Por Daniel Filmus *
Hace
pocos días tuve la oportunidad de “apadrinar” junto a Atilio Boron la entrega
del Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Santiago del Estero
al compañero vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera (foto). En esa
ocasión, Álvaro retomó los conceptos brindados poco tiempo atrás en la Facultad
de Ciencias Sociales de la UBA. Luego de pasar revista a los enormes logros
económicos y sociales que produjeron los gobiernos progresistas, nacionales y
populares de la región, alertó sobre el estancamiento en el avance de estos
procesos y llamó a analizar sus causas.
Por
supuesto, denunció los ataques que los gobiernos populares vienen sufriendo por
parte de las fuerzas conservadoras neoliberales, pero dedicó buena parte de su
intervención a reflexionar sobre nuestros propios errores: “Es importante que
evaluemos qué cosas no hemos hecho bien, dónde hemos tenido límites, tropiezos
que han permitido que la derecha recupere la iniciativa. Porque si nos damos
cuenta de dónde está nuestra debilidad, está claro que podemos superar esa
debilidad e impedir el regreso de la derecha y retomar nuevamente la iniciativa
con la movilización democrática del pueblo...”.
La
perspectiva de García Linera impacta de lleno en uno de los ejes centrales del
debate que las fuerzas nacionales y populares vienen dando en nuestro país
desde la derrota electoral del año pasado: ¿Es necesaria la autocrítica? Frente
a esta pregunta existen múltiples opiniones que se pueden agrupar en dos
miradas fuertemente polarizadas.
Por
un lado, quienes plantean que frente a la enorme magnitud de los avances
obtenidos, no tiene sentido reparar en las cosas que no se hicieron bien o
quedaron pendientes. Se enfatiza que los ataques de la derecha son por los
aciertos, no por las falencias de la gestión. Hacer públicos los errores o
debilidades propias es darle más argumentos a los sectores reaccionarios para
que justifiquen sus críticas al proceso que se inició en el 2003.
Por
otro lado, están quienes absolutizan los aspectos críticos. Corriendo detrás de
lo que plantean los sectores del poder concentrado, también proponen que la
autocrítica no tiene sentido. Lo que se cuestiona es la orientación general del
proyecto llevado adelante. No vale la pena evaluar cada política implementada
porque es necesario dejar atrás lo que sucedió en estos doce años y elegir otro
rumbo. Toda revisión de lo que ocurrió implica darle entidad al proyecto
kirchnerista y de lo que se trata, desde esta posición, es de demonizarlo y
dejarlo en el pasado como una etapa superada.
Frente
a estas perspectivas y de la mano de lo expresado por García Linera, considero
necesario plantear que un debate que incluya el análisis y la evaluación de los
aspectos positivos y de las asignaturas pendientes de la gestión de la última
década es hoy más que nunca una actividad tan imprescindible como ausente. No
se trata de un ejercicio nostálgico, masoquista o de simple mirada al pasado.
Debatir sobre lo que se avanzó, pero principalmente sobre lo que no se pudo o
no se supo conquistar es necesario para afirmarnos como principal oposición al
gobierno de Cambiemos con propuestas concretas y al mismo tiempo presentar el
mejor programa para profundizar el proyecto nacional y popular.
¿Con
qué propuestas iremos a las elecciones del año próximo y el 2019 si no damos
cuenta de lo logrado y de lo que falta hacer para continuar y ampliar la senda
del desarrollo con justicia social? Es tanto lo que se avanzó en el
crecimiento, la distribución de la riqueza y en la ampliación de derechos en
los gobiernos de Néstor y Cristina, que reflexionar sobre lo que falta, lejos
de debilitar el proyecto, lo fortalece, poniéndolo de cara al futuro y a las
conquistas que quedan aún pendientes.
Para
que este artículo no se limite a una reflexión retórica sobre las bondades del
debate crítico, quisiera proponer, a título de ejemplo, algunas de las
problemáticas más importantes que debieran ser parte de la discusión.
1)
Las razones por las cuales, a pesar del importante proceso de industrialización
que vivió el país, no se logró modificar en profundidad el patrón productivo y
de esta manera evitar caer en la cíclica restricción externa.
2)
¿Era necesaria una reforma de los sistemas tributario y financiero?
3)
Asignaturas pendientes frente a la demanda de resolución de las necesidades
energéticas que generó el robusto crecimiento económico, y pasos a dar con el
objetivo de profundizar el proceso de soberanía energética que se inició con la
nacionalización de YPF.
4)
¿Habría que haberle dado mayor importancia a la resolución de problemáticas de
profundo impacto en la economía y la opinión pública, como la inflación y la
confiabilidad en las estadísticas oficiales?
5)
Necesidad de impulsar una reforma constitucional que garantice la continuidad
de los derechos adquiridos por nuestro pueblo más allá de los resultados
electorales.
6)
Creación de nuevos mecanismos institucionales que amplíen el control y la
transparencia en el uso de los recursos públicos.
7)
¿Qué otros programas sociales se podrían haber implementado para promover un
avance más integral en el abordaje de la pobreza, confluyendo las políticas de
ingresos, salud, educación, urbanización y vivienda, entre otras?
8)
Junto con la valoración de la importante creación de nuevas universidades,
debatir las dificultades para modificar la Ley de Educación Superior de los 90
con el objetivo de avanzar en una mayor integración de las universidades con el
modelo de desarrollo nacional y local.
9)
Se implementaron políticas muy activas respecto de la vigencia de los derechos
humanos y sociales y en particular de los derechos de las minorías. ¿Podría
haber mejores resultados en la democratización de las fuerzas de seguridad y
del sistema carcelario?
10)
Obstáculos para el avance en la vinculación de los enormes adelantos
científico-tecnológicos obtenidos en la década con las cadenas de valor propias
y la capacidad de mejorar la innovación, la productividad y la competitividad
de la industria nacional.
Por
supuesto, este listado no es exhaustivo. También las políticas llevadas
adelante en otras áreas de gobierno, como justicia, medio ambiente, desarrollo
urbano, salud, etc., pueden dar lugar a la elaboración de propuestas
programáticas en base al análisis de logros y debilidades.
Por
otra parte, esta posibilidad de debate crítico debiera incluir también las
formas de construcción, organización y comunicación política y las estrategias
locales o provinciales de implementación. Por ejemplo, quienes trabajamos
políticamente en la CABA debiéramos poner en cuestión si tuvimos la capacidad
suficiente para elaborar un programa integral sobre el modelo de Ciudad que
representara a la mayoría de los porteños/as o nos quedamos únicamente
supeditados a las vinculadas al proyecto nacional.
Es
un debate necesario. Ninguna fuerza política puede renunciar a la discusión
abierta y plural sin dejar de ser verdaderamente transformadora. Seguramente
las conclusiones nos fortalecerán de cara al futuro. En estos meses, el
gobierno de Cambiemos mostró que el neoliberalismo no tiene nada nuevo para
ofrecer. Sólo puede repetir sus recetas de ajuste, desindustrialización,
pobreza y marginación. Las fuerzas políticas y sociales capaces de encabezar lo
que viene serán aquellas que puedan capitalizar las conquistas obtenidas y las
que den cuenta de las tareas transformadoras que quedan por delante.
Álvaro
García Linera cerró su alocución en Santiago recordándonos que los procesos de
cambio profundo nunca son lineales. Siempre vienen en oleadas. Al actual
reflujo transformador en el continente lo sucederá otra ola. Compartimos su
mirada hacia el futuro: “Lo que tenemos que hacer es prepararnos, debatiendo
qué cosas hicimos mal en la primera oleada, en qué fallamos, dónde cometimos
errores, qué faltó hacer, para que cuando se dé la segunda oleada, más pronto
que tarde, los procesos transformadores continentales puedan llegar mucho más
allá, mucho más arriba, que lo que hicimos en esta oleada”. No es momento para
surfistas que esperen pasivamente la próxima ola. Es momento de debate y
discusión en el movimiento nacional para producir la agitación que contribuya a
promover la ola popular que cubra de dignidad y justicia social a nuestro país
y el continente.
*
Parlamentario del Mercosur - Frente para la Victoria.
Fuente: Página 12
DANIEL FILMUS SOBRE AUTOCRÍTICAS Y POLITICAS PENDIENTES
El parlamentario del Mercosur por el FPV, Daniel Filmus, dialogó
con el programa "No nos queda otra" de Radio Rebelde AM740 y se
refirió a la nota publicada ayer en Página 12 donde plantea
ideas sobre la autocrítica, el futuro y las oleadas políticas en
la región.
Filmus afirma que "hay que pensar y evaluar qué cosas hicimos bien, qué cosas hicimos más o menos, qué cosas faltaron hacer y qué cosas hicimos mal; porque es imprescindible para tener una plataforma hacia el futuro". Y toma lo que plantea el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, sobre las oleadas y el momento de reflujo que nos obliga a pensar para que la próxima oleada llegue y tengamos claro qué deudas pendientes tenemos hacia la sociedad.
Y también se refiere a la necesidad de hacer cambios mucho más profundos como una reforma constitucional que incluya derechos conquistados, como en Brasil que tiene en su Constitución los fondos que se destinan a educación y salud y que hoy Temer plantea dejar de lado como la ley principal. Escuchar Audio
Filmus afirma que "hay que pensar y evaluar qué cosas hicimos bien, qué cosas hicimos más o menos, qué cosas faltaron hacer y qué cosas hicimos mal; porque es imprescindible para tener una plataforma hacia el futuro". Y toma lo que plantea el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, sobre las oleadas y el momento de reflujo que nos obliga a pensar para que la próxima oleada llegue y tengamos claro qué deudas pendientes tenemos hacia la sociedad.
Y también se refiere a la necesidad de hacer cambios mucho más profundos como una reforma constitucional que incluya derechos conquistados, como en Brasil que tiene en su Constitución los fondos que se destinan a educación y salud y que hoy Temer plantea dejar de lado como la ley principal. Escuchar Audio