No nos dejemos engañar por los señuelos
Entre los comentarios a una cita de Fidel acerca de la
propiedad sobre los medios de comunicación publicada recientemente en el blog
está este de nuestro colaborador Carlos Luque que merece ser leído como un post
independiente.
Un punto central de lo que se está debatiendo aquí -, si
partimos de la idea de Fidel que da lugar al intercambio, y en lo que parece
que hay acuerdo entre los participantes, aunque con matices, – es que la
información, y la formación de opinión pública en manos privadas, sobre todo en
poder de los grandes poderes económicos, nunca ha demostrado que sea la fuente
del ejercicio del criterio que conviene a los intereses de las mayorías. Como
bien dice Fidel, el límite de la “libertad” de expresión en los medios
privados, es el límite de lo que le convienen a los dueños verdaderos de los
medios, y lo que dañe sus intereses es el límite de la libertad. Se han
acumulado tantos ejemplos desde las palabras de Fidel, que apenas necesita
demostración.
Esto último se acepta por algunos de los que debaten, pero a
la vez mencionan el ejemplo de países donde existen múltiples medios – prensa,
radio – desde donde se permiten críticas al gobernante de turno, o a
funcionarios, etc. y por lo tanto, para quienes así opinan, esos países
vendrían a ser modelos de la libertad de prensa, y serían, al menos en ese
aspecto, los modelos a seguir para Cuba. Ese argumento se escucha o lee muchas
veces, y es una prueba de que sus promotores han tenido éxito en sembrar ese valor,
o esa aparente verdad en muchas personas.
Es un dato hoy incuestionable que las principales agencias
noticiosas (que nótese bien, es algo diferente a la valoración de la noticia, a
su manipulación, al posicionamiento y la relevancia real que se le da en la
difusión) forman un puñado de corporaciones mediáticas que, además pertenecen,
o están íntimamente relacionadas con otras pocas grandes corporaciones
económicas. No es necesario citar el dato en una nota como esta. Lo que sí hay
que subrayar es que ante ese fárrago de información que sale de unas pocas
fuentes, los otros medios, y sobre todo el alcance y difusión real que tienen
esos otros medios en el mundo capitalista, es decir, la posible incidencia en
las grandes masas de la gran opinión pública, se puede comparar con la
impresión que causaría la picada de un mosquino en la piel de un elefante. Eso
es lo primero que no tienen en cuenta quienes creen que porque existan otros
medios en sus países, además de los pocos grandes medios informativos controlados
por muy pocas manos, hay una verdadera y significativa incidencia informativa,
o que logra dañar lo que verdaderamente importa. Se les escapa a muchos que ese
es el ardid que verdaderamente funciona en las falsas democracias, y por lo
tanto en la falsa democracia de la información: se crea de ese modo una
apariencia de posibilidad de que la expresión ilimitada pueda ejercer una
incidencia o influencia significativa. Eso funciona como un señuelo del
intelecto, mientras que el verdadero poder de la información (que ya muchas
veces es desinformación y descarada mentira) tiene garantizada su prevalencia y
sobre todo una difusión que ahora toda posibilidad de que la información que le
dañe logre hacerle competencia. Y cuando surge una amenaza, se suprime el
peligro.
¿Qué explica que en la Argentina de Macri hoy, por ejemplo,
se suprima TeleSur?¿Qué explica la gran preocupación que existe con RT, la
agencia Rusa de noticias? Como bien apunta Iroel, esa información “crítica” que
se permite, tiene un límite hartas veces probado ya: no puede decir la verdad,
no cualquier verdad, que quiera expresar, no puede difundir ciertos
acontecimientos, tiene que acallar, o minimizar otros, tienen que orquestar al
unísono con determinados temas, o determinadas valoraciones, que
organizadamente son tratadas por todos sus medios a la vez en ciertas
circunstancias, no puede desnudar ciertas evidencias, y los periodistas, – esos
que ejercen la profesión más peligrosa del mundo -, cuando se salen
ostensiblemente del guion, son despedidos, si no es que, en muchos puntos del
planeta, son asesinados. Así la “libertad de prensa, información y expresión”
juega varios papeles en el juego tramposo de la “democracia”: permite sembrar
esa ilusión de posibilidad de expresión y, a la vez, de paso, “legitima” ese
aspecto de las sociedades “libres”, es decir, como enseñaba Fernando Martínez
Heredia que sucedía en Cuba antes de 1959, era funcional al sistema. Y entonces
hasta logran que al interior de los países subdesarrollados que no le son
amigos, o esos gobiernos que quieren hacer algo por sus pueblos, protegiendo
sus recursos y riquezas naturales, y cuyas economías tienen bajo constante
acoso, que no tienen medios de información de gran envergadura para difundir
sus verdades, logran, además, que existan círculos de personas que crean pensar
por cabeza propia cuando repitan sus solapadas “enseñanzas”.
No cito aquí esa instrucción que dice: “de manera que crean
que están defendiendo una propia opinión…”. Iroel seguro la tiene a mano, una de
las instrucciones de la guerra psicológica y cultural.*
Es por esa realidad mundial que el país que desee conservar
soberanía informativa e impedir la subversión desde los poderes mediáticos, que
son los más poderosos hoy, debe mantener el poder centralizado sobre sus medios
de información y formación ciudadana de la opinión pública y la educación toda.
Otra cosa es que no se debe dejar arrebatar la crítica profunda, que esa
crítica, responsable, que investigue hasta el fondo todo lo mal hecho, debe tener
su fuente y su asiento en la prensa que no es privada ni responde a ningún
dueño individual en Cuba.
Hay que tomar conciencia de que apenas se abra una brecha en
el dominio de los medios, no se va a aprovechar para los intereses de las
mayorías, sino para los intereses de quienes desean que Cuba vuelva a girar en
torno a la órbita del poder del mercado y las finanzas internacionales, para
los que quieren que Cuba vaya cayendo lentamente en las políticas capitalistas
porque eso no sólo va a permitir dominar y explotar sus recursos naturales y
humanos, sino le va a dar un más duro golpe a Latinoamérica. Para lograr eso
hay dos frentes de batallas fundamentales: la formación cultural y el manejo de
la información.
Otro tema es quienes se han dejado convencer por el discurso
que opone al estado cubano con el pueblo cubano. De allí que hablen de la
prensa en manos del estado, como si el estado cubano hubiera defendido alguna
vez un interés que no fuera el de las mayorías de su pueblo. ¿Se han preguntado
por qué el enemigo repite tanto que el Estado no se debe favorecer con la
normalización y sí los privados de posible emergencia? ¿Se han preguntado
alguna vez cuánto de hipocresía hay en eso de empoderar a las “sociedades
civiles”, cuando sus mismas sociedades civiles no están verdaderamente
empoderadas? ¿Se han preguntado, entonces, para qué quieren la libertad de
expresión, a su modo, cuando esa misma libertad de expresión, verdadera, no la
permiten en sus propios países?. Claro que siempre logran hacer creer que
porque se les pueda criticar a sus presidentes ya gozan de libertad de
expresión. Nada es tan sencillo. Pero ese es otro tema para otra nota. Ya esta
se hace extensa. La ignorancia es el obstáculo más grande que se le opone a la
búsqueda de la verdadera libertad de los pueblos. Eso lo saben mejor quiénes
tienen millones para mantener laboratorios de ideas y comprar inteligencias. No
nos dejemos engañar por los señuelos. Al menos está en nuestras manos hacer
eso.
*El autor se refiere a la frase de unos de los oficiales de
la CIA que coordinó la Guerra Fría Cultural de esa agencia estadounidense.
Frances Stonor Saunders, autora de la mejor investigación sobre el tema lo cita
en su libro LA CIA y la Guerra Fría Cultural; ella dice en un artículo que
reprodujimos en La pupila insomne
(https://lapupilainsomne.wordpress.com/2016/06/28/una-historia-actual-la-cia-y-la-guerra-fria-cultural-por-frances-stonor-saunders/):
““La “forma de propaganda más efectiva” era aquella en que
“el individuo actuaba en la dirección en que se esperaba, por razones que creía
eran las suyas propias” ”
El libro completo se puede descargar en este enlace