centavo de dividendos al organismo de los jubilados, a pesar de
ejecutar millonarios y controvertidos proyectos inmobiliarios.
En Euromayor y la UCD, Machado, trabajó codo a codo con su
amigo José Luis Palazzo. Un influyente y oscuro empresario cordobés, denunciado
de ser un colaboracionista de la última dictadura militar en el juicio de La
Perla, ahijado del represor Luciano Benjamín Menéndez, padre del roquero
homónimo, y ex funcionario de Menem.
Ver más:
http://stripteasedelpoder.com/2015/02/el-rockero-del-poder/
¿Qué hay de nuevo, viejo?
La carrera política de la senadora Rodríguez Machado comenzó
a fines de los 80 como Relatora de Comisión de la Cámara de Senadores de la
Provincia de Córdoba. En 1995, durante el menemato asumió como diputada
provincial por la UCD, partido capitaneado en córdoba por German Kammerath y
Palazzo. Este último un conocido empresario y abogado del foro local, ex
funcionario de la dictadura militar y Carlos Menem.
En 1998, frente a las elecciones para gobernador de Córdoba,
cuestionando la falta de ética y moral de su líder Kammerath, la senadora de
Cambiemos se abrió de la UCD, formó el Partido Demócrata Liberal y se asoció
con Domingo Cavallo y su partido Acción por la República.
Bajo ese
sello partidario, con el respaldo de Cavallo, ese mismo año, Rodríguez Machado
se presentó como candidata a vicegobernadora de Córdoba, acompañando al ex-Juez
Guillermo Johnson y enfrentando al binomio De la Sota-Kammerath.
A pesar de tener todo el apoyo del Grupo Clarín, que buscaba proyectar a
Cavallo como una tercera vía de cara a las elecciones nacionales de 1999, el
desempeño de su partido Acción por la Republica fue paupérrimo. Sacó el 5% de
los votos. Por eso, luego de esa dura derrota política, decidió volver a los
brazos de Kammerath, a quien poco antes había cuestionado y postularse, en las
elecciones para intendente de Córdoba de ese año, como vocal del Tribunal de
Cuentas de la Ciudad de Córdoba, por la lista de Unión por Córdoba, que lleva a
Kammerath como candidato a intendente en alianza con De la Sota.
Bajo la lista de Unión por Córdoba, Rodríguez Machado ganó
la vocalía del Tribunal de Cuentas, pero no asumió dado que Kammerath la nombró
secretaria de Desarrollo Económico de la municipalidad de Córdoba. Desde ese
cargo, en menos de lo que canta un gallo, la actual senadora del PRO, lo
primero que hizo fue aprobar la instalación del centro comercial llamado
“Dinosaurio” en el sur de Córdoba, propiedad del controvertido empresario
menemista -luego kirchnerista- Euclides Bugliotti que era rechazado por los vecinos.
Tras esa aprobación, al poco tiempo, Rodríguez Machado,
asumió como secretaria de Economía. El cargo más importante después del
intendente. Frente esta repartición, fue la responsable directa de rescindir,
en el marco de un absoluto oscurantismo, un polémico contrato con la empresa
TECSA, que por ese entonces representaba Jorge Lawson, actual director del
Banco Nación por Cambiemos. Recisión que le terminó costando 400 millones de
pesos al municipio cordobés.
El contrato, de unos 17 millones de pesos, impulsado por
Kammerath, tenía como propósito proveer de asistencia técnica al municipio de
Córdoba para mejorar el cobro de impuestos e implementar el llamado “Municipio
Digital”. Sin embargo, luego de ser firmado, el Sindicato Municipales de Córdoba
–SUOEM- se opuso tenazmente, por lo que fue rescindido unilateralmente por
Rodríguez Machado y Kammerath en medio de fuertes acusaciones.
Por esta
recisión, hasta fines del 2013, la municipalidad de Córdoba tuvo que pagarle 90
millones de pesos a Tecsa por distintos embargos. Y tuvo juicios pendientes por
intereses y regulación de honorarios por otros ¡295 millones! que terminaron en
la Corte Suprema de Justicia.
La gestión de la senadora macrista frente a la secretaría de
Economía, también deparó en un incremento de la deuda pública municipal del
466%. Esta pasó de 61 a 354 millones de pesos. A pesar de que por ese entonces
la municipalidad de Córdoba no podía brindar algunos servicios básicos y
elementales como la comida en las escuelas. Incluso, por este desprolijo manejo
de los recursos públicos, Rodríguez Machado fue denunciada junto a Kammerath
ante el Fuero Anticorrupción de Córdoba por la retención indebida de dinero de
los trabajadores municipales que debían ser destinados a pagar tarjetas de
créditos y préstamos bancarios y fueron desviados a otros fines.
Claro que nada melló su estabilidad política. Por el
contrario, poco después de rescindir el contrato con Tecsa, Rodríguez Machado
dejó la secretaría de Economía y pasó a ocupar la vocalía del Tribunal de
Cuentas del Municipio. Cargo que nunca había asumido. De esta manera, con un
surrealismo propio de la vieja política, en cuestión de horas, los expedientes
y actos administrativos que ella misma había ejecutado, como el de Tecsa,
pasaron a estar auditados y controlado por ella, asegurándose de ese modo un
final feliz fuera de cualquier cuestionamiento.
Finalmente, tras ser poli funcionaria del ex intendente
Kammerath, Rodríguez Machado terminó junto a De la Sota, ex gobernador de
Córdoba, y actual dirigente de UNA, con quien hoy está enfrentado
políticamente, quien el 18 de abril del 2005, mediante el decreto 433/05, la
nombró procuradora fiscal de la provincia de Córdoba.
Ámbito privado
Mientras era procuradora de De la Sota, la senadora Rodríguez Machado, como buena liberal, comenzó a trabajar en el ámbito privado para conocidas empresas desarrollistas de Córdoba que llevan adelante múltiples emprendimientos inmobiliarios, cuestionados por los vecinos y que tienen relación con el Estado.Una de estas empresas fue Euromayor. Uno de los holdings más influyentes de Córdoba e interior del país que tiene como accionista al ANSES. En esta compañía la senadora del PRO se desempeñó como Gerente de Relaciones Institucionales hasta el 2013. Su director y principal responsable era su amigo y referente político: Palazzo, colaboracionista de la última dictadura militar.
Específicamente, en el juicio de La Perla que acaba de
concluir, se conoció una carta del ex general Luciano Benjamín Menéndez donde
recomendaba a Palazzo por su labor en la dictadura como Gerente de Personal de
la Empresa de Energía de la Provincia de Córdoba (EPEC), donde trabajaba Tosco,
para limpiar a todos los “elementos izquierdistas” que había en la empresa cuyo
líder era Agustín Tosco.
La amistad de Palazzo y Rodríguez Machado data de muchos
años atrás, de los famosos noventa, cuando ambos militaban en la UCD de
Alsogaray. Por ese entonces, la senadora del PRO era diputada provincial por la
UCD, donde uno de sus máximos referentes en Córdoba era Palazzo, quien durante
el menemato, se desempeñó como interventor de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (CNT) bajo las órdenes de Kammerath.
Desde
allí Machado y Palazzo forjaron un vínculo de acero que luego se trasladó a los
negocios. Por eso, dentro de Euromayor, Machado ocupó la presidencia de las
principales empresas, como la inmobiliaria “Desarrollos Mediterráneos S. A.”
que funciona bajo la marca “Valles, Villella y Cía.”, una de las principales
inmobiliarias de la ciudad de Córdoba.
Gana y no reparte
El tema
con Euromayor, es que al igual que Mirgor, la empresa de Nicolás Caputo,
Techint y otras, fruto del sistema de la AFJP de Cavallo aliada política de
Machado, esta empresa hoy tiene como socio al Estado, a través del ANSES, con
el 6% de las accionario. Sin embargo, durante todo estos años, esta compañía
que regenteaba la senadora de Cambiemos y Palazzo, a pesar de realizar
múltiples emprendimiento inmobiliarios nunca le pagó un centavo al ANSES en
conceptos de dividendos. Por eso, hasta el día de la fecha, le debe al
organismo de los jubilados unos 24 millones de pesos por resultados no
asignados.
Además, entre otras cuestiones, la compañía Euromayor, sin
aprobación del concejo deliberante de Córdoba, con Rodríguez Machado como jefa
de Relaciones Institucionales, en el 2010 se encargó de derribar sin piedad la
mítica chimenea de la cervecería Córdoba en barrio Alberdi, a metros de la
cancha de Belgrano, para levantar allí un complejo de departamentos,
despertando el rechazo de cientos de vecinos.
También, esta empresa, con Rodríguez Machado como gerente y
Palazzo, en un hecho inusual, logró que el concejo Deliberante de la Ciudad de
Córdoba, declare al “country trucho” de “Valle Escondido”, por entonces un
barrio abierto, en barrio privado. Cambio que se hizo para tapar la estafa que
había perpetrado Euromayor a ciento de vecinos, a quienes le había vendiendo
lotes country, que en realidad era un simple barrio abierto.
Esta
compañía también recibió duros cuestionamientos de unos 60 vecinos de la ciudad
veraniega de Carlos Paz por su barrio cerrado Tierra Alta. En él, la empresa de
la senadora del PRO consiguió un aval del concejo de Carlos Paz para realizar
un acueducto que despertó la posición de unos 60 vecinos que lo denunciaron por
falta de agua dado que el poso estaba seco. “Traemos todas las pruebas que
hemos conseguido de los medios, tenemos la ordenanza municipal con la que se
aprobó el acueducto, tenemos la factibilidad de agua de un geólogo que hizo un
estudio dentro del emprendimiento en el cual certifica que no hay agua, el pozo
que teníamos hasta la fecha está seco, no tenemos ninguna fuente de agua en
este momento en Tierra Alta, hay pruebas de DIPAS (Dirección de Aguas de la
Provincia) de la aprobación provisoria de este pozo” cuestionó Miguel Vargas.
Fue esta estrecha relación con los grandes empresarios de
Córdoba, lo que hizo que este año, Rodríguez Machado sea nombrada vocal titular
de la Bolsa de Comercio de Córdoba. Una organización que reúne los más rancios
empresarios locales, entre los que sobresalen: el Grupo Roggio, Tarjeta
Naranja, Volkswagen, etc. Esta es la nueva política del PRO.